CAPÍTULO 27

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Empezaba a creer que el hospital se había convertido en algo así como mi segunda casa y detestaba sentirme así. Era horrible pensar que estaba pasando más tiempo con los del equipo ahora que el que había pasado en todo el último año.

- Zach está abajo. – anunció entonces Charlie. – Dice que no puede subir.

Clay y Jessica se miraron entre ellos, sin dar respuesta alguna. Tras segundos de silencio, agarré mi chaqueta y me puse en pie dispuesta a buscarle una solución a esto.

- Intentaré hablar con él.

El aire fresco parecía el mejor regalo que podían darme en esos momentos, pero ver a Zach sentado, con su cuerpo aparentemente tembloroso y los ojos llorosos, acabó con cualquier esperanza que pudiera tener de que esto pudiera ser una forma de tomarme un respiro.

- ¿Estás bien? – le pregunté, colocando una mano sobre su espalda como si así pudiera reconfortarle. Zach se limitó a mirarme de reojo; obviamente detestaba mostrarse tan débil enfrente de cualquiera porque eso desmontaba la fachada que se había construido de tío que pasaba de todo y al que le daba igual todo.

- No puedo subir. – fue lo único que me dijo. – Me recuerda a mi padre. No puedo hacerlo.

Sabía a la perfección a lo que se refería dado que nos conocíamos desde que éramos unos críos, pero hacía mucho que no le oía mencionar nada respecto a su padre. Por más años que hubieran pasado desde entonces, seguía haciéndosele más duro de lo que podía parecer a primera instancia.

- Entiendo que es duro para ti, pero a Justin le haría mucha ilusión verte. – le recordé. – Te necesita ahí arriba. Nos necesita a todos.

Lo único que consiguieron mis palabras fueron que las lágrimas que tanto se esforzaba por retener escaparan de sus ojos. Zach se pasó el antebrazo por el rostro descuidadamente para limpiarlas al instante, pero no pararon. Con el corazón en un puño, me senté a su lado y esta vez no solo apoyé mi mano sino también mi cabeza sobre su hombro. Odiaba verlo tan roto y sentir que nada de lo que dijese sería suficiente.

- Jessica, Charlie y los demás están deseando verte ahí arriba. – musité. – Ellos también saben lo de tu padre y te apoyarán si lo necesitas. Todos vamos a estar a tu lado en esa sala de espera.

- Lo dudo. – bufó con sarna. – Ellos ya tienen mucho en lo que pensar. Yo solo seré un estorbo, para variar.

Tal cual acabó la frase, escuché el sonido que indicaba que me había llegado un nuevo mensaje. Con los latidos a mil por hora, me separé para sacar el móvil de mi bolsillo y comprobar de qué se trataba ahora. En los últimos días tenía el temor constante de que llegaran malas noticias y era por eso que me había apresurado a mirar mis mensajes: para evitar que la incertidumbre consiguiera que me diese un infarto. No era de Tyler preguntándome cómo iba la noche, ni tampoco de nadie de los que estaban ahí arriba avisándome de que Justin había empeorado, sino que el mensaje era de Winston:

"Es por Alex. Te necesito"

Me quedé observando la pantalla sin pestañear siquiera, mientras que mi mente funcionaba a su máxima velocidad. Detrás de esas cinco palabras podía haber encerrado demasiado y temía cuál pudiera ser el verdadero sentido de ellas. Me aterraba tanto que no podía reaccionar en absoluto. Lo único que me sacó de mi trance fue Zach apartándose de mí como si mi cercanía le molestara. Y era entendible que actuara de esa forma puesto que parecía que hubiese ignorado sus amargas palabras.

- Lo siento. Es un mensaje importante. – me justifiqué, a sabiendas de que no podía decir más y que él tampoco atendería a razones.

- Tranquila. No pasa nada. – me aseguró, poniéndose en pie al momento. – Sea quien sea, deberías contestar. No tiene sentido que sigas perdiendo el tiempo aquí, conmigo, como si esto sirviera de algo. Ve a atender a alguien en quien de verdad merezca la pena gastar tus fuerzas.

Marginado | Tyler DownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora