Team of Setters: Familia por siempre

Los sentimientos de Atsumu

(Atsumu)

Nunca me había interesado nadie, ni siquiera mis compañeros de equipo, hasta el Campamento de Entrenamiento Juvenil. Al inició me centre en los jugadores más fuertes y llamativos, pero pronto me parecieron aburridos y deje de prestarles atención. Entonces, los note. 

Kageyama Tobio, setter un año menor que yo, y un genio... era hermoso, ingenuo e inocente. Quedé cautivado de inmediato y ya no pude despegar mi vista de él, excepto para mirar al otro chico nada extrovertido, Sakusa Kiyoomi, un as con unas manías muy raras y divertidas. Ambos me hechizaron, y ya no pude olvidarme de ninguno de los dos...

Hable con Samu de ellos. Me aconsejo que eligiera a uno y lo conquistara. Elegí a Tobio-kun, ya que parecía el más sencillo si no contábamos con un pequeño detalle, tenía novios. Aun así, y a pesar de que no me gusta meterme en relaciones ajenas, preferí pelear por él en lugar de acercarme a Kiyoomi-kun. Después de todo, lo mirara por donde lo mirara, Tobio-kun era mucho menos complicado que Kiyoomi-kun.

Quería estar cerca de mi encantador Kohai, así que decidí inscribirme en la Universidad de Tokio. Lastima que la carrera de Tobio-kun no estaba en el mismo campus, y para mi desgracia, acabo al lado de Samu en lugar de junto a mí.

No me desanime. Me aplique mucho, y termine en el Equipo Nacional con él, y obviamente, Kiyoomi-kun. Quizás las cosas hubieran salido mejor, si mi kohai no hubiera tenido un perro guardián muy molesto llamado Tooru-kun, que nunca lo dejaba solo, y a sus dos novios viniendo a buscarlo casi todos los días después de la práctica.

Cualquiera en mi lugar se hubiera rendido. Incluso mi hermano me lo recomendó, pero yo seguí insistiendo, acercándome a él cuando el otro setter no miraba, eh invitándolo a comer cuando sus novios no venían. Al final, conseguí hacerme su amigo, y con eso estaba feliz, aunque ansiaba más. No debí ser tan codicioso...

Fue el miércoles de la semana pasada, cuando Tobio-kun falto por primera vez a la práctica del Equipo Nacional, y todos supimos que algo andaba muy mal. Le preguntamos a Tooru-kun, pero solo se encogió de hombros y dijo que no se sentía bien. Nadie le creyó. Con Kotarou-kun y Wakatoshi-kun estábamos pensando en llamarlo, cuando uno de sus amigos entro al gimnasio. Era un chico bastante adorable, a quien Tobio-kun siempre llamaba "Ken".

Tetsurou-kun y Kotarou-kun se acercaron a él, muy preocupados. Entonces, la realidad nos golpeó. El chico nos conto lo que los novios de Tobio-kun le habían hecho, y mi sangre hirvió. ¿Cómo se atrevían? Mi kohai es tan dulce... no se merece algo así. El chico nos pidió ayuda para vengarse, ¿y quienes éramos nosotros para negarnos?

El Equipo Nacional es como una familia. Somos todos para uno y uno para todos. Siempre nos protegemos y cuidamos. Y eh de decir, que mantenemos un ojo vigilante en los menores de todos... Tobio-kun es el más chico. El Equipo Nacional quería venganza.

El plan del amigo de mi kohai era increíble, y creo que nunca me había divertido tanto haciendo una broma como esa. Era elaborada y perversa, y definitivamente la más graciosa en la que hubiera participado. Los dos chicos quedaron hechos un desastre, y a uno le dimos en la cara, por lo que, seguro termino con la nariz rota. Sin embargo, una vez que todo acabo, no pude evitar sentir un vacío. Me hubiera gustado que Tobio-kun hubiera estado ahí para verlo... Me hubiera gustado que sonriera, o por lo menos contestara mis mensajes, pero nada paso.

Hoy martes, recién pudimos apreciar su presencia, aunque se nota terriblemente decaído y molesto. Depende la persona que se le acerque, ladra o suspira, y parece que se va a largar a llorar en cualquier momento. Mi pequeño kohai... tengo tantas ganas de abrazarlo y decirle que todo va a estar bien.

Es obvio que no soy el único que piensa eso. Todos mantenemos la vista en él, pero nadie quiere hablarle. Se ve tan frágil... Hasta Samu se mantiene al margen eh intenta hacerlo sonreír.