3 años después de que Oikawa armara un grupo de Whatsapp con los otros setters que habia conocido, y se volvieran muy unidos. Todos terminan en la misma ciudad, estudiando diferentes carreras, ¿Qué puede llegar a pasar ahora que todos están juntos...
Sé que Koushi y Atsumu no imaginaron que, al decirles a sus enamorados a donde íbamos, ellos se iban a aparecer. Sé que no lo hicieron a propósito... ¡Pero tengo tantas ganas de golpearlos por ello!
Llevamos solo un día a bordo del crucero... ¡Y YA ME QUIERO TIRAR POR LA BORDA! No puede ser, enserio no puede ser que a donde sea que yo vaya, Kuroo vaya también. Ya me eh revisado la ropa cuatro veces para asegurarme de no tener ningún chip de rastreo, y estoy volviéndome realmente paranoico.
Es ridículo. Si yo voy a la sala de juegos, Kuroo viene detrás. Si voy a la cubierta a tomar sol, Kuroo también va. Si me escodo con Keiji en la biblioteca del crucero... ¡Él también va con Kotarou por detrás! ¡ES EXASPERANTE!
Ni siquiera sé como finalmente logre librarme de él, aunque tal vez se deba a que, ni siquiera Kuroo entraría a la sala de bingo de las personas de tercera edad...
Sí, posiblemente se deba a eso, pero las ancianitas son muy amables, me dan caramelos y galletitas, y el juego no es tan aburrido como lo imaginaba.
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Bueno, después de ganar seis bingos y cuatro líneas, salí de la sala, y me dirigí a mi camarote.
- ¡Hey Kenma! ¿A dónde vas? - ¿Es que acaso estuvo esperándome fuera de la habitación?
-Kuroo... ¿Me estás siguiendo? -Creo que mi mirada le dijo que debería cuidar bien sus siguientes palabras.
-No, son solo coincidencias. -Mi cara también debió decirle que yo no creo ni una palabra de lo que dice. -Te recuerdo que hubo un tiempo en que fuimos mejores amigos, y siempre íbamos a los mismos lados. Creo que ese habito no cambio. –
Como odio que pueda llegar a tener razón.
-Bien, me iré a mi camarote entonces. -Intente darme la vuelta para alejarme.
- ¡Te acompaño! -Y obviamente, él no va a dejarme solo, ¿verdad?
-No, yo me voy solo. -Declare, y él se me quedo mirando.
Empecé a caminar, y note que él venia justo detrás de mí.
-Te dije que me iré solo. -Repetí, caminando más rápido.
-Lo sé, voy hacia el mismo lado. -Que excusa tan patética...
Seguí caminando cada vez más rápido, con él detrás yendo a la misma velocidad... y al final terminé corriendo hacia el camarote. ¡Como odio mi mala suerte!
Entre acelerado a la habitación, y cerré la puerta con llave. No escucho a Kuroo seguir adelante, por lo que, creo que esta justo delante de mi puerta. ¡Demonios!
- ¿Estás bien, Kenma? -Keiji me pregunto desde su cama, donde está leyendo.
- ¿Por qué vienes corriendo? -Tobio también está en su cama, con una consola en las manos.
