¿Que pasa cuando la vida regresa del pasado a tus exnovios para darte la mejor lección de tu vida?
Leo siempre a sido muy afortunado en el amor, tanto que siempre jugo con los puros sentimientos de sus parejas, pero como todo karma su fortuna se des...
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La gente bailando, el sonido de la música, las risas y los malos chistes; la poca capacidad de algunos para coquetear, le solía agradar en su negocio mientras que no se partieran la cara como en varias ocasiones.
Sonrió a cada señorita de manera coqueta mientras preparaba el cóctel del cliente, si se podía llevar a alguien a la cama sería muy bueno. Sin duda ser el dueño del bar le podía traer ventajas pero también desventajas.
—Sagitario— fue interrumpido por el pelinegro y sonrió con molestia.
Intento desviar la mirada del joven y volver a la joven castaña pero sin duda se había ido por la interrupción poco apropiada. Suspiró y de golpe dejo caer su puño en la barra.
—Acabo de perder a un cliente— comenté pero en realidad era a una buena joven que me calentará las sábanas. —¿Que quieres?
Géminis se acomodo en uno de las sillas, me miro con seriedad, junto las manos y colocó sus codos sobre la barra.
—Aries no responde mis llamadas— me di la vuelta para tomar una botella de Whisky la cual necesitaría —Fui a su departamento pero está cerrado, ni siquiera pude contactarlo en su trabajo.
—¿Y eso me importa porqué?— interrogó sin acercarme demasiado.
—Por que puedo cerrar tu bar con unas palabras— manipulación, acaso le encantaba utilizarlo en mí —Dime ¿dónde está?.
Abrió la botella y lo tomo de pico, el necesitaba alcohol en su organismo, tal vez si había golpes ni lo sentiría. Pero sobre todo para calmar sus pensamientos de incredulidad; todo el mundo pensaba que el aguardaba secretos o sabía la verdad del universo, pues no.
—No pues por las buenas mejor— si sobrevivir ante todo —Te dejo un mensaje antes de irse.
—¡Se fue!, ¿a dónde?, Pensé que estaba jugando cuando dijo que terminábamos— dio otro sorbo.
Si fuera Dios le respondería pero no, cómo responder algo que no sabes.
—¡Me ves cara de sabelotodo!.
Géminis se cayó pensando hasta que no respondió y solo me miro como un depredador contra su enemigo mortal.
—Esto es lo único que te dejó— deje la botella y saqué un sobre de mi mandil.
El pelinegro abrió la carta con cuidado, tal vez era la dirección de Aries o había pasado algún improvisto que Géminis no se había dado cuenta.
Hola
Para ser sincero conmigo mismo deseo que te arranquen la polla, que se la den de comer a un perro y que te mueras por ser un imbécil de lo más grande.
En estos momentos me di cuenta que puedo seguir avanzando sin tener nadie a mi lado y que aborrezco que me llames por otro nombre hijo de puta, además odio tener que recibir tus llamadas por no tener el valor de llamar a Ofiuco y decirle que le amas. Eres un codicioso que no tiene los pantalones para decir la verdad.
Te ame bastardo solo por momentos cuando me mirabas, te quise cuando me tomabas de la mano y hasta suspiré como colegiada cuando me besas pero solo en momentos tiernos y la mayoría te odiaba a sangre fría porque siempre era de frente de él.
Pero oye te comento que no soy una puta como tus perras, tu dinero está aún en el banco, este es el número xxxx la contraseña es “Chupo pitó” por vergas.
Te doy un consejo de despedida por está carta de amor – odio que te tengo a ti.
“Declara tu amor al bastardo ese sin importar las consecuencias tal vez te acepte y si no pues mínimo di que lo intentaste” como yo lo hice, no lamento mis palabras o mis acciones cuando estuve contigo porque lo sentía, así que jodete solo está vez, no esperes que regrese porque hoy estoy más que bien.
Me voy de viaje, conoceré lugares, comeré todo lo que pueda y tal vez a revocar me con una persona con una verga más grande que la tuya pero sobre todo buscaré mi propia felicidad sin ataduras que lastiman.
Atte: Aries, el más chingon.
Cerró la carta y miro a Sagitario quien seguía bebiendo con los ojos fijos en él mostrando una sonrisa arrogante podía decirse que hasta triunfal.
—Te lo merecías, me agrada que por fin te dejaran.
—No era mi intención lastimarlo, solo quería que fuera feliz— hable arrugando el papel; que confesión más inútil en ese momento.
—Creo que ya lo es— Sagitario miro hacia el horizonte como recordando algo —¿Y tú lo eres?.
No respondió y solo me dispuse a salir, ya tenía todo lo que necesitaba, podría decirse que estaba satisfecho con las acciones de Aries.
—Geminis— Sagitario me saco el dedo de en medio —Aries te lo manda, dice: Espero que seas valiente está vez puto.
Asentí con la cabeza, ajusté mi traje y caminé hacia la salida. Tal vez era el momento equivocado de confesar que yo realmente amaba a Aries.
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