23. Ajedrez.

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Cogí aire, me senté y volví a leer con detenimiento.

"Malú y Albert Rivera anuncian que esperan un hijo." Acompañado de una imagen en la que salía la mano de Malú con un chupete y envuelta por la mano de Albert. Sentí furia, confusión, tristeza, rabia, decepción, frustración. Todo un mar de emociones. En aquel momento no podía ver más allá. Salí del estudio, necesitaba estar sola. Me senté al lado de la valla que rodeaba el establo de ponis y caballos. 

Tras unos minutos de intimidad, apareció Efrén.

- Miri, ¿cómo estás?-preguntó sentándose a mi lado.

- ¿Cómo estarías tú?-pregunté alzando una ceja.

- Es muy confuso.-dijo suspirando.- ¿No te dijo nada anoche?-preguntó.

- ¿Tú en serio crees que yo sabía algo?-pregunté seca.

- Yo que sé Miri. Dijiste que tenías la sensación de que había hecho algo, pero no me dijiste si descubriste que fue.-se explicó.

Ahí, justo en ese preciso mi mente hizo click. Ahí mi cabeza empezó a conectar cosas. Aunque me parecía demasiado extraño e incluso, demasiado pero ¿y si por protegerme había accedido a quedarse embarazara? Miles de teorías revoloteaban por mi mente. Cogí el teléfono y abrí su chat.

- "¿Qué ha sido eso?"-pregunté directa.

No recibí una respuesta inmediata. Algo frustrada por todo aquello decidí bloquear el teléfono, mojarme la cara y volver a meterme en el estudio. Me metí en una burbuja para no pensar, para no darle más vueltas al tema. Necesitaba aislarme de aquello, centrarme en el motivo por el que estaba allí, en Londres. 

Efrén me miraba con cierta preocupación, no estaba seguro de que focalizarme tanto en la producción del disco después de aquel huracán de emociones fuera demasiado bueno, pero no dijo nada. Me observaba desde el sofá.

Me senté en el piano y les enseñé la canción que había compuesto al poco de llegar a Londres. La canté con dolor y rabia, olvidándome de que estaba rodeada de gente. La canté para mí y para ella. La canté para el mundo a la vez, que hablen, que no saben y quieren saber. Cuando terminé se instaló el silencio en la sala. Me di la vuelta y vi a Patrick y a Paul mirarme fijamente y Efrén emocionado.

- Something is wrong?-pregunté con algo de temor.

- Wrong? Oh, no, no. That song... Wow, It's... unbelivable!-dijo un Patrick en cierta catarsis.

Sonreí ampliamente y fui directa a grabar las voces, necesitaba que quedase grabada la energía que me producía aquella canción sobretodo en aquel momento. La grabamos con mucha rapidez, salió casi del tirón. Estaba satisfecha. Cuando salí de la pecera Efrén me dio un cálido abrazo.

- ¿Cómo estás?-preguntó mientras me acariciaba el pelo.

- Bien.-dije sonriendo.

- ¿Seguro?-volvió a preguntar.

- Bueno, no me lo quito de la cabeza pero al menos ahí dentro me he desahogado.-dije encogiendo los hombros.

- Te estaba llamando Armand.-dijo acariciando mi hombro.

- ¿Armand? ¿Pasó algo?-pregunté extrañada.

- No, que yo sepa. Tal vez haya surgido algún evento o algo.-dijo encogiendo los hombros.

- Bueno pues reviso con Patrick y Paul las voces y luego le llamo.-respondí.

Me senté entre los productores y escuchamos las voces. En la segunda escucha empezamos a montar las voces y la verdad es que sonaba demasiado bien para ser un primer montaje. Estaba realmente satisfecha de aquella canción. Había sido un proceso creativo un tanto diferente. 

HALA KENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora