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El sosegado momento ha desaparecido. Esto es incómodo para todos.

—Aquí tienen —dice Ji entregándonos unas tazas humeantes de café, además de una canastilla con panecillos.

—Gracias. No sabía que trabajabas aquí —intento alivianar el momento, pues la posición en la que me encontraba podría haberle parecido demasiado acaramelada.

—Bueno, es mi penitencia. Ya sabes, por la suspensión y eso —veo que se le agotan las palabras, pero no se queda con la duda que parece carcomerle—: Y..., ¿Ustedes dos...?

—No, solo somos amigos —responde Heather con total tranquilidad. El llanto y la soledad que ya pasó empiezan a purgarla de su enamoramiento.

La chica que tengo frente a mí ha hecho quedar a Ji como un entrometido. Veo en su cara que el chico se siente incómodo y se ha dado cuenta de que metió la pata. Asiente y se aleja hacia el mostrador.

—Eso fue increíble —felicito a Heather—. Por un momento pensé que le dirías que éramos novios o algo así. Ya sabes, para darle celos o algo.

—Créeme que una parte de mi quería hacerlo, pero la devolví a su sitio. De hecho, quería preguntarte algo. Espero que no me odies ni nada, pero me gustaría que me contaras más sobre tu primo.

—¿Dastan? —respondo sin ocultar mi desagrado—. ¿Te gusta él?

—Bueno...

—¡Dime que sí y llamo a Ji para decirle que somos novios y causarle celos! —exclamo interrumpiéndola.

—Noah, Ji nunca sentiría celos de ti, a menos que fuera por tus calificaciones. Y sí, siendo sincera, tu primo me parece muy lindo.

—Ok, primero que nada, auch. Y segundo, ¡Dastan es insoportable!

Heather arquea las cejas exigiendo una explicación y yo me deshago diciéndole lo mucho que detesto la actitud que Dastan ha tenido conmigo desde que vive con mi familia y lo humillante que es que me estén comparando con él casi a diario.

—Uy, parece que alguien está celoso.

—No estoy celoso, simplemente no me agrada. Aunque tampoco puedo detenerte, ¿verdad?

—Nop.

—Pues adelante. Ve por él y dómalo. Le vendría bien un poco de disciplina, para variar.

Me gusta estar con Heather. Puedo hablar con ella de lo que sea y no sentirme incómodo. Nos contamos nuestros miedos y preocupaciones, y nos damos ánimos para cumplir nuestras metas. Ay, sí, qué bien nos lo pasamos.

Los días avanzan y la estrategia de Heather (aunque parezca cliché) da resultado. Un día Heather hace como que no presta atención y choca con Dastan en el receso. Los papeles que ella cargaba se dispersan por el piso y no sé por qué, pero tengo la impresión de que esto ya lo he visto antes. Claro, en las películas.

No escucho nada porque estoy escondido detrás de una fila de casilleros a una distancia prudente, pero tal vez, solo tal vez el bufón de Dastan quizá no sea tan malo. Ambos se agachan y recogen lo que se cayó, sin embargo, varios chicos deambulan por el pasillo y me estorban la vista cuando por fin se ponen de pie, así que solo puedo especular.

Cuando Heather me encuentra se limita a mostrarme una hoja con un número de teléfono en ella y esboza una sonrisa triunfal. Al final salió bien parada. Empieza a parlotear sobre lo lindo que fue Dastan y lo sonrojado que se puso cuando vio que había chocado con ella. Asusta un poco lo decidida que está Heather por conquistar a Dastan.

Durante los siguientes días deja de sentarse con los de siempre y se empieza a juntar con Dastan y Emily. Dastan se sienta más con chicas que con chicos así que Heather debe tener mucha confianza en sí misma y un toque especial para que él no la deje en la zona del amigo.

IMPOSSIBLE LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora