¿Que pasa cuando la vida regresa del pasado a tus exnovios para darte la mejor lección de tu vida?
Leo siempre a sido muy afortunado en el amor, tanto que siempre jugo con los puros sentimientos de sus parejas, pero como todo karma su fortuna se des...
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Escorpion sonrió como niño pequeño al notar a Capricornio fuera de su departamento. En esos momentos el pelirrojo sentía su corazón explotar de emoción.
—Capricornio— hablo. —¿Que hace ahí?, entre por favor.
Le abrió la puerta con mucha hospitalidad ante la mirada atenta de más de un vecino, sin duda las personas eran chismosas pero a él le importa un comino. Capricornio estaba en su casa.
—Esta es su casa, puede venir cuando quiera— se rascó la nuca algo avergonzado para continuar —Mejor aún le doy la llave de mi departamento.
Saco el objeto de su bolsillo y lo colocó en la mano ajena, causando mucha conmoción en el castaño claro.
—¿Esta es tu única llave?.
—Por supuesto.
—Entonces como entraras a tu propia casa si acabas de darme lo— la sonrisa perruna se desvaneció.
No lo había pensado sin llave de respuesto para entrar posiblemente tendría que entrar por el jardín a su propia residencia aunque no era mala idea podía dejar la puerta abierta aunque los ladrones entraran a robarme.
—Dejare la puerta del jardín abierto, soy bueno escalando paredes— Capricornio suspiro y negó.
Sin duda iba a rechazar mis llaves pero siempre había otras opciones.
—Pero hay una opción— mencioné sonrojado.
—¿Cuál?
—Puede vivir conmigo, así puede abrirme la puerta todos los días y ya no necesitaré la llave.
El se carcajea mientras se cubre la boca con una mano divertido por mi comentario. Yo solo miro maravillado como el sonido de su voz salé.
—¿Me harías la comida?
Asiento y el da un paso hacia mí.
—¿Me lavarlas la ropa?
Volvo a mover la cabeza.
—¿Cuidarías de mí cuando me enferme?
—Lo juro por mi teléfono que es lo más santo que tengo.
—¿Serías el esclavo de este anciano por toda tu eternidad?
—Me volvería un perro si así lo deseas Capricornio— llega hasta mi pasando sus brazos por mis hombros.
—Creo que aceptaré tu propuesta.
Siento mis ojos abrirse más de lo común y sin pensarlo paso mis manos por cintura para alzarlo y dar una vuelta juntos.
—¿Entonces si me ama?
El suspira profundamente y golpea mi frente con sus dedos sonriendo encantador se da la media vuelta para empezar a caminar no sin antes contestarme.
—Acaso no te haz dado cuenta— menciona irritado —Por supuesto que te amó.
—Si me acabo de dar cuenta.
Comienzo a caminar hacia el dueño de toda mi eternidad. Sin duda era él joven más feliz del planeta Capricornio me amaba y eso era más que suficiente para mí.
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