Enchanted

Enchanted XII: Especial.

Letras letras y más letras. Eso era todo lo que mi mente podía procesar cuantas más páginas avanzaba de aquel libro. Todo lo que tenía en mente era: arreglar mi auto.

Hace mucho me deshice de la idea de vivir una vida universitaria en paz y normal como todos mis compañeros. Fue exactamente después de los rumores que había iniciado Pam contra mí debido a nuestra ruptura, que me convertí en el icono sexual de todas las chicas del campus y por ende, mi tranquilidad se fue al carajo.

Al principio traté de pararlo pero parar a Pam es imposible. Los rumores pasaban cada vez más rápido de boca en boca y las chicas se me acercaban con la única intención de tenerme en su cama.
Ni siquiera tenían ganas de hacerme su novio, sólo querían presumir que tuvieron una noche conmigo.

Por suerte, tampoco había tenido algún interés romántico por nadie, y con mi reputación era mucho mejor que no lo hiciera puesto que seguro me mandarían a volar.

Cada vez que una chica venía con la ilusión de tener sexo, la rechazaba. Más no importaba si decía que no. Al contrario, después de eso había algunas chicas que por despecho se llenaban la boca de mí e incluso me inventaban algunos fetiches sexuales que en mi vida había escuchado o tenido antes.

No es una vida nada emocionante pero hace tiempo que habían dejado de ser problemática.Las chicas solo decían haberse acostado conmigo y yo no negaba o confirmaba nada, así ellas podían estar felices y yo podía seguir tranquilo. De alguna forma y adaptado a mis circunstancias era un ganar-ganar.

Tampoco estaba solo todo el día, por fortuna mis amigos siempre me conocieron, así que cuando salió lo de Pam, no duraron de mí y me apoyaron. Hasta la fecha siguen tratando de calmar las masas, pero sólo les digo una y otra vez que estaba bien. No era una lucha que pudiéramos ganar después de todo. Y yo era aún muy joven como para considerarme arruinado.

Sin embargo, de todas las chicas que pudieron aliarse con Pam, ¿Por qué tenía que ser Pream? Esa chica va en mi salón y aunque no cruzamos grandes palabras, nunca me pareció alguien que vibrara en esa frecuencia. Al contrario, se veía bastante amigable y nunca se acercó a mí con otro tipo de intenciones más que proyectos escolares. 

Pream era la novia de Gulf, chico de la facultad de Derecho y hermano del chico que alguna vez se cruzó en mi camino. Sabía por rumores que Gulf era bastante diferente a su hermano, Win, e incluso escuché que fue expulsado de la facultad de Economía por contestarle a los maestros y saltarse las clases todos los días. Más sin embargo, nunca pensé que iba a tener algún contacto con él. Y mucho menos que sería por algo como lo que hizo.

Los cristales de mi auto estaban completamente destrozados, los asientos aún tenían los restos de vidrios sobre ellos y unos pocos más en el suelo. No fue difícil saber quién había sido, su nombre estaba pintado en el cofre de mi auto, tal como el de un vándalo. Un par de rayones más yacían de la pintura de mi auto. Se veía completamente horrendo.

Un cumpleaños inolvidable, sin duda el mejor regalo

Nótese el sarcasmo.

Afortunadamente encontré un mecánico que estuviese cerca de la universidad, le comenté lo que habían ocurrido y lo dejé en él taller. Dijo que mañana buscaría los cristales para cambiarlos y empezaría a checar lo de la pintura. Pero que no era seguro que lo tuviera para esa semana.

Mis cumpleaños nunca han sido los más gratos de mi vida, pero jamás me había tocado uno tan espantoso. Se sentía como una jodida broma.