Survivors (Minho & tú)

Capítulo 12

Cuando se hace de noche, decidimos resguardarnos tras un enorme barco que está puesto de lado. Encendemos una hoguera y nos sentamos alrededor, algunos están devastados, y es normal después de la pérdida de Winston. Yo no lo conocía tanto y aún así duele que ya no esté.

-¿No se suponía que éramos inmunes?- pregunta Minho.

-Será que todos nosotros no lo somos- dice Teresa.

-Si Winston ha podido infectarse, deberíamos suponer que el resto también podemos- razona Newt.

-Nunca pensé que lo diría pero...echo de menos el Claro- dice Fritanga soltando un par de lágrimas, me levanto sin querer escuchar más, es algo deprimente.

Me siento apartada del resto en la oscuridad, mirando a las montañas a lo lejos, ya nos queda menos para llegar a ellas. Siento una presencia a mi lado, es Minho, no hace falta que le mire para saberlo.

-Vamos a conseguir salir de esta- dice en un tono tranquilo.

-Eso espero, estaba empezando a ser parte de algo de nuevo y no quiero perderos a ninguno- sonrío al recordar algo- Recuerdo que Sonya y tú erais muy buenos amigos gracias a Newt, igual que él y yo éramos muy amigos gracias a ella

-Newt está un poco afectado con ese tema, saber así de repente que tiene una hermana...le ha afectado

-Lo sé, fue mi culpa, no debería habérselo dicho de repente

-Debía saberlo, hiciste bien en contárselo

-Gracias

-¿Y...qué hay de nosotros antes del Laberinto?

-Apenas hablábamos, pero las veces que lo hacíamos eras muy divertido y gracioso. A veces me encontrabas llorando en alguna esquina, porque echaba de menos a mi hermano, recuerdo que siempre me sacabas una sonrisa, nunca me dijiste tu nombre, pero el mío te lo sabías de memoria- digo sonriendo, recordando aquellos tiempos.

-Daría lo que fuera por acordarme de eso- me aparta el pelo de la cara y me lo pone tras la oreja, quedando más cerca el uno del otro que antes.

-Ojalá os acordarais de los buenos momentos- nos miramos directamente a los ojos, su mano pasa de estar en mi pelo a estar en mi cara, aquello me sienta de maravilla. Se acerca a mí, al principio duda pero luego junta sus labios con los míos y es la mejor sensación que he experimentado en toda mi vida.

Le sigo el beso, porque es lo que necesito y parece que él también. Creo...creo que me está empezando a gustar Minho, o tal vez ya me gustaba de antes y no había sido capaz de asumirlo o siquiera de pensar en ello.

-Ejem- el carraspeo de alguien nos hace separarnos más rápido que un rayo, es Thomas- ¿Me dejas hablar con mi hermana, asiático mujeriego?- Minho carraspea y luego asiente, se levanta y se va, Thomas se sienta a mi lado riéndose.

-Gracias, corta rollos- me burlo.

-No te ofendas, hacéis buena pareja pero quería hablar con mi hermana. ¿Es tanto pedir?- pregunta riendo, apoya su cabeza en mi hombro después de quedarnos en silencio.

-Siento lo de Winston, seguro que habéis pasado por mucho

-Sí, siento que es mi culpa

-No lo es, es culpa del maldito virus

-Lo sé, pero si...

-Thomas- le corto- Porque seas como el líder de este grupo, no tienes que culparte por todo lo que le pasa a los demás- apoyo mi cabeza sobre la de Thomas y él suspira.

-Me alegra saber que estás aquí conmigo- murmura, yo sonrío.

-Yo también

-¿A dónde crees que llegaremos?- me pregunta.

-No lo sé, pero espero conocer a ese Brazo Derecho antes de que CRUEL nos encuentre- nos quedamos en silencio y después sigo hablando- ¿Teresa y tú sois novios ya?- mi pregunta le hace ponerse nervioso.

-No- responde mientras le tiembla la voz, yo solo puedo reírme. Miro sus manos y veo que tiene una figurita de madera un poco sucia de...sangre.

-¿Qué es eso?- Thomas me ofrece la figura para que la coja, así que lo hago delicadamente.

-Había un niño en mi Laberinto, me ayudó mucho cuando llegué al Claro y se convirtió en un hermano pequeño para mí. Prometí llevarle a casa con su familia, prometí sacarle de ese sitio para llevarle a uno mejor, pero no pude

-¿Qué le pasó?

-Murió salvándome la vida, un chico al que le habían picado me iba a disparar con una pistola y él se puso delante llevándose el disparo para salvarme- dice triste.

-¿Cómo se llamaba?- pregunto triste.

-Chuck, el chico que le mató se llama Gally

-¿Gally mató a Chuck?- pregunto asombrada, me acuerdo perfectamente de ellos.

-¿Les conoces?

-Claro que les conozco, recuerdo el primer día que trajeron a Chuck. No se acercaba a nadie y lloraba la mayor parte del tiempo porque era muy pequeño, Gally se burlaba de él todo el tiempo y yo le defendía, eso hizo que acabara por ganarme su confianza. Chuck solo se acercaba a mí y de vez en cuando a ti

-Wow, me frustra no poder recordar todas esas cosas, seguro que antes del Laberinto pasamos momentos inolvidables

-Echo de menos a ese niño- respondo recordándole de las mejores maneras posibles, no quiero imaginarme su muerte.

Nos quedamos en silencio unos minutos largos y luego nos vamos a dormir con el resto, el no dormir al lado de Minho me inquieta, pero al menos estoy al lado de Aris y eso me tranquiliza.

Al día siguiente seguimos caminando, sedientos ya que a ninguno de nosotros les queda agua. Cuando anochece, no tenemos otro remedio que acurrucarnos cerca los unos de los otros para dormir en el duro y sucio suelo del desierto.

Cuando abro los ojos me encuentro en el Laberinto, ahí están mis únicos amigos, Sonya, Aris y Harriet. Comemos juntos cerca de la cocina sentados en un tronco.

Entonces de un momento a otro me desestabilizo y caigo para atrás, cierro los ojos mientras caigo y caigo, hasta caer en los brazos de alguien. Abro los ojos, estoy en los brazos de Minho. Seguimos al resto por las instalaciones del refugio de Janson, mientras él nos persigue.

-¿Qué...?- intento preguntar algo, pero no me sirve de nada. Miro a Minho, pero él no me mira en ningún momento, tan solo mira al frente con el ceño fruncido y la mirada fija.

-Jessica- dice Janson detrás de nosotros, Minho se da la vuelta y él nos está apuntando con una pistola. Sin pensárselo dos veces, dispara y me da directamente en el pecho, haciéndome cerrar los ojos.

-Eh, Jessica, despierta, Jess- esa es la voz de Thomas, pero no veo nada.

-Jessica- ese es Minho, abro los ojos sobresaltada y estoy tumbada en el suelo, el resto se está levantando. ¿Qué está pasando?

Una vez estamos todos de pie, miramos  lo lejos, donde señala Thomas. Consigo ver algunas luces provenientes de algún edificio.

Ojalá sea el Brazo Derecho.