3 años después de que Oikawa armara un grupo de Whatsapp con los otros setters que habia conocido, y se volvieran muy unidos. Todos terminan en la misma ciudad, estudiando diferentes carreras, ¿Qué puede llegar a pasar ahora que todos están juntos...
No puedo creer que ya hayan pasado dos semanas desde la cita en la feria. El tiempo se va volando cuando uno tiene exámenes. Gracias al cielo, los aprobé todos, y hoy tendré una noche divertida, pues haremos una pijamada de setters en la casa de Shi y Kags. ¡No puedo esperar!
-Koushi-kun. -Escuche mi nombre y me voltee, mientras caminaba hacia la cafetería.
-Hola, Atsu. -Salude al nuevo miembro de nuestra rara familia.
-Hey, ¿qué tal todo? Estas semanas he estado muy ocupado y ni pude hablar contigo. -Me comento.
-Sí, yo también estuve ocupado. -Le conteste. -Pero estoy bien, ¿y tú? ¿emocionado por la fiesta de esta noche? –
-Sí, mucho. -Atsu parece la clase de chico al que le encantan las fiestas. - ¿Cómo son las pijamadas con ustedes? –
-Bueno, Kags cocina la cena, miramos películas juntos, comemos helado, hablamos... -Mi compañero asentía a todo lo que decía. -Mayormente hacemos una guerra de almohadas en algún momento, también jugamos verdad o reto... lo que, puede que no siempre termine bien...-
- ¿Qué quieres decir con que "puede que no termine bien"? -Me cuestiono.
¿Cómo le explicas a un compañero sin asustarlo que "verdad o reto" puede terminar con algunas personas gritando o rodando por el piso a los golpes?
-Tendrás que verlo tú mismo, no puedo explicarlo sin asustarte. -Susurre lo último, pero creo que me escucho.
En general nuestras pijamadas son divertidas, aunque puede que esta noche las cosas se salgan de control un poco más de lo normal, a fin de cuentas, yo debo confesarles algo que no sé si lo tomen muy bien...
El resto del día después del almuerzo lo pase tranquilo, y al llegar la tarde, me prepare para ir a casa de Shi. Estaba caminando de un lado a otro en la sala, esperando que Tooru llegara por Ei y por mí, cuando mi amigo hablo.
- ¿Puedes dejar de moverte? Me pones nervioso. -No es la primera vez que alguien me dice eso.
- Lo siento, estoy algo ansioso, jeje. -Le contesté y me senté a su lado.
- ¿Por qué? -Me pregunto, desviando su mirada de la revista en sus manos.
- Porque hay algo que debo contarles... y me da miedo lo que puedan decirme. -Creo que me estoy poniendo más nervioso aún.
- No tienes que tener miedo, somos amigos, familia. No importa que hagas, siempre estaremos ahí para ti. –Me replico.
En ese momento tuve tantas ganas de abrazar a Ei, pero me contuve porque finalmente llego Tooru y nos fuimos.
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El departamento de Shi siempre nos parece el más acogedor, con almohadones por todos lados y el piso alfombrado. Además de los peluches que están repartidos en todos los cuartos. Quizás nadie lo sepa nunca, pero a pesar de que tanto Shi como Kags parezcan serios todo el tiempo, ambos adoran con toda su alma los animales de peluche, por lo cual, todos vivimos regalándoselos solo para verlos sonreír.
