Marginado | Tyler Down

CAPÍTULO 9.

Cuando llegó el verano las cosas cambiaron bastante. Tyler seguía sin estar bien del todo, pero parecía mucho mejor cuando no tenía que ir al instituto a diario. En esos meses nos saltamos un poco los horarios y, para ser sinceros, me ocupé de sustituir a alguien siempre que no pudiera encargarse. Jessica solía llamarme muchas veces porque trabajaba en el cine y le incomodaba tenerle ahí sentado, quieto, leyendo una revista o escuchando música.

Solíamos pasar el tiempo en mi casa, viendo películas o alguna serie. Siempre con palomitas de por medio. Algunos días salíamos aunque fuera a sentarnos en un césped y que nos diera algo de sol, pero era más habitual vernos pasear de noche, cuando las calles eran más tranquilas y menos transitadas. En ocasiones solo nos quedábamos en silencio, haciéndonos compañía el uno al otro, y eso no tenía por qué hacerlo incómodo. Cuando hablábamos cogíamos cualquier tema que se nos ocurría, lo primero que se nos pasaba por la cabeza, pero otras veces también teníamos conversaciones serias.

- Debías llevar mucho tiempo comprando armas para tener tal arsenal, ¿no?

- Sí, bueno, varios meses. – masculló.

- Avisaste a Mackenzie.

- No quería que a ella le pasara nada. Pensé que lo mínimo era avisarle.

- Me alegro de que lo hicieras. – suspiré. – Ella nos lo contó y así pudimos pararte.

- Pensaba que ibas a decirme que por qué no te avisé a ti.

- Suponía que estabas enfadado conmigo. Igual que con el resto. – apuntillé. Claro que me hubiera gustado recibir un mensaje de Tyler que me demostrara que no quería hacerme daño, pero dado la gravedad de la situación, eso era lo de menos. – ¿Todavía me odias?

- No, ya no. – respondió, aliviándome. – Estos meses te has portado muy bien conmigo. Te lo agradezco.

- Y yo te agradezco que me hayas dado una segunda oportunidad. – añadí. Traté de sonreír aunque con debilidad y él también lo hizo tras encogerse de hombros. Seguía con ese tono de voz llano y ese aura triste, pero me alegraba que pudiera sincerarse.

- Cuando te vi con Bryce... no sé lo que pensé. Por un lado ya me lo esperaba, pero por otro pensé que era culpa mía. – comentó entre dientes. De nuevo, un mordisco de culpabilidad asoló mi estómago. – Decías que no querías a un deportista, pero aun así, yo... no merecía la pena.

- Claro que la merecías. Ojalá me hubiera dado cuenta entonces.

Tyler pareció confundido ante mi afirmación, pero por cómo me miraba debía saber que estaba hablando completamente enserio. Supe que me creía cuando elevó las comisuras de sus labios y bajó la mirada con timidez por unos segundos.

- ¿Fuiste al baile con alguien? – inquirió.

- Zach me lo pidió, pero como amigos. – puntualicé, sorprendiéndolo. Seguro que esperaba que le dijera que había pasado algo más, y es muy probable que en otro momento lo hubiera hecho, pero no ahora. – No he estado con ningún otro chico desde que estuve contigo, Tyler.

- ¿Por qué no?

- No lo sé. No tenía ganas.

Nos quedamos mirándonos a los ojos por los siguientes segundos. Yo no tenía nada más que decir y él no parecía saber qué añadir. Por hacerle un favor me giré hacia la televisión y me incorporé para coger el mando.

- ¿Quieres poner un capítulo más?

Mi padre estuvo todo un mes en casa por las vacaciones, así que decidí presentarle a Tyler. Vi en su cara que al principio le pareció un chico un tanto excéntrico, lo cual no podía negar, pero fue amoldándose a su forma de ser. La relación que tenían mejoró cuando mi padre decidió interesarse por el trabajo de Tyler, quien una vez comenzó a hablar de las cámaras ya no pudo parar. Acabaron los dos haciendo fotos y probando diferentes objetivos; descubriéndole un nuevo hobby a mi padre. Creo que podría decir que me puse un poco celosa de que Tyler pasara casi más tiempo con él que conmigo.