Capitulo Nueve

1.6K 169 22
                                    

—Oh cariño— Susurró Yoongi con un tono enronquecido que provocaron sensaciones indescriptibles en su cuerpo por dos simples cosas, una por haber sido llamado de esa manera y que ya no había escuchado desde su separación, Yoongi solía llamarle de ese modo y le encantaba en demasía.
Y dos, por qué hacía tanto tiempo que no escuchaba su voz más enronquecida de lo normal cuando estaban en esas situaciones, por obvias razones.

No tenía idea de cómo habían llegado a eso, hasta se sentía mucho mejor de su malestar y la verdad era que no podía detenerse, haberlo probado esta vez con más intensidad y sentir sus caricias en su cuerpo estaban despertando todo aquello que pensó, había desaparecido, aquí era donde confirmaba de que sentía todo por Yoongi.

Gimió sobre sus delgados labios a los que volvió de nuevo con vehemencia, siendo respondido con la misma intensidad y necesidad. Le encantaba tanto besar los delgados labios de Yoongi, le enloquecía la manera en que sus labios se intercalaban con los suyos mientras creaban esos pequeños sonidos de humedad, unos que resonaban en sus oídos, quedándose grabados entre sus recuerdos, reviviendo y confirmando a la perfección de que Yoongi besaba tan jodidamente bien.

Había extrañado tanto sus besos, sus caricias en su cuerpo, absolutamente todo, debía admitir que lo estaba disfrutando tanto esta vez.

—Me encantas, no sabes cuánto— Soltó Yoongi con el mismo tono sensual en su voz, haciéndolo sentir tan deseado, aquello confirmaba que se sentía de la misma manera que él y es que joder, lo conocía tan bien y sabía las maneras en las que reaccionaba y actuaba en ese tipo de momentos.

Sonrió ladino recargando su cabeza contra la pared, sintiendo la mano de Yoongi acariciar sus caderas desnudas por debajo de la toalla. Lamió sus labios teniendo su perfecto tacto en ese lugar y que fue recorriendo hasta llegar su mejilla trasera que apretó y masajeó con sus grandes manos, haciéndolo gemir bajito, la verdad era que no quería hacerlo fuerte ya que no quería hacer ruido.

Justo en ese momento, como si Yoongi le hubiera leído la mente, dejó de acariciarlo para tomarlo de la cintura y alzarlo, por lo que lo rodeó con sus brazos y con un pequeño brinco abrazó sus piernas alrededor de su cintura, siendo llevado al baño.
Cuando estuvieron dentro, Yoongi lo recargó nuevamente en la pared y lo bajó con cuidado, le sonrió pícaro y atrajo a Yoongi en un beso de necesidad y está vez no lo aguantó más, comenzó a desabotonar la camisa negra de Yoongi, sintiendo como en el acto, él también deshacía el nudo de su bata; suspiró en pleno disfrute cuando logró desabotonar la camisa de Yoongi y tocó al instante su nívea piel por debajo de sus manos, recordando lo perfecta que era. Se separó de sus labios y lo observó a los ojos con deseo mientras mordía su labio inferior y seguía acariciando su pecho, sintiendo como un estremecimiento recorría su cuerpo al sentir la mirada penetrante de Yoongi sobre él, eso le gustó tanto que su miembro despertó ansioso completamente ante aquello.

Acortó la distancia y besó suavemente la pálida piel de su cuello, paseando sus labios con parsimonia, cerrando sus ojos con disfrute al sentir la respiración pesada de Yoongi chocar contra su oreja. Un suave jadeo abandonaron sus labios cuando Yoongi bajó la bata que había tapado su cuerpo y esta terminó colgada hasta sus antebrazos —Te he extrañado tanto, Jimin— Susurró cerca de su oído mientras acariciaba su desnuda espalda con sus grandes manos, provocando que su piel se erizara.

—Yo también, Yoongi— Admitió en un susurró a modo de que Yoongi escuchara. Abrió lentamente sus ojos y lo miró a los suyos que eran oscuros, en ellos había deseo y lujuria reflejados, uno que era transmitido y que le excitaba tanto haciéndole sentir seguro y necesitado de él. Le encantó tanto cuando su sexy sonrisa ladina apareció, por lo que le sonrió también sin dudarlo. Pronto tuvo los labios de Yoongi besando su cuello y mientras lo hacía, él metió sus dedos en su suave cabellera oscura mientras abría los labios respirando con dificultad y placer. Lo sintió bajar con suavidad por su pecho, besando y dejando estragos de humedad que le encantó tanto. Gimió cuando sus delgados labios llegaron a uno de sus pezones mordiendo levemente y para después abrir sus labios y lamer, con cuidado haciéndolo sentir tan jodidamente bien. Ladeó su cabeza y en el acto no evitó voltear a su derecha, donde el gran espejo estaba, y en el que ambos se veían reflejados haciendo aquello que le hacía sentir tan vivo.

Innocent Lovers ©|YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora