XI

3.9K 388 383
                                    

Los labios de Bright danzaban en los míos como si fuera lo único que estaba bien. A pesar de que sabía que bien era lo último que estaba haciendo.

Sus manos estaban a los costados de mis cachetes, acariciándolos sutilmente mientras continuábamos fundidos en el goce llamado: la unión de nuestras bocas.

Mi cuerpo empezaba a sentir el efecto en aumento que provocaba la piel del contrario cerca de la mía, haciéndome sentir cada vez más caliente y con la paciencia pendiendo de un hilo. Sus labios se despegaron de los míos, sonriendo de costado.

Mi cuerpo cada vez menos controlado por mi cabeza.
Mi cuerpo estaba siendo controlado por él, por la sensación tan placentera que sus labios dejaban en los míos.

Su mano derecha me tomó suave, tirando mi cabeza ligeramente hacia atrás para succionar de mi cuello con sus labios, robándome el aliento en un sólo movimiento. La humedad de sus labios estrellándose lentamente contra mi piel podría hacerme alucinar en cualquier momento. Y no voy a negar que realmente lo estaba disfrutando.

Sus dientes tomaron mi carne delicadamente, haciendo que algunos de mis quejidos resonaran en el aire. Sin embargo, todo mi placer se cortó tan pronto como lo vi regresar a mi cara. Algo empezó a sentirse diferente.
Sus ojos juguetones seguían ahí, observándome con deseo, mientras que sus labios se veían colorados e incluso poco hinchados, pero no mucho. Sin embargo, algo en el ambiente y en el tono de su voz habían cambiado.
Como si tuviéramos eco.

— Win...¿No crees que es hora de...despertar? – Sonrió divertido.

— ¿Despertar? – Pregunté tratando de recuperar la estabilidad en mi respiración, mientras mi cuerpo seguía completamente pegado a la fría cubierta de su auto.

Bright sonrió dejando ir un pequeño suspiro.
Acercó su rostro cerca del mío mientras su aliento rebotaba cerca de mí oreja. Encontrando mi mirada por última vez.

— Despierta. – Susurró en mi oído.

Y entonces, por fortuna o desgracia...

abrí los ojos.

— ¿Win? – Bright me preguntó con una sonrisa.

>>¿Todo fue un sueño? <<

>>¿Lo estaba soñando? ¿ESTABA SOÑANDO A BRIGHT?<<

>>Mierda...<<

— Te llevaré a casa. No sabía que estabas tan cansado hoy, debiste decirme. – Habló mientras maniobraba con el volante, haciéndonos regresar a quién sabe donde.

Yo sólo asentí algo desconcertado. Tratando de ubicarme.

Bright estaba junto a mí.

Estaba en mi asiento aún con el cinturón puesto.

La radio seguía prendida.

¿En qué momento exacto me dormí?
Sería bastante bueno saberlo.

Y sobre todo, ¿Por qué tengo que tener ese tipo de sueños con él?

Me gustaría decir que el susto fue lo único real, pero algo entre mis piernas me decía que no era lo suficientemente invisible como para no darse a conocer.

Maldecí a mis adentros mientras trataba de disimular el bulto en mis pantalones. Aunque por suerte, Bright estaba lo suficientemente concentrado en el camino y en no hacernos chocar como para notar lo que él mismo provocó sin saber.

EnchantedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora