Capítulo Dieciséis

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Una vez le pagó al taxista se encaminó hacia su casa. Tomó un respiro profundo y verificó que su apariencia fuera presentable. Esperaba que todo saliera bien y pudiese estar tranquilo como si no sucediera nada, no quería parecer nervioso estando frente a Taehyung como si algo malo sucediera o se delataria él mismo.

Frente a la puerta, buscó sus llaves en el bolsillo de sus pantalones y al encontrarlas, las ingresó en la cerradura, abrió finalmente la puerta y se adentró a su hogar. Al hacerlo buscó a Taehyung con la mirada pero no estaba en la sala, así como tampoco había rastros de su madre. Frunció el ceño cerrando la puerta con el seguro, extrañandose ya que parecía como si no hubiera nadie. Comenzó a caminar en busca de su madre o de Taehyung, pero antes de hacerlo, se le ocurrió ir a la habitación de su bebé, y es por ello que entró, su corazón latió alegre dentro de su pecho cuando lo vio en su cuna, fue en ese momento en que su calma volvió.

Jungkook se encontraba despierto y por suerte estaba tranquilo esta vez. Sintió esa calidez en su pecho al acercarse más y notar como este al instante ponía sus ojos en él, pequeñitos, adorables y brillantes. Este, estiró sus bracitos en su dirección sus pequeñas manos abriendolas y cerrandolas, como si le diera a entender que quería estar en sus brazos, lo cual le hizo sentir tan feliz. Es por ello que sin pensarlo más, se inclinó y comenzó a levantarlo con suavidad y cuidado hasta tenerlo finalmente en sus brazos. Besó su pequeña frente y dejo que la calidez de su pequeño cuerpecito lo invadiera y lo albergara de esa tranquilidad que siempre solía sentir cada vez que estaba con su bebé. Sonrió con ternura cuando Jungkook tomó en su manito uno de sus mechones azabaches y tiró levemente de el.

-Te extrañe tanto mi pequeño kookie- Soltó besando con entusiasmo sus pequeñas mejillas con cariño. Su felicidad sin duda se acrecentó cuando escuchó a Jungkook reírse infantilmente, tan vivo y alegre. Eso era muy reconfortante para su corazón y mente tan confundida, sabía que desde el momento en que tuvo a su hijo en sus brazos no estaría solo nunca más, su fuerza y motivo de vivir estarían siempre con él.

Pronto sintió unas manos más grandes abrazandolos. Algo asustado, ladeó su cabeza y así fue que pudo ver las finas facciones de Taehyung y pudo relajarse.

—Dioses, me asustaste— Admitió con una sonrisa divertida.

Afortunadamente no se había puesto nervioso y pudo hablar bien. Después de todo, mentir era algo que se estaba volviendo tan rutinario en su vida. Por supuesto que no estaba feliz con ello, al contrario, en este momento le estaba costando mucho enfrentar a Taehyung y sentía tanta culpa, se sentía tan sucio en ese instante, pero no tenía alternativa... desgraciadamente sus errores ya estaban hechos y lo peor de todo era que él lo había elegido así.

Solo rogaba no tener encima el olor al perfume de Yoongi.

Sintió sus suaves labios brindar un cariñoso beso en su sien, en respuesta le sonrió con dulzura y recargó su cabeza en su pecho, pudo sentir como eran rodeados de aquellos fuertes y reconfortantes brazos, con amor y cariño...

—Los extrañe mucho Minnie— Soltó Taehyung con serenidad. —Me alegra estar de nuevo con ustedes- Ante sus palabras sonrió nostálgico. La verdad es que también lo había extrañado mucho, su presencia le hizo falta de alguna forma aunque eso sonara como mentira.

—Nosotros también. Es bueno tenerte de regreso TaeTae— Dijo con cariño. De alguna forma su llegada también había apaciguado sus preocupaciones, era como si él fuera su medicina a sus malestares. En realidad le había hecho falta en esos días, le hacía feliz que Taehyung hubiera regresado, pero nuevamente se sentía tan mal. En ese momento sentía que debía decirle lo que estaba haciendo y lo tanto que se arrepentía ahora que estaba frente a él. Sin embargo, ¿cómo se suponía que lo haría? Decirlo era tan fácil pero hacerlo era algo que no sería capaz de hacer, la realidad es que era un cobarde que no podía enfrentar sus errores. Simplemente no podía porque de tan sólo pensarlo le dolía, temía que Taehyung lo despreciara, aunque claramente eso es lo menos que se merecía, pero no quería alejarse todavía de Taehyung por más que eso sonara egoísta. Estaba tan confundido, porque realmente no sabía ni lo que sentía, no podía descifrar sus sentimientos hacia Taehyung y Yoongi, porque le tenía a ambos un amor diferente y desgraciadamente a ninguno quería alejarlos porque tal vez no lo soportaría, ya había vivido un vez lo que era estar alejado de alguno de ellos y sin duda era algo que le dolería y que no sabría afrontar.

Innocent Lovers ©|YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora