Compassion. Help me to be happy. || Randicon

Capítulo 2: El ladrón de negro.

-inserte título-

(A ver que se les ocurre UwU
Seguro uno mejor que el mío :'3)
Pd: La imagen no me pertenece.

    Milagrosamente las horas de clase se les pasaron rápido, por ende la hora del almuerzo llegó rápido afortunadamente para Howard, para Randy…No tanto, gracias a su antes nombrado amigo, por lo que solo pudo retirarse a buscar un lugar para esperar a su amigo, quien gozaba con su dinero y el de nuestro querido ninja.

--Cunningham, amigo, oye, tierra a Randy ¡Cunningham!

No se dio cuenta cuando era que su amigo había regresado, se había perdido en sus pensamientos sintiendo que algo le faltaba, como si SÍ se hubiera olvidado algo y no sabía que, aunque no quería admitirlo tanto que presumió.

--Perdona ¿Qué me decías?—Le preguntó Randy mientras se rascaba la nuca algo avergonzado.

--Así que sigues vivo—dio una mordida de su hamburguesa para luego comenzar a hablar con la boca llena, escupiendo y soltando varios pedazos de alimento sobre la mesa—queí que te gabias etido a ese ligro a engtrear o alwo.

--¿Qué?

Preguntó el oji-azul sin entender lo que su amigo decía, de igual manera que los lectores en este momento. Su amigo tragó la mordidita que le había dado a la hamburguesa y procedió a responder.

--¡Creí que te habías metido a ese libro a entrenar o algo!—Gritó sin vergüenza alguna, ganando que Randy le cubriese la boca desesperadamente.

--¡Shhhhhhhhhhh! Es un secreto ¿recuerdas?—Le dijo molesto entre dientes—La verdad quizás debería después de la decepción por lo del castigo por el trabajo de arte, ahora tendremos que trabajar el fin de semana también.

--¿Y te vas a poner a entrenar por eso? Ya tenemos bastante con el proyecto como para que te pongas a entrenar y me dejes haciéndolo todo yo solo.

Protestó Howard disgustado al ver como Randy tomaba su mochila en busca del libro.

--Pero Howard, entiende que como ninja tengo otras responsabilidades aparte de la escuela.

Se excusó, y era cierto que como ninja tenía sus responsabilidades, pero más que eso parecía disfrutar de las nuevas armas que podría aprender a usar, y no es por nada, pero estaban súper ultra mega cool.

--Lo que digas, pero trata de no estar mucho ahí. Aunque tengamos una hora libre pasa volando, y no sé cuanto pueda cubrirte diciendo que estás dormido.

Al final Howard terminó por ceder y comer su hamburguesa tranquilamente, ante esto Randy continuó su búsqueda en la mochila, pero, justamente ahí, algo ocurrió, algo que no le permitió tomar el libro, algo que respondería sus dudas mentales sobre que era esa sensación de vacío…

--¡EL NOMICON!—Gritó entrando en crisis, y sin dar importancia a que todos giraron a verlo de manera instantánea, para que luego saliera corriendo de la cafetería a revisar por todos los rincones de la escuela que ocurrió con el dichoso libro.

Sin saber que el querido NinjaNomicon lo estaba esperando en casa, sobre la cama justamente debajo de uno de sus bóxers sucios ,,muy respetuoso con su guía espiritual el Randy, pobre Nomicon,,

--Cunningham… ¡¿Se puede saber por qué saliste corriendo así?!

Preguntó Howard mientras esquivaba las cosas que lanzaba Randy de su casillero desesperado al no encontrar al tan necesario libro.

--¡El Nomicon no está por ninguna parte y no lo encuentro! ¡Santos ninjas, santos ninjas, santos ninjas ¡¿Y si lo robaron otra vez?! Ya sabes, como esa vez que Bash se lo llevó ¡¿Y si alguien se metió a la escuela y lo raptó?!