I KNOW, I'M A WOLF
Omegaverse:★Alex híbrido de conejo, omega olor chocolate★
⚠︎Vegetta híbrido de lobo, alfa olor petricor⚠︎Una noche fría de inviero, la nieve caía dejando un gran manto blanco a toda la ciudad. A las afueras de está, en una casa solitaria sobre una montaña poco alta con una gran explanada ahora cubierta por la nieve, se encontraban Alex y Vegetta.
El olor tan dulce a chocolate del menor ahora se veía afectado por el miedo volviéndose un olor casi desagradable para el alfa.
–Vegetta... Por favor déjame salir... – su voz salió temblorosa de la boca del menor acorralado contra una de las paredes de aquella hermosa casa, el ojimorado estaba frente a él, sin permitirle escapar por ningún sitio.
–Pero conejito... Solo quiero hablar contigo, ya no quiero seguir peleando, por favor... Se que no debí gritarte, lo siento ¿sí?
De nuevo aquel alfa tan lindo y cariñoso que tanto le gustaba salía a la luz, pero ya no podía confiar más en él, ya no.
–Vegetta... Hablo en se-serio, déjame ir – el conejo puso las manos sobre el pecho del lobo para empujarlo levemente, el olor a tierra húmeda del contrario lo estaba agobiado de sobremanera.
La gran mano del ojimorado tomó una de sus muñecas sujetandola con fuerza, sin lastimarlo para quitarla de su pecho lentamente, mirando fijamente los ojos azules del conejo. La nariz de Alex se movia rápidamente en señal de miedo sin poder evitarlo.
Una risa sin gracia se escucho de parte de Vegetta al sentir el horrible olor a chocolate.
–No tengas miedo de mí, nunca te haría daño, lindo conejito... – su mano disponible viajó hasta una de las orejas sobresalientes del menor.
Instintivamente el menor la alejó sin pensarlo dos veces, el tic de su nariz junto con su respiración agitada lo hacía verse más vulnerable frente a ese hambriento lobo.
–¿Que pasa pequeño? – preguntó y rozó sus dedos y garras suavemente por la mejilla pálida del pelinegro.
El menor comenzó a sentirse asqueados por el olor tan fuerte que desprendía el contrario, quería, necesitaba aire fresco o su estómago regresaría por completo.
–Vegetta aléjate por favor – sé quejó desesperado empujandolo.
El ojimorado se alejó para no seguir sofocando al más bajo, suspiró y caminó hacia el salón con la esperanza de que el menor lo acompañé en un momento.
Alexby se apoyo contra la pared intentando regular su respiración, el olor a tierra mojada aún estaba impregnado en su nariz, cerró los ojos con fuerza y sacudió la cabeza.
–Alex... – Vegetta llamó parado frente a la chimenea, necesitaba arreglar de una vez las cosas con el menor. – Por favor hablemos... Ya no quiero seguir así...
El más bajo negó con la cabeza a pesar de no ser visto, lo único que quería era salir, salir y correr lejos de ahí.
–Alejandro te hablo – su voz salió demandante, no quería utilizar su voz de alfa contra el ojiazul.
Alex, con la cabeza gacha caminó a paso lento hasta llegar al salón, quedándose quieto justo en la entrada, sin mirar al mayor.
–Alex ven... – el mayor se dio la vuelta para encontrarse con el más bajo, caminó hacia él haciendo que se encogiera más en su lugar. – Alex... Se que eh cometido muchos errores... Se que no es fácil perdonarme...
–¿Crees que podré confiar en un sucio alfa como tu? – preguntó con enojo, aunque tratando de controlarse, gracias a su temperamento y el ser un omega le había traído muchos problemas en el pasado.
–Alex, cariño... Yo no quería hacer eso... Bien sabes que ese omega-
–Ese omega tenía nombre, Rubén y sabías que era mi amigo, pero claro, como tu eres el alfa, todos nosotros tenemos que estar siempre bajo tus órdenes, besarte los pies en todo momento.
–Alejandro... Bien sabes que el se lo ganó y yo no quería llegar hasta ese punto...
–¿Por qué desobedecio algunas cuantas reglas tuyas?
–Sabes que no fue mi intención hacerlo, sabes que fue un maldito error...
–No Samuel... Ya estoy harto de esto, dejame salir por favor... – el tic de su nariz continuó y algunas cuantas lágrimas al recordar al híbrido de oso comenzaban a caer por sus mejillas.
–Alex... Conejito... – nuevamente esa voz tan dulce y relajante. – Chiqui... Sabes que a ti nunca te haría daño, por favor... No quiero cometer el mismo error contigo... No me lo perdonaría...
El ojimorado se acercó al conejo para intentar consolarlo, envolviendolo entre sus brazos, repartiendo leves caricias por su espalda, susurrando algunas cuantas palabras de apoyo y cariño.
Lo único que quería era irse, escapar y estar lejos de ese alfa, no volver a verlo jamás, sin embargo era lo único que tenía, sin nadie que lo ayudará, solo teniendo el "apoyo" de Vegetta... No había escapatoria alguna... Su destino estaba claro y no podía hacer nada para que cambie.
El menor escondió su cara en el pecho del ojimorado, llorando por la muerte de su amigo, por la rabia y el odio que le tenía a aquel hombre y de la impotencia por no poder cambiar nada.
–Yo prometo cuidarte, te quedarás a mi lado, aquí nadie podrá hacerte daño...
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No salió como esperaba 😔👌🏼
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✨ Random Months ✨
FanfictionSubiré drables/one shots de diferentes Months de Twitter :) Dibujo de la portada por @_Alexburgo en Twitter 💚💜✨