Capitulo 5

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Narra Sam.

Observé a Maggie sentada en el suelo, levantó su cabeza y me miró fijamente. Me sentía mal al ver su labio partido y su ojo derecho morado, además también tenía un fuerte golpe en la mejilla derecha. Ella apretaba con la palma de la mano su costado izquierdo.

Maggie: Ya pagué la fianza.

Narra Maggie.

Algo me decía que Sam y Lena tenían que ver con que me molieran a golpes. Anoche Sam había ido al bar y había enloquecido de celos cuando vio cómo Kara me besaba muy cerca de los labios, pero ¿qué más se podía esperar si en pocas horas se había emborrachado?

Sam: Bueno, yo...

Antes de que Samantha pudiera responder, un policía abrió la puerta permitiendo el ingreso de una hermosa joven. Tanto Lena como su amiga giraron al verla, pero sus miradas eran muy diferentes.

Mientras una la miraba con cara de mandarla a conocer al mismo San Pedro, la otra la miraba con intriga.

Kara caminó con pasos firmes hacia donde se encontraban ambas mujeres.

Narra Lutessa.

Me levanté de la cama y busqué mis bragas. Estaba más que segura de que Imra haría lo que le pedí, después de todo nos convenía a las dos.

Narra Lex.

Caminé hasta la habitación donde seguramente se encontraban, y tal como predije, ahí estaban Eve y Líam. Ambos estaban pintando lo que sería la habitación de nuestro segundo hijo. Me acerqué a ellos, besé a mi esposa en los labios y luego levanté a Líam, quien tenía la ropa completamente manchada de pintura azul.

Narra Kieran.

Después de desayunar, bajé a la sala para esperar a Winn. Hoy me llevaría a mi nuevo trabajo. La verdad, ser stripper no me emocionaba, pero aún así estaba más que seguro de que después de algunas semanas conseguiría lo suficiente para poder devolver el dinero que había robado de la caja fuerte.

Había sido un gran error apostar tanto en esa carrera, pero por suerte sabía la contraseña de la caja fuerte y pude tomar lo necesario para pagarle a Lucy. Si no lo hubiera tomado, de seguro me habrían golpeado o peor, me habrían matado.

Narra Kara.

Caminé hasta donde estaba la novia de Maggie, quien estaba acompañada por una mujer muy hermosa. La miré de arriba a abajo, era alguien importante, eso estaba claro. Estaba vestida con un traje negro acompañado de unos tacones negros de cinco centímetros. Tenía unos ojos realmente hermosos, su mirada era penetrante y su rostro se mantenía serio, pero no como el de Samantha, que estaba muerta de ira y celos.

Miré a mi amiga, a quien habían golpeado, y sonreí con descaro.

Kara: Te dije que no tenías que meterte con esa prostituta.

Sam: ¿De qué habla esta? -preguntó alterada.

Maggie: No tengo idea, seguro es una broma de mal gusto.

Lena: Sam, yo me tengo que ir.

Sam: No, tú te quedas y me ayudas a llevar a Maggie al hospital.

Kara: Bien, si ustedes se encargan, yo me voy. Me ocultaré hasta la noche en tu departamento. En la madrugada me iré -le dijo a su amiga.

Maggie: ¿Y a dónde irás si no tienes ni un peso?

Kara: No lo sé, pero ya decidí no ir. Tal vez en la madrugada pueda vender mi cuerpo como una prostituta y obtener plata para irme -dijo encogiéndose de hombros.

Giró y caminó hasta la puerta, Lena la siguió dejando atrás a su amiga.

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