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Las lágrimas de Heather surcan sus pálidas mejillas. No la juzgo, yo sé perfectamente lo que se siente no ser correspondido. Desde que Ji llegó, los veía tan juntos... y yo pensaba que se daría algo entre ellos. A veces ser amigos íntimos no garantiza una relación amorosa.

—¿Qué hay de malo conmigo? —pregunta sollozando.

—Nada. No hay nada de malo contigo —contesto sobándole la espalda.

Me cuenta cómo se fue metiendo dentro de ella. Al principio, no fue más que el interés que todos sienten por el chico nuevo. Admite que le gustó en cuanto lo vio. Todavía recuerdo los ojos brillantes con los que ella lo miraba cuando lo presenté. Poco a poco, sin darse cuenta, le ha llegado a tener muchísimo afecto. Increíblemente, Heather tuvo el valor para confesarle sus sentimientos a Ji. Él le dijo que solo la veía como una amiga. «Increíble que una chica tenga más valor que yo».

Ahora, seguramente ese lazo de amistad inquebrantable se verá afectado por los sentimientos heridos. Supongo que ese es el miedo que yo tengo. Tengo miedo de declararle mis sentimientos a Hailey. Temo que me diga que no le intereso y que mi amistad con ella se evapore. Me rehúso a perderla. Me conformo con su amistad; sin sentimientos ni corazones rotos. Es lo mejor.

Ya llevo un año enamorado, pero mis labios se niegan a declararle a Hailey lo mucho que la quiero, y es un hecho que no se lo haré saber pronto. Terminó con Tyler. Es oficial. Ahora mismo, las probabilidades de concertar algo con ella son ínfimas. El dolor de la separación aún se le percibe en el rostro. Debe tener esperanza en reanudar su relación porque sigue en el grupo de porristas, poniendo limón en la herida al ver a Tyler más de la cuenta en los entrenamientos y ensayos.

Abrazo a Heather y la mezo como si fuera una niña pequeña. Poco a poco deja de sollozar. Ella estuvo conmigo cuando le conté mis alegrías y, ¿acaso no estaré con ella en sus penas?

—Eres muy bonita, interesante y amante de los libros. Lo lamento mucho. De todas maneras, ten presente que el indicado llegará, y yo solo espero que esté a la altura que tú te mereces —ella asiente con la cabeza; conmovida, pero estable.

—Gracias Noah. Ahora me gustaría estar sola, por favor.

—De acuerdo.

La dejo marchar. Arrastra sus delgadas piernas con tan poca energía que me gustaría correr y darle otro abrazo. Sin embargo, respeto su decisión.

Entro en el salón de clases. Como hoy no vino Lyanna, el espacio que nos separaba a Hailey y a mí ha quedado vacío, así que fui yo quien lo ocupó. No pareció molestarle mi presencia, eso es ganancia. Observo las expresiones lúgubres de Hailey y Samara; esta última intenta sin éxito levantarle el ánimo. Últimamente se han juntado aún más. Puede ser porque ella fue quien le advirtió de la infidelidad de Tyler.

Es un alivio para mí saber que Samara no me detesta. O al menos, no como el año pasado. Ahora es más cordial, probablemente porque ha visto la forma de comportarme con los demás, o puede ser que Hailey le haya contado sobre mí. No lo sé. A veces Hailey pareciera corresponderme, pero nunca en un modo romántico sino amistoso. Además de ella, están los buenos informes de Lyanna.

No soporto verla decaída. Me acerco con sigilo por el salón que está casi vacío. Me siento junto a ellas. En cuanto me ve recupera la postura.

—¿Hailey, estás bien? —mi frase conquistadora de siempre.

—Sí.

—Quiere estar sola —me advierte Samara.

—No, déjalo. Quiero hablar con él —Samara y yo arqueamos las cejas. No le queda más remedio que retirarse—. Quiero darte las gracias, por lo de la otra vez. Tus palabras... nadie me había dicho algo así.

IMPOSSIBLE LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora