Fargexby

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DECLARACIÓN

El clima algo frío de la noche de otoño, Fargan y Alex se encontraban caminando por el pueblo de Karmaland después de un largo día de trabajo tratando de resolver los "sospechosos" casos que acontecieron durante el día.

Ambos caminaban a paso lento hacia la casa del menor, dándose un momento para admirar lo hermoso que era su pueblo. Las pocas luces que iluminaban el camino le daba un aspecto agradable, mágico.

–Alexby...

Un suave sonido gutural fue la respuesta del menor, mientras mirada las pocas estrellas que lograban verse en el manto oscuro de la noche.

–Mírame... – pido el mayor deteniendo sus pasos al llegar frente el gran molino.

Alex giro la cabeza para encontrarse con los ojos anaranjados con cierto brillo, las luces del pueblo alumbraban el casco del menor de manera tan perfecta.

–¿Puedes quitarme el casco?

–No, ¿para que, tío?

–Vamos Alex... Quiero hablar contigo sobre algo serio, quiero verte a los ojos anda – el mayor suplico parpadeando múltiples veces, sabía que el menor no se resistiría a eso.

–Ahg cómo quieras –respondió con molestia quitándose el casco dejandolo bajo su brazo. Sacudió su cabeza para quitar algunos cabellos que tapaban su frente mientras con su mano libre los acomodaba para al menos estar un poco decente. Miró hacia los ojos de Fargan.

El mayor se quedó embobado al ver las hermosas facciones del menor que eran perfectamente iluminadas por las luces anaranjadas de los faroles del pueblo, repasando cada detalle del menor, desde su barba de unos cuantos días hasta llegar a sus ojos, encontrandose con el esa cicatriz que le parecía hermosa para luego perderse así en la inmensidad de los ojos azules del contrario.

–Fargan... Deja de mirarme... – habló avergonzado sacando así de su ensoñación al mayor.

–Perdón es que eres una hermosura, no puedo dejar de mirar a tan perfecto ser... – Fargan sonrió tranquilo aunque algo nervioso.

Rodó los ojos negando haciendo que Fargan saltará una pequeña risa. – ¿Ya? ¿Es todo?

–No Alexby... Tengo que decirte algo... Pero espero que esto no afecte nuestra amistad, aunque ni te quieres alejar lo voy a entender por que se que es algo que-

–Fargan habla ya, eres mi amigo y te voy a apoyar en lo que sea, tranquilo ¿Sí?

El mayor suspiró y asintió bajando la mirada, buscando la manera de iniciar todo lo que tenía que decir.

–Bueno yo... Ehm... Bueno te quiero mucho y te aprecio, desde que llegue a Karmaland tu... Bueno tu haz sido mi amigo y creo que en mi esa amistad a cambio a otro sentimiento, no quiero que te sorprendas ni que digas nada, solo quería decirte por que ya no puedo callarlo más... – habló rápido sin volver a hacer contacto visual y moviendo repetidas veces las manos.

–Yo... ¿Te gusto? – Preguntó incrédulo el menor, con la boca levemente abierta.

–Bueno... Sí... Pero está bien si no sientes lo mismo, lo entiendo yo-

–Me gustas – soltó sin más el pelinegro.

Las orbes naranjas miraron rápidamente las orbes azules, en completo silencio, la sorpresa al escuchar esas dos simples palabras salir de la boca de Alex lo había dejado sin saber que decir.

–¿Q-que?

–Tu también me gustas Fargan...

El híbrido sonrió hasta donde su le fue posible, acercándose un poco al más bajo.

–¿Es en serio? – quería asegurarse de que esto no fuere ni una clase de broma.

–Me gustas joder ¿Feliz?

Fargan asintió acercándose para tomar las caderas del contrario, acercandolo a su cuerpo. – Eso quiere decir que ¿si te beso ahora no te molestaras?

–No si yo lo hago primero – el menor sonrió poniendo su mano en la mejilla del contrario para unir sus labios en un beso lento demostrando todo su amor por el híbrido.

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