Ella.
Los hombres y las mujeres nos alcanzaron y nos rodean. Sin perder de vista la gran amenaza que ellos y ellas representan, me alegra saber que el daño que causé tan solo fue temporal y espero que también lo haya sido para los el señor Crawford y la señora Bauer, que aún yacen inconscientes dentro del auto. El pedido de justicia del joven hombre lobo, que habla en nombre de toda su manada, asumo, resuena en mi cabeza. Principalmente porque no imagino en donde entramos nosotros. Tres humanos y dos seres sobrenaturales sin nombre. Aunque sé que mis hermanos tienen problemas con las brujas, mas ¿También con ellos?
—¿En qué podemos ayudarlos? —les pregunto.
El joven hombre de cabello hasta los hombros se ríe y mueve su cabeza hacia un costado.
—¿Es estúpida? —pregunta Daisy de mal modo.
—Es más inteligente de lo que crees, dulce Daisy —le dice el joven hombre lobo de cabello hasta los hombros.
—¿Sabes mi nombre? —le pregunta Daisy.
—¿Acaso no me recuerdas?
—No le hables a mi hermana —le dice Dylan desafiante y la esconde detrás de él.
—Te pido que no la confundas y respondas —le digo.
—Una chica que sabe lo que quiere, me gusta —me responde con picardía.
—Entonces, dime.
—No, princesita, así no son las cosas.
—No me llames de ese modo —le aclaro rápido.
—Entiendo. —Con los pies fijos, mueve su cuerpo hacia el lado que está Dylan. El chico detiene a los que me miran rabiosos levantando tan solo un dedo—. Aun no.
—Me gustaría saber a qué te refieres cuando hablas de justicia, me es curioso, dado que la crees encontrar al atacar a tres adolescentes —suelto.
—Saquémonos las caretas —dice. Lo miro confundida—. Que no seas hipócrita —aclara —. Sé muy bien que no eres pequeña, no puedes serlo.
—Al parecer crees saber muchas cosas sobre nosotros, en cambio es la primera vez que te vemos, tal vez puedas nivelar la situación —le digo.
—Va a ser una pena tener que silenciarte —me dice sin sentimientos en su voz.
—¿Por eso trajiste a todos tus amiguitos y amiguitas? Sabes que puedo contigo si estás a solas, ¿no?
Voy a usar las herramientas falsas que él trae y aprovecharlas a mi favor, ya que físicamente por el gran número de ellos y las faltas de conocimientos de mis habilidades por mi parte, estoy en desventaja.
Te—No eres rival.
—Mmm... No lo parece. Hasta el momento solo te has metido con los más débiles y el rescate fue muy rápido—juego con el tono de mi voz para molestarlo mostrando superioridad. ¿dos contra cuantos?—le pregunto a Dylan.
D—50 tal vez.
—Y ahora son—hago que cuento.
Una mujer lobo corre hacia nosotros en un grito enfurecido y se desvanece cuando intenta subir la vereda. Retrocedo ante el impacto. ¿Qué acaba de ocurrir? Ella... Mi angustia crece agravando la lluvia.
Te—En algún momento van a tener que salir. Rodean el predio—le ordena a su séquito.
Vuelvo con Dylan, él tiene los ojos de Daisy cubiertos.
—¿Cómo es posible? No lo entiendo.
Mira a Daisy dándome a entender que no puede hablar en su presencia.
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Entre tu tierra y mi cielo
FantasyElla fue criada en un mundo de fantasía, donde el amor respeto permanecen ante todo. Un día cae repentinamente en los brazos de él, en un mundo donde reina el caos. ¿Qué hizo que ella cambiara su hogar? Ellos lo saben, no obstante por motivos fort...