Dulce Mentira

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Pov Aome

-. Mi niña, despierta Aome, ya ha amencido

-.hum...no quiero

-. Vamos Ao, debes levantarte, te hice de comer.

-.mi favorito?

-.tu favorito

Adoraba a Elías, él era tan... Perfecto, era único y me trataba como su tesoro, era su tesoro como me decía reiteradas veces, sonriendo me levantado, estiró mi cuerpo, Elías esta sentado en mi cama viéndome, extiende su mano a la que aceptó gustosamente, ambos vamos a la cocina y nos sentamos a desayunar, el siempre madruga para hacerme de comer, cuando vuelvo a casa me espera con la comida y en la noche yo le hago de cenar, siempre es atento conmigo.

-. Sonríes mucho,porque?

-. Tú me haces feliz, gracias Elías

-. No es nada, yo solo te cuido Aome.

-. Eres muy sobre protector conmigo,porque?

-. Porque... Importa? Solo te quiero cuidar, el mundo es cruel y no mereces esa crueldad, mi niña

Sus palabras son tan cálidas, sonrió cuando acaricia mi mejilla, terminamos de comer y cada quién se dirige a sus respectivos trabajos, caminó como habitualmente hago hacía mi trabajó. Era un día normal como siempre, pese a ello no evitó no recordar lo que hice durante el día, eso me entristece de cierta forma, desde que me dieron el alta en el hospital, he tenido pérdida de memoria, Elías me había explicado que fue ha causa del golpe, eso me deprimio un tiempo, después de eso, cuándo me vi en el espejo había empeorado más, había caído en una profunda depresión pero gracias a él logre salir adelante aunque ahora debo ocultar mi rostro del mundo.

-. Nuevamente estás pérdida en tus pensamientos Aome?

-. Elías...

Sonrió de forma inconsciente al verlo en la escalera de nuestro hogar, corro donde él abrazandolo, su olor me reconforta, olvidando lo nada que recordaba.

-. Ya veo, son tus recuerdos no? Ven, entremos, odio que nos vean

Murmura en mi oído, rio al escucharlo asi que entramos, en estos últimos años he aprendido mucho de él, Elías es reservado con su afecto, detesta saber que somos observados por el público cuando me acaricia lo pone de mal humor, llegue a la conclusión de que era celoso o más bien, posesivo, también cómo detestaba lo dulce, era cruel con las otras personas, egoísta y burlón, todo lo opuesto a mí, de una extraña forma nos complementados ambos, el era mi fuerte y yo su luz, su alegría como me decía.

-. No deberías de prestarle atención, toma adelante, tus pastillas

-.eres tan dulce Elías... Sin ti

-.shhh, no digas nada, mira, iras a arriba, te vestiras y saldremos si?

-. Cita sorpresa?

-. Cita sorpresa

Si afirmación me alegra de inmediato, tomo mis pastillas para ir corriendo a mi cuarto, tendría que embellecerme, río ante eso, parezco una adolescente enamorada tontamente, escuchó como Elías prende el reproductor de música en lo que me espera, emocionada visto un vestido simple pero comodo, cepillo mi cabello dejandolo ondulado entonces mi alegría se desvanece cuando veo mi reflejo, esa cicatriz...

Gruesas lágrimas se acumulan en mis ojos, si no fuera por esa cosa, no tendría tanto problemas de confianza, mi auto estima esta destruida gracia a ello, el suave peso de algo en mi cuello hace girarme para ver a Elías, este esta serio, pero no quita el hecho de que me quiera, su gran mano se posa en mi mejilla, acariciando la y recogiendo mis lágrimas, cierro mis ojos disfrutando el momento.

-. Deberías verlo

-.que cosa?

-. Eso

Confundida me giro, sorprendia veo el delicado y costoso collar que descansa en mi cuello.

-. Elías... Yo... No puedo, es

-. Es tuyo, deberíamos maquillar eso, asi podríamos ocultarlo y mostrar tu rostro al mundo.

Era sorprendente como el maquillaje hacía milagros, de hace un par de horas que salimos de casa, ambos caminábamos por el parque en un agradable silencio, era de noche, hacía un poco de frío pero pronto esa sensación desapareció por la cálida chaqueta de Elías sobre mí, pocas personas estaban en lugar, pero estas pocas me miraban de una forma que no sabría explicar o comprender, solo lo dejé pasar y seguí en nuestro pequeño mundo, disfrutando y adorando este momento.

-. Siempre fue asi?

-. Siempre, fue dulce y adorable conmigo, siempre fue...un engaño

-. Un engaño del que te saqué

Suspiró pesadamente, me levantó cogiendo ambos vasos y me alejo del cuarto para ir a la cocina, Sesshomaru me sigue, siento su mirada en mi, me vigila.

-.nos vigila...

-. Te recuerdo que tu eres em causante de todo ello...

-. Aome, no hables con él...

-. Y propones que lo escuche? Esa es tu idea sesshomaru?

-. Donde están tus medicamentos?

-. No están, Elías me dio dulces cuando se acabaron...

-.experimento con ustedes

Lanzó el trapo con el que limpiaba los vasos a un lado, me giró enfrentandolo, para mi sorpresa estaba enfrente mio, sus grandes brazos se apoyan a mi alrededor dejandome atrapada entre él y el lavalosas, tengo que alzar la mirada para encararlo, sesshomaru, se inclina para verme, pasa su mano por mi mejilla deteniendose sobre la cicatriz, puedo ver como frunce el ceño y sus ojos reflejan culpa y tristeza, algo se remueve en mi interior cuando leo sus pensamientos.

-.Aome... No lo hagas... Estas mejor conmigo.

Frunzo el ceño cuando escuchó a Elías en mi mente, sesshomaru parece notarlo, se aparta con intención de hacer algo, pero yo simplemente lo jalo besandolo, un besó que para mí no significa nada, un besó vacío para mi, pero para él, significa mucho mas de lo que quiero que sea, pero ya había escogido una decisión y me obligaría a cumplirla hasta el final, ya nada me importaba en estos momentos, esperaba que asi fuera a futuro.

-. No tienes que hacerlo, si lo apartas yo podría devolverte a esa felicidad Aome.

-. Sesshomaru...

-. Si?

-. Aome!! No tienes que hacerlo!!!

-. Hazme tuya...

-. Que? Estas segura de ello?

Jalo nuevamente su camisa atrayendolo en un beso, callandolo en el proceso e incentivando a Yako a seguir con lo propuesto.

Tres vidas para enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora