21. El laberinto.

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Llegó el día, tocaba poner rumbo al Wizink Center de Madrid, donde tendría lugar el evento Vive Dial, un concierto que reunía a algo más de 30 artistas, entre ellos, algunos amigos como Agoney, Aitana, Mimi, Ana y Cepeda, pero sobretodo, lo que me tenía con la mente en un punto fijo era que ella también estaría. Tendría que actuar a sabiendas de que ella estaría entre el público. 

En mi portal me esperaba Efrén, me acomodé el pelo y pusimos rumbo al Wizink. Llevaba un vestido negro de pequeñas lentejuelas con un escote en V que terminaba en el centro de mi abdomen, la falda del vestido me llegaba a medio muslo y lo acompañé de unos tacones negros lisos. Jesús como siempre se había encargado de dominar mis rizos y su equipo de maquillaje de sacar el mejor partido posible a mis facciones. Llegué al photocall, luces, cámaras y acción. Tocaba sacar la sonrisa más radiante, atender a los medios y posar. Pero en realidad, en mi cabeza no podía sacarme lo que había sucedido hacía una semana. Además, aquel pensamiento se había vuelto más recurrente al saber que Malú también asistiría al evento. Para qué negarlo, estaba entre nerviosa y preocupada. Al llegar coincidí con Agoney en el photocall. 

- ¡AMIGA!-grité en cuanto le vi.

Él rápidamente se giró y me envolvió entre sus brazos.

- ¿Cómo estás leona?-preguntó en un susurro para que nadie se percatara de nuestra conversa.

- Estoy, en teoría hoy vendrá.-respondí suspirando.

- Venga, nos echamos cuatro fotos y hablamos dentro.-dijo acariciando mi espalda.

Y tenía toda la razón, aquello mejor hablarlo con calma y en un sitio más reservado. Posamos juntos y por separado. Nos acercamos a atender a los medios y poco después ya nos encontrábamos en el interior del Wizink. Fuimos a la mesa de recepción donde nos asignaron el camerino y nos facilitaron la lista del orden de salida. Agoney actuaba de los primeros, tras Blas Cantó, yo sin embargo salía tras Carlos Rivera, pasado el ecuador del show, después de mí cerraban el evento Melendi, Vanesa Martín y como no, ella. Como siempre, la última en actuar, el plato fuerte de todo aquello. Pero claro, cómo no iba a ser el plato fuerte si aquel lugar era más suyo que de nadie. 

- ¿Vamos a por algo de beber?-preguntó Agoney sacándome de mis pensamientos.

- Sí, claro, vamos, aunque ya te aviso, no pienso beber nada que no sea agua.-dije con una sonrisa en los labios.

- ¿Ni después de actuar?-preguntó alzando una ceja.

- Ago que mañana vuelo a Londres, no puedo hacer tarde y no, ni me sugieras acabar la noche en Chueca porque no puedo.-dije divertida alzando un dedo como señal de advertencia.

- Qué rancia eres.-dijo con un gesto divertido.

- Qué pesada con Chueca.-respondí soltando una carcajada.

- Chica pues si vinieras ya te digo que se te quitaría ese espíritu abuelo con el que naciste.-respondió rápido mientras nos adentrábamos a una especie de bar que habían habilitado para los artistas.

Ago se pidió un agua pues en poco rato le tocaba actuar pero ya me avisó que después pensaba disfrutar del evento y volvería allí a por un cubata y me tocaría acompañarle. Divertida suspiré y nos acercamos a la zona de descanso donde se encontraban algunos artistas como Merche, Efecto Pasillo, Beatriz Luego o Carlos Baute. Al poco de acomodarnos en unos sillones sentí unas manos tapando mis ojos, instintivamente llevé mis manos a aquellas manos desconocidas que a decir verdad, estaban bastante frías. Las reconocí al instante, sonreí, era Aitana.

- Aiti.-dije con una sonrisa en los labios.

- Miriam, jo no vale siempre aciertas a la primera.-se lamentó sonriente. 

HALA KENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora