Capítulo 11

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-¿Tienes frío?- me pregunta cuando un escalofrío me sacude el cuerpo.

-Un poco- el tono que utilizamos me pone los pelos de punta, creo que estoy experimentando sentimientos que nunca antes había experimentado.

-¿Quieres...?- se calla unos segundos y luego sigue, después de carraspear la garganta- ¿Quieres dormir conmigo?- su pregunta me desconcierta, pero mi mente dice que no me niegue.

-¿Siempre eres igual de ligón con todas?- pregunto bromeando para calmar la tensión en el ambiente tras su pregunta, él se ríe y me mira.

-Solo con las que de verdad me interesan- me sonrojo y doy gracias a que esté oscuro y apenas me vea.

-Entonces me encantaría dormir contigo- nos acomodamos tumbados en el suelo, al principio me cuesta acercarme a él por la vergüenza pero cuando coloca su mano en mi cintura y me acerca a él, la vergüenza desaparece por completo, nuestros cuerpos se juntan casi magnéticamente. Apoyo mi cabeza en su pecho y consigo escuchar el latido de su corazón acelerado, aunque minutos después está en calma, y eso me hace quedarme dormida.

-Eh, eh, ¡largo!- grita Thomas despertándome, dándome un susto, un pájaro estaba intentando llevarse algo de la mochila de Thomas.

Minho y yo nos sentamos y miramos hacia Newt, él sonríe en dirección al asiático.

-¿Habéis dormido bien?- bromea con una sonrisa, me sonrojo y maldigo que ahora si haya luz.

-Venga, es hora de irnos- dice Thomas, nos levantamos y miramos el aspecto de Winston, está fatal y al pobre no le debe de quedar mucho.

-Vamos Winston, tú puedes- alargo mi mano hacia él y entre Fritanga y yo le levantamos del suelo.

Salimos de aquel lugar y caminamos por las calles abandonadas, destruidas, llenas de arena y horriblemente vacías.

-¿Qué mierda ha pasado aquí?- pregunta Fritanga mirando a su alrededor.

-Yo qué sé, pero no hay gente desde hace mucho tiempo por lo que parece- razona Newt.

-Espero que el resto del mundo no esté igual- dice Aris.

-Alto, alto, esperad- dice Thomas parando su caminata, nos damos la vuelta y le miramos- ¿Oís eso?- nos quedamos callados para escuchar mejor.

-Yo no oigo nada- dijo Jessica.

-¡Escondeos, todos a cubierto, escondeos!- grita Thomas tras escuchar el sonido de unos helicópteros, nos escondemos bajo unos escombros. Pronto aparecen esos helicópteros por el cielo, y en seguida sabemos quiénes son, CRUEL.

-Joder- se queja Newt.

-No dejarán de buscarnos nunca, ¿a que no?- dice Minho, nadie responde a su pregunta, pero todos sabemos la respuesta.

Cuando estamos seguros de que se han ido, salimos del escondite y seguimos andando. De la ciudad derruida pasamos al desierto, todo lleno de grandes montañas de arena. Nos quedamos parados en la cima de una de ellas, mirando cómo en el horizonte aparecen unas montañas.

-Es ahí, tiene que ser ahí- dice Thomas convencido.

-Aún están muy lejos- dice Newt.

-Pues pongámonos en marcha ya- digo intentando ser positiva, queremos empezar a andar pero entonces Winston cae hacia delante. Nos alarmamos y nos agachamos a su lado después de llamarle constantemente por su nombre.

-Está bastante grave- dice Minho.

-¿Y qué hacemos?- pregunta Teresa.

-Winston, ¿puedes oírme? No pasa nada- Newt intenta convencer a su amigo de que estará bien, pero sabemos que no es así.

Thomas se levanta y mira hacia las montañas, me mira y yo le miro, se le ve en la cara que está preocupado.

Hacemos una camilla improvisada para poder llevar a Winston, y seguimos a través del desierto. Pronto la arena que nos rodea se levanta fuertemente por el aire, por lo que tenemos que taparnos con nuestra propia ropa para no tragar arena.

-Tenemos que refugiarnos- dice Thomas, pronto nos quedamos bajo dos enormes piedras puestas una contra otra, que hacen una pequeña sombra lejos del sol y del aire, aunque este último se relaja bastante.

Minho bebe de su botella de agua cuando me siento a su lado, me la ofrece y yo la cojo agradecida.

-Gracias- bebo y se la devuelvo, él está sentado en una piedra y yo en el suelo, así que apoyo mi cabeza en el lateral de su pierna, cansada de haber caminado tanto.

-¿Qué son esas cosas que nos perseguían en el centro comercial?- pregunta Fritanga en mi dirección- Les llamaste Raros

-Se llaman así, son gente infectada por el virus, no tarda mucho en acaparar todo el cuerpo humano y hacerte perder la cordura

-¿Y a él...?- pregunta Newt señalando a su amigo, tirado en el suelo.

-Le acabará pasando lo mismo- digo levantándome de donde estoy sentada.

-¿De verdad no existe una cura?- pregunta Minho levantándose también.

-Todavía no, es lo que está intentando hacer CRUEL, pero sus métodos no son de lo más inteligentes. Cada día mueren muchos jóvenes solo para poder encontrar una cura

-¿Por qué somos tan importantes para CRUEL?- pregunta Fritanga.

-Sois del grupo A, los más inteligentes que han podido conseguir CRUEL. Solo tienes que pensar que nos hemos escapado de sus garras, que nos están buscando y que por ahora están fallando- nos quedamos callados tristes, ellos intentando procesar la información que en cierta parte ya sabían.

-¡Cuidado!- grita Minho, siento sus manos en mi brazo, tira de mí hacia su pecho y juntos nos apartamos un poco casi perdiendo el equilibrio, mientras pasa todo esto escuchamos un disparo. Abro los ojos y estoy demasiado cerca de Minho, así que me separo y miro alrededor para averiguar qué ha pasado.

-¿Qué ha pasado?- pregunta Thomas llegando junto a Teresa, ambos estaban apartados mirando al horizonte y hablando.

-Se ha despertado, ha cogido mi pistola y ha intentado...casi le da a Jessica si no hubiera sido por Minho- explica Fritanga, todos nos acercamos al infectado.

-Winston, ¿estás bien?- Thomas intenta tocarle pero él en seguida escupe el tan famoso líquido negro. Se tumba boca arriba y se levanta la camiseta, dejando al descubierto sus horribles heridas.

-Está creciendo...dentro de mí- su voz débil nos avisa de que está fatal- No puedo sobrevivir, por favor no dejéis que me convierta en una cosa de esas, por favor

Newt es el primero que se mueve, coge la pistola que tiene Fritanga en la mano.

-Espera, Newt- dice Thomas, pero él sigue, se agacha y le da la pistola a Winston.

-Gracias. Y ahora largaos- nos ordena Winston.

-Hasta siempre, Winston- se despide Newt, algunos con lágrimas en los ojos, cogemos nuestras cosas y empezamos a andar de nuevo.

Unos minutos después escuchamos un disparo y yo no puedo evitar cerrar los ojos con fuerza, Minho se pega más a mí y me coge la mano para apretarla un poco.

-Ahora está en un sitio mejor- me intenta animar, yo asiento pero se nota que está haciendo lo posible por no soltar las lágrimas que tiene en sus ojos.

Survivors (Minho & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora