CAPÍTULO 15.

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Aparqué a las afueras de la cafetería y me aseguré de que llevaba todo en el bolso. Eso implicó revisar el móvil y darme cuenta de que llegaba un poco tarde. A penas entré cuando vi a un montón de caras conocidas entorno a alguien y supe que era Tyler. Llevaba toda la semana evitando a estas personas y ahora me abría paso entre los más altos del fondo para poder ver y escuchar aquello que estaba presentando Tyler. Sonreí a los amigos de Cyrus que me dejaron paso hasta la primera fila, al lado de Mackenzie, quien también me sonrió amigablemente al verme.

- Hay una foto de todos los que me han ayudado y quería daros las... gracias – mascullaba con cierta timidez. Llevaba su camisa perfectamente arreglada y una pajarita de la misma tonalidad. Seguro que se había pasado un buen tiempo frente al espejo asegurándose de si estaba preparado para esto. – Tener amigos es una maravilla.

En cuanto retiraron el telón que cubría toda la pared me quedé congelada. Estaba todo lleno de fotos en blanco y negro con sus respectivos cuadros y con nosotros como los protagonistas. Había de todos, algunas solos y otras en grupos, y estábamos preciosos. Busqué aquellas en las que aparecía y encontré esa que me hizo en las gradas cuando las animadoras entrenaban; esa fue la foto por la cual me acerqué a hablarle por primera vez. También tenía otra en el cuarto de fotografía, de cuando me enseñó el proceso para revelar las fotos y estuve toda la tarde inmersa en ello. Y la tercera era en su casa; con una de sus corbatas al cuello mientras me miraba al espejo intentado hacer el nudo lo mejor posible. Al final tuvo que hacérmelo él, por cierto. Luego también aparecía en otras dos: una con Jessica y otra con Justin y Zach.

La gente estuvo un buen rato admirándolas y comentándolas. Yo me uní a Mackenzie y a Cyrus para hablar sobre lo fantásticas que eran las fotos y luego se me acercó Jessica para lo mismo. Un rato después la gente comenzó a dispersarse y a pedir algo de la carta para sentarse en las mesas sin dejar de charlar y reír, como si fuéramos un gran grupo de viejos amigos que se reencontraban después de muchos años. Después de terminar de hablar con Justin y Jessica sobre lo mucho que habían cambiado las cosas desde que nosotras éramos animadoras y él un buen deportista, me acerqué a la mesa en la que estaban Tyler y Zach. Esperé a una distancia prudencial para que terminaran su conversación y, una vez lo hicieron, me acerqué con una pequeña sonrisa. Ambos me dedicaron su atención al instante.

- ¿Me dejas a Tyler unos minutos? – le pedí a Zach, quien enseguida asintió y se puso en pie no sin antes guiñarnos un ojo. Yo ocupé la silla que acababa de dejar libre y nos quedamos observándonos por unos segundos. – He echado en falta una foto.

- ¿Cuál?

- Esa que nos hicimos en mi casa el año pasado. El selfie. – le aclaré, lo que le hizo sonreír al momento.

- En realidad me gusta, pero ponerla aquí... habría roto la estética del resto de fotos.

- Puedo entenderlo. – accedí. – Pero sigue recordándome a nuestro primer beso y... no sé, le tengo un cariño especial.

Tyler asintió también y bajó la vista antes de seguir hablando:

- Pensé que no vendrías.

- He dudado bastante, pero tenía curiosidad. – le expliqué. – No me esperaba esto pero ha sido... muy bonito, de verdad.

Con mis halagos pareció perder parte de su melancolía e incluso le vi sonreír, o por lo menos elevar las comisuras de sus labios en lo que sin duda podría ser una sonrisa. 

- Hemos pasado mucho tiempo juntos y me ha costado bastante que no me descubrieras mientras trabajaba en esto. – me confesó. Al final iba a resultar que no era tan mal mentiroso como pensaba.

Marginado | Tyler DownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora