Tercer Corazón

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Lo único que podía captar eran los latidos de su corazón, por alguna razón sus oídos anulaban todo sonido a su alrededor, la nube de polvo que se había levantado comenzaba a diciparse solo para dejar en evidencia la batalla que se llevaba acabó a su alrededor, sus amigos la rodeaban protegiendola, peleando con los cientos de demonios que amenazaban con matarla, se sentía aturdida, débil y desorientada, la sangre escurria parte de su rostro y caía sobre su ropa hasta el suelo, el pequeño temblor seguido de un jalón la hizo reaccionar un poco, en sus brazos llevaba a Shippo, esta aterrado con lágrimas en sus ojos viéndola, este parecía hablarle pero no escuchaba más que sus propios latidos.

¿Cómo había terminado en esa situación?

Ah si, cuándo inuyasha corrió tras kikyo, todos se miraron antes de seguirlo, Sesshomaru había sujetado su brazo, con una expresión indiferente pero sus ojos revelaban la preocupación que sentía por dentro, Aome le sonrió para calmarlo seguido de un "todo estará bien". Que equivocada estaba, nada estaba bien en esos momentos, cuándo le dieron alcancé a Inuyasha, éste estaba frente a Kikyo, todos estabamos alerta, confundido e intrigados, el híbrido exigió una respuesta a su amada, aún con la esperanza de que todo estaría bien, pero no era asi, Kikyo lo observo sin una pizca de amor o sentimiento por él que no fuera de resentimiento u odio, su mano se levantó en su dirección y habló.

-.Inuyasha, vayamonos al infierno junto .- sonrió

-. Ki..kikyo...yo...no puedo acompañarte,lo lamentó...

-. Si es así, ¡¡entonces me llevaré a todos conmigo!!

Nadie pudo reaccionar a tiempo, de entre sus ropajes saco una joya que de inmediato sesshomaru reconoció como el collar de su madre, un gruñido escapó de su garganta antes de desenfundar su espada, todos se miraron confundidos y temerosos de lo que podía hacer el objeto en manos de su enemigo.

-. Quién te dio ese objeto!? .- exigió sesshomaru alterado

-. Mi querido Lord Sesshomaru, no ahí necesidad de alterarse .-sonrió Naraku apareciendo entre las sombras tras la miko-. Solo fue una pequeña reunión con Lady Irazue,es todo

-. Madre....

Deseaba ir, proteger a su progenitora, asegurarse de que estaba bien, pero antes de dar dos pasos se detuvo, observó a Aome tras ella, odiaba admitirlo pero se sentía como su hermano, indeciso de que hacer, por un lado estaba inquieto de que su madre resultará herida, sabía que la demonesa era mas que capaz de protegerse a si mismo, pero Naraku era tramposo, pudo haber utilizado cualquier método para dañarla y eso le aterraba de cierta forma, aunque le molestará su presencia a veces no podía odiar a la mujer que lo trajo al mundo, de todas formas era su madre, si se iba, el grupo de humanos perdería una gran ventaja contra Naraku, pero le preocupaba su Aome que al verla, esta solo sonrió y asintió, comprendía lo que estaba pasando y estaba de acuerdo en que fuera tras ella, simplemente se transformo en una esfera de luz y desaparecio.

-. Que comience la diversión! .-sonrió Naraku

Kikyo sujeto el objeto entre sus manos alzandola sobre su pecho, pronunció unas cuántas palabras y de su cuerpo se abrio un portal, había ofreció su único cuerpo de porcelana como medio de pago para desatar el infierno en la tierra, tomar lo que, por derecho le corresponde y finalizar su promesa, no le importaba perder su forma física sus almas serían retenidas por sus serpientes hasta que llegara el momento de liberarlos. Inuyasha por inercia salto hacía kikyo para detenerla pero al momento de tocar su mano, fue absorbido por el extraño portal que lo tragó sin piedad alguna, deshaciendo su piel primero, seguido de los tejidos y nervios dejando solo un hueso que se convirtió en polvo, inuyasha grito producto al dolor, cayo de rodillas en agonía debido a que estaba siendo absorbido, miroku iría en su rescate pero Inuyasha le gritó haciendo que se detuviera, si se acercaban más serían absorbidos, con pesar cogió su espada,mirando a cada uno de sus amigos le sonrió y por último vio a Aome, "Perdóname" murmuro antes de lanzarse en un ataque frenético al portal, todos y cada uno de los presentes gritaron horrorizados, el sacrifio de su amigo había cerrado el portal, las respectivas almas que eran sujetadas por la serpiente fueron liberadas, regresando al cuerpo de su correspondiente dueño, fue una pequeña calma que vivieron antes que Naraku ordenará el ataque, sin los dos mejores ventajas del grupo estarían acabados en cuestión de tiempo, el hibrido se divertiria con la miko antes de matarla, tanto Miroku, Sango y kirara daban su mejor esfuerzo en abrirse paso entre los demonios, Aome lanzaba sus flechas en apoyo, pero el chillido de Shippo la distrajo, éste venía corriendo donde ella siendo perseguido por demonios, un gritó calló escapo de sus labios al ver como era azotado contra un árbol, por impulso corrió en su dirección creando un campo de energía antes de que fueran nuevamente atacados,sujetó a su pequeño entre su brazos, un escalofrío rodeo su cuerpo cuando presencio a Naraku al otro lado del campo de energia, este sonreía ampliamente mientras acariciaba el campo ocasionando que se tornara oscuro, contaminando la energía y espíritu de la pequeña miko que abrazaba a su hijo adoptivo, ella negó asustada, se sentia vulnerable, sola y ansiosa, su hijo moriría si no hacía nada, en un momento de desesperación cuándo se vio envuelta en oscuridad grito, grito con todas sus fuerzas liberando su estrés, el miedo y la ansiedad que la consumían lentamente, su poder se había descontrolado ocasionando una gran explosión a su alrededor afectando a los mas cercanos, rodeo y cubrió a shippo con su cuerpo, su energia espiritual también la habia atacado a ella misma.

Tres vidas para enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora