Verdadero amor?

Capitulo 8

Antes de morir, Alejandro Luthor dictó su testamento, el cual contiene tres cláusulas que solo benefician a sus nietas, Lena y Lutessa.

Para heredar su fortuna, ambas deben estar casadas con la persona que las haga reír día y noche, pero que también sea a veces una molestia para ellas.

Lutessa ya está casada, pero su esposo no es precisamente la persona que la hace reír día y noche, solo es alguien que le causa dolores de cabeza.

Lo segundo es que deben tener un hijo/a y llamarlo Alejandro/a tan pronto nazca, y el tercero es convivir con todos los Luthor durante dos meses en la mansión familiar.

El plan de Lena era casarse con Samantha y luego encontrar la manera de convencer a la morena de tener un hijo con ella.

Aunque Lena ya tenía la fortuna de los Luthor, la herencia de su abuelo era mucho más tentadora. La azabache había logrado que su padre firmara un documento en el que le cedía todo lo que tenía.

¿Cómo lo logró?

Fue sencillo para Lena. Ella no era hija de Lillian, sino que había sido comprada por su padre. La verdadera hija había fallecido en el vientre, y para evitarle ese dolor, su esposo compró a una bebé en el hospital.

Lena descubrió la verdad cuando su hermana tuvo un accidente leve hace dos meses y tuvo que ir al hospital. Allí, el médico le dijo que buscaran un donante con el tipo de sangre de su hermana, sin que su padre o su hermana lo supieran. Lena tomó una muestra de la sangre de su hermana y la llevó a su laboratorio, donde realizó una prueba de ADN que dio negativa.

Luego, buscó al donante y llevó la sangre al hospital, guardando el conocimiento para sí misma.

Penthouse de Lena.

Sam: Esa chica es ilegal, Lena. Te puedes meter en un lío.

Lena: Vamos, Sam, cuando estuvimos juntas, tú tenías quince y yo dieciocho.

Sam: Pero la diferencia era que yo nunca tuve a nadie más, Lena.

Lena: No digas eso. -Caminó hacia ella y besó sus labios-. Te quiero, lo sabes.

Sam: La morena besó los labios de la azabache-. ¿Cómo pude ser infiel, Lena?

Lena: Me lo merecía. Además, Maxwell es atractivo.

Sam: Es un idiota.

Lena: Hey. -Tomó la barbilla de la morena-. Ayúdame a cocinar algo realmente bueno.

Residencia Danvers.

Elisa: Tienes que buscarla, Jeremiah.

Jeremiah: Cálmate, ya sabremos de ella.

Elisa: No te importa su suerte, ¿verdad?

Jeremiah: Sí me importa.

Elisa: ¿En serio? -Dijo sarcásticamente-. Solo esperas ansioso que pasen cinco meses para finalmente tener el dinero que su madre prometió darte.

Jeremiah: Darnos, querida. Cat nos dará mucho a ambos.

Elisa: Yo no quiero nada de esa mujer.

En la noche.

Kara había cenado comida china con Maggie y luego comenzaron a conversar. Kara estaba intrigada por saber todo sobre la mujer que había comprado su cuerpo. Le gustaba, pero aún más le gustaba saber que ella era muy rica.

Después de hablar, Maggie fue a dormir y Kara salió a correr. Había tomado la ropa de su amiga. Cuando regresó a las 19:30, se bañó y volvió a ponerse la ropa de su amiga.

Cuando miró la hora, eran las 20:50 y suspiró al verse en el espejo. Solo un mes, solo tenía que estar con ella durante un mes.

El timbre de la puerta sonó y la rubia corrió hacia la puerta. La abrió y ahí estaba la azabache.

Lena: Kara.

Kara: Hola, Lena. ¿Quieres pasar?

Lena: No, gracias. -Ambas quedaron en silencio, solo se miraban, mientras Kara sonreía y Lena parecía seria.