Entre tu tierra y mi cielo

Capítulo 8, parte 1.

U10.

Camuflé a Ariana con un vestido largo que tomé prestado de Flora, la novicia que confecciona los vestidos de mi hermana. La llevo por un camino largo y poco poblado a su nuevo hogar, al menos, hasta que Linc vuelva y se haga cargo de la situación. Tuve que hipnotizar a mi padre y nuestras madres, de tal modo que en el momento  que vean a Ariana en su mente se va a proyectar recuerdos falsos de su vida terrestre aquí. Fue una chica libertina que decidió no establecer lazos familiares. Es lo mejor que pude hacer en tan poco tiempo y sin correr el riesgo de perder mis alas. Es una falta grande manipular a mis padres, lo que me recuerda, debo conseguirle una familia antecesora a Ariana antes de las festividades.

—Parece un bosque, creí que esto era el cielo —me dice Ariana.

—Lo es, no cumplen las mismas funciones que en la tierra, de todos modos, Iviwel es el retrato de la misma para que los y las terrestres se sientan a gusto.

—¿Y cualquiera puede comer frutas en media calle?

—El fruto depende de donde te encuentres.

—Que extraño. En mi barrio si cortabas una plantita de otra casa se armaba tremendo lío.

Uff, otro vocabulario al que debo familiarizarme. Si bien él dice palabras que aquí no existen y sus modales se perdieron con el tiempo, tenía un nivel social que la palabra "lío" seguido de "tremendo" no existían. Hago mis propias conclusiones para seguir el hilo.

—En este mundo lo natural pertenece a los dioses, por lo tanto. —Le quito la hoja que arrancó del árbol—. No esta bien visto destruirlo. Puede tomar un fruto, no arrancar una hoja o flor.

—¿No regalan flores? —me pregunta con curiosidad superficial, no creo que en verdad le importe la respuesta.

—En macetas. Su mundo se mueve diferente al mío en ciertos aspectos, los cuales debe acostumbrarse, por ejemplo, aquí la palabra "pero" no existe, debe reemplazarla con un "mas" o "por lo tanto"¿Entiende? A menos que se refiera a un fruto de un manzano, o las guerras, estas son únicamente contenido de películas, por consiguiente, no se acostumbra hablar de temas que involucren violencia. Otra diferencia es el estado, ustedes en la mayoría de países, en su universo cuentan con democracia mas. —hago énfasis —, aquí rige la monarquía, cuyos reyes y reinas fueron elegidos por los dioses. Mi amigo Ged, con quien me vió el primer día, fue príncipe del reino Icered. En cuanto a mi, soy príncipe de Iviwel, mi madre, reina, y mi padre, rey, ellos fueron creados por Theia la diosa creadora de este mundo.

—¿Existen las bebidas alcohólicas? —Me pregunta.

—Si.

—Genial —dice.

Espero algún día llegar a comprender la mente de un mundano del universo nueve. Prefiero asumir que la abundante pizca de información que acabo de proporcionarle es demasiado para su cerebro o, al menos, para la situación que está atravesando, dado que este no es su universo, el problema es la falta de comunicación que traen consigo. Una humana de este universo desgastaría la lengua a preguntas, expresaría sus sentimientos, no respondería con un simple e insignificante; "genial"

Llegamos a su hogar temporal, mande a construir en una de las pocas parcela vacías que día a día se duplican. Accedí a su mente para averiguar sus gustos, debo admitir que me vi tentado por escarbar en lo profundo de sus secretos, mas la imagen de mi hermana se presentó para recordarme que está mal invadir a las personas sin su consentimiento, lo que no sabe es que lo hago hace años con su novio.

—Me encanta —me revela emocioada.

A Ariana le gustan las casas monoambiente donde el primer piso sea cocina, comedor y baño y en el entrepiso la habitación, fue rápido de construir. Tiene un gran jardín trasero y delantero y la decoración a detalle cuenta por su parte, dado que tienen mucho tiempo de ocio a los humanos les gusta encargarse por sí mismos.