Capítulo 15: Un choque de ideas.

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Estaban en el colegio, teniendo sus últimos minutos de clase con su maestra de Economía. Escuchando, analizado y apuntando. Louis sentía que en cualquier momento se desfallecería en su asiento.

Un cansancio que parecía interminable no hacía que le quedaran suficientes ganas de seguir escuchando las exclamaciones de su amigo. Ayer por la noche, se quedó haciendo todos sus trabajos pendientes y había tardado más de lo esperado, al estar más distraído recreando los momentos con Harry que prestar atención a lo que hacía.

—¡Lo besaste! —Ni siquiera fue una pregunta; él lo gritó con la fuerza de mil vítores, sin importarle quien pudiera escucharlo. Niall era muy escandaloso.

Louis posicionó una mano en su boca acallándolo. —Habla más bajo. Alguien podría escucharte.

—¡Lo besaste! —Gritó silencioso, como Louis le pidió. En contraste, estaba burlándose de él. Con un toque de desaprobación.

—No importa. —Rodó los ojos—. Y no fui yo quien lo besó.

—¡Él te beso! —Volvió a gritar fuertemente. En esta ocasión, todos —incluida la profesora los voltearon a ver—. Louis se hundió en su silla total y completamente avergonzado.

—¿Hay algo que quieran compartir con la clase, señores? —Les reprendió, dejando su labor de escribir en la pizarra. Los miró con cierto desagrado, surcando en sus gestos.

—Por supuesto que no señorita Stevens. Puede continuar. —Habló Niall, restando importancia con su mano.

Ella, lo miró severamente hasta bufar y continuar impartiendo con normalidad su asignatura.

—Pero hay algo que quiero saber desde ayer.   —Se tocó la barbilla pesando—. ¿Qué tal besa? —Rió—. No me digas, ya lo sé. Es igual de abrumador y dominante como cuando da clases.

Louis lo ignoró volviéndose a la maestra que comenzaba a dar por finalizada su clase. No quería responderle, porque ni él mismo lo sabía. Pero indebidamente le gustaba como en cada una de las veces que Harry lo besó, al hombre le agradó adueñarse del momento. El control en su movediza lengua intentando descubrir cada uno de los inexistentes pecados en su persona, saboreando su ternura y consumiéndolo desde el primer instante.

Stevens se marchó después de condenarlos a un millar de tareas que entregar para la siguiente clase. Niall, seguía persistiendo con el codo recargado en la butaca, y su mano apoyada en su mejilla, ocasionando que se reclinara hacia un lado. 

—Debes estar bromeando. —Volteó a verlo, encontrándose con una expresión juguetona. Niall se encogió como si no supiera de qué hablaba.

—Únicamente trató de comprender cómo fue que sus labios terminaron en los tuyos.             —Desacertaba de toda aquella situación como su amigo, volvió a caer entre las tentaciones de Styles. Tenía que haber algo realmente deslumbrante en el hombre; pero no podía entender qué—. De nuevo.

—Así como también quieres saber qué tal besa —resopló—. No conseguirás respuesta de ninguna de las dos.

Niall carcajeó enderezándose en su asiento. Pasó un brazo sobre los hombros de Louis y miró sus labios fijamente. Pensando y recreando varías escenas en su mente que Louis no sabía; instantáneamente se sintió equivocado e indigno.

—No, definitivamente no. —Dijo retirando su mirada y volviéndolo a ver a los ojos. Louis frunció el ceño.

—¿No, qué?

—No podría besarte. Simplemente sería incorrecto; es como besar a mi hermano pequeño y tonto. —Chasqueó la lengua divertido—. Probablemente Styles tiene debilidad por los labios finos y rubescentes.

Mr. Styles [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora