Innocent Lovers ©|Yoonmin

Capítulo Ocho

Una vez pagó por los medicamentos para la gripe de Jimin, salió de la farmacia y se subió al auto para conducir hacia la casa de Jimin. Trataría de llegar rápido ya que se sentía bastante preocupado por él, bien sabía que cuando a Jimin se enfermaba de algo así, eran un poco fuertes, solía darle bastante calentura y mucho dolor de huesos, lo bueno era que ya sabía cómo controlarlo y que estuviera un poco mejor, ya que cuando estaban juntos él siempre lo cuidaba, solo que ahora eran diferentes las cosas.

Manejó por algunos minutos mientras pensaba en lo que había sucedido en los últimos días. Jimin aún seguía molesto con él y lo sabía porque le había estado enviando mensajes para que fuera por el dinero que siempre le daba, sin embargo no le respondía los mensajes y con esto de que Jimin estaba enfermo pareciera como si se estuviera obligado a hablarle porque tal vez no tenía alternativa y eso la verdad era que eso lo hacía sentir mal, aunque no tenía excusas, lo que había hecho la última vez no tenía explicaciones.

Una vez llegó a la casa de Jimin tomó la bolsa y cerró el auto con el seguro. Tomó sus llaves y cuando estuvo frente a la puerta, suspiró tomando aliento y animandose en qué arreglaría las cosas con él y todo saldría bien. Buscó la llave que aún tenía por lo que la insertó y pudo entrar. Todo se encontraba en silencio y aquello le preocupó un poco, cerró con rapidez y se adentró para dirigirse a la habitación de Jimin.

En donde una vez lo hizo, vio como Jimin estaba dormido en la cama. Miró al lado donde estaba la cuna de Jungkook y ahí vió a su pequeño dormido pacíficamente, por lo que se sentó en la cama a un lado de su ex. Dejó la bolsa en la mesita de noche y tocó la frente contraria notando que tenía bastante calentura ahí fue donde su preocupación se hizo más grande, debía hacer algo antes de que se agravara aún más.

Jimin se enojaría seguramente por lo que haría, lo sabía, pero tenía que hacerlo. Aún con inseguridad, sus manos se dirigieron a los botones de la camisa de Jimin y comenzó a desabrochar los botones de ella. En el paso notando como la piel de su pecho y abdomen se dejaba expuesta a su vista en donde no pudo evitar mirar, porque Jimin definitivamente seguía siendo hermoso tanto como lo recordaba pero al instante se sintió mal por estar pensando en eso, debía despejar aquellos pensamientos de su mente, que no eran para nada correctos, por lo que continuó con su trabajo pero antes de que terminara, Jimin despertó algo confundido pero al mirarlo y ver lo que estaba haciendo trató de quitar sus manos para después taparse nuevamente con la camisa.

—¿Que demonios haces, Yoongi?— Inquirió Jimin débilmente y suspiró.

—No te molestes, tienes temperatura y debo ayudarte— Dijo con simpleza esperando que entendiera.

—No quiero que me ayudes, solo quería que cuidarás de mi hijo, eso es todo— Le dijo mientras hacia una mueca.

—Nuestro hijo— Corrigió viendo como Jimin rodaba los ojos.

—¿Puedes dejarme solo?— Ante su pregunta solo negó y Jimin cerró los ojos con fastidio. —Necesito estar solo. Cuida de mi hijo en su cuarto y déjame— Yoongi volvió a negar y quitó las pequeñas manos de Jimin que detenían su ropa y en cuanto lo hizo el otro lo observó de inmediato con desconfianza. -No quiero que me veas de esa forma- Le susurró apenas con tristeza y él entendió lo que quería decirle.

—Jimin no hay nada que yo no haya visto— Soltó restándole importancia mientras le sonreía apenas con ternura.

—Pero ahora es diferente y no quiero que lo hagas. No quiero que me toques— Jimin parecía estar necio y lamió sus labios sin saber qué hacer.

—Perdoname Jimin, sé que me porté muy mal contigo y eso es lo que menos mereces por ser el padre de nuestro hijo, realmente lo siento— Aquello lo había dicho con sinceridad y volvió a desabrochar el último botón sin quejas y la quitó por completo con ayuda de Jimin quien tuvo que sentarse en la cama. —¿Crees que puedes darte un baño? Necesitas refrescarte para que tu temperatura vuelva a la normalidad— Explicó y Jimin asintió.