No me gusta....¿O sí?(Haikyuu X (T/N))

capítulo 3

Te levantaste más temprano de lo usual y ibas de camino a clase cuando viste a kageyama a lo lejos.

Querías acercarte a él y así poder hablar pero sabías que aquello no era una buena idea.

De repente alguien paso corriendo por tu lado y el de kageyama.

Este también salió corriendo y tu te quedaste flipando de la rapidez de ambos.

Llegaste a clase y te sentaste en tu sitio.

Miraste por la ventana, te quedaste viendo aquellas nubes...lindas y esponjas nubes.

El timbre sonó anunciando el comienzo y 5 minutos después hinata llegó siendo regañado por el profesor.

-¿Dónde estabas?- preguntaste por lo bajo.

- Practicando.

-¿Tan temprano?- preguntaste extrañada.

-Tanaka nos abrió el gimnasio.

- Que chaval...¿Y cómo va?- el chico se quedó mirando al vacío.

-Sin comentarios- reiste ante su repuesta siendo mandada callar por el profesor.

Cuando llegó el descanso hinata te pido que lo ayudarás y tu aceptaste encantada.

-¿Y por qué quieres vencer a kageyama-kun?- preguntaste levantado el balón.

- Porque si no no podré seguir avanzando- dijo recibiendolo- me ganó en un partido en secundaria...y jure que la próxima vez que jugaramos le ganaría y yo sería el que se quedaría en la cancha más tiempo.

- ¿Jugaste con él antes?  Que suerte...- dijiste recibiendolo tu esta vez.

-Suerte...¿Tú no juegas con kageyama a pesar de ser vecinos?- pregunto extrañado.

- No... dudo que él quisiera jugar conmigo y...también dudo que le caiga bien- dijiste algo apenada.

La pelota golpeó la cabeza de el chico al oír eso.

-¿Como puede ser eso? Eres muy maja y además juegas voleibol- dijo casi gritando.

- No se...supongo que no puedes gustarle a todo el mundo- dijiste cojiendo la pelota- Aunque me gustaría saber por qué....- le pasaste el objeto- Junta más tus brazos al recibir, si no se te desviarán.

El chico asintió y volvisteis a empezar.

Lo que ninguno de los dos sabía es que cierto pelinegro había escuchado aquella conversación.

El descanso termino y luego las clases, te despediste de hinata luego de darle unos cuantos consejos y volviste a casa.

- Oye...has mejorado de repente- dijo kageyama al ver que no se le escapaban tantas.

- Es gracias a (t/n), me ha dado unos cuantos consejos en el descaso- dijo emocionado- ella es genial...¿Por qué no te gusta?- pregunto de repente sorprendiendola el pelinegro.

- Y a ti que te importa- dijo desviando la vista.

- Lo hace, siempre que habla de ti se le entristece la mirada...y eso no me gusta- dijo fallando al recibir- mierda.

Kageyama se quedó pensativo.

¿Se pone triste al hablar de mi?

Siguieron practicando hasta tarde a pesar de la molestia de los nuevos integrantes de el equipo.

Al llegar a casa, kageyama subió a su cuarto y miro por la ventana.

Allí estabas tú, en el patio pasando de un lado a otro de la red, jugando contra ti misma.

Al chico se le escapó una pequeña sonrisa que borro inmediatamente.

Te tiraste al suelo agotada, miraste las estrellas y respiras te profundamente.

De repente tu teléfono sonó.

-¿Que paso?

Hey, enana acabo de ver al viejo y dice que te mandé recuerdos-

-Oh, genial ¿Como está el abuelete?

Pues por desgracia aun vivo-

- Keishin...

Es broma mujer...¿Y tu cómo vas?-

- Bien...creo que he hecho un amigo

Bueno notición...¿Cuánto le has pagado?-

-¡Keishin!

Oíste la risa de el chico y no pudiste evitar contagiarte.

Seguiste hablando con el un rato más y luego colgaste.

Te diste una ducha y cenaste viendo un partido.

Miraste la hora y te fuiste a dormir.

Podías ver qué la luz de el cuarto de kageyama seguía encendida, suponías que aún se estaba preparando para mañana.

Comenzaste a cerrar los ojos...

El despertador sonó dando un nuevo día.

Hiciste tú rutina y fuiste a clase.

Clases aburridas practicar con hinata más clases y a casa.

Ese fue el resto de tu semana.

El día antes de el partido pegaste un pequeño cartel en tu ventana y te fuiste a dormir.

A la mañana siguiente cuando kageyama abrió la ventana vio aquel mensaje.

"Mucha suerte en el partido, seguro que ganáis"

Una sonrisa se formó en sus labios y comenzó a prepararse.