Estabas paseando al perro cuando te encontraste con hinata.
-Oh, buenos días (t/n)- corrió hacia ti- ¿Que haces por aquí?
-Estoy...paseando a...- silbaste para que tú perro volviera- a quebrantahuesos.
Un pastor alemán negro como la noche corrió hacia ellos, hinata se encogió detrás de ti rápidamente.
El perro se sentó enfrente de su dueña.
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- Quebrantahuesos di hola ha hinata- dijiste apartándote- tranquilo hinata, es totalmente inofensivo, mira- hiciste como que lo disparaba y este calló al suelo.
- Awww, que mono- dijo acercándose, era suave, muy suave.
Adorabas cuidar su pelo.
- Oye...¿,Te apetece jugar un rato?- dijo mostrandote una pelota, miraste a tu perro y luego asentiste.
Fuisteis a un descampado al lado del río.
Te arremangarse y comenzasteis a pasaros la pelota.
-¿Y como van los entrenamientos?- preguntaste por hablar de algo.
- Bien, dentro de poco tendremos una práctica con el nekoma- dijo emocionado.
- A si, keishin me comento algo sobre eso, me pidió ayuda pero me negué- al chico se le callo la pelota.
-¿Por qué?- pregunto acercándose- ¿Por qué te has negado? Los chicos dicen que ayudabas de vez en cuando junto al entrenador.
- Si...pero era porque él está ya muy mayor, Keishin es joven...no necesita de mi ayuda- dijiste recogiendo el objeto.
-Pero sería genial tenerte en el gimnasio, además solo tenemos una manager...nos vendría bien algo de ayuda.
- No se hinata...yo no creo que deba...- miraste a tu perro, estaba tumbado en la hierba mirando el río- Tengo que cuidar la casa y a quebrantahuesos.
- ¿Es por kageyama?- lo miraste sorprendida.
Te sentaste junto a tu perro y hinata hizo lo mismo.
-Si...lo conozco desde que tengo 13 años...y no se si le hice algo o hice algo que lo molestará pero siempre me ignora o es arrogante conmigo...se que es parte de su personalidad pero...aún así no entiendo porque tiene que ser tan duro- acariciabas la tripa de el animal- Si voy al gimnasio muy seguido lo más posible es que se moleste y no se concentre bien así que...por mucho que quiera ir no debo- hinata te escuchaba atentamente, tu tono era algo más apagado y eso no le gustaba.
- Es una pena....- dijo mirando al frente-no entiendo como no puedes gustarle...eres impresionante.
Las palabras de el chico causaron que tus mejillas se tornaran rosas.
-Gracia hinata....tu también eres muy impresionante- el chico se sonrojó y ambos os quedasteis callados.
De repente el animal se levantó y salto al agua para atrapar un pez mojando a ambos.
Reisteis mientras veíais como intentaba atrapar al pez sin resultado.
Sacasteis al perro de le agua y fuisteis a tu casa para poder secaros.
Os cambiasteis de ropa, por suerte tenías una ropa ancha para hinata.
- WoW, tienes una red en tu patio- dijo saliendo.
-Ah, si, juego sola así que no me sirve de mucho- dijiste dejando salir a tu perro- Quebrantahuesos es mi compañero armador ¿Verdad,chico?
El perro ladró dos veces.
-¿Sabe hablar?- pregunto hinata sorprendido.
-Bueno, es un perro muy listo...casi más que yo ¿Quieres ver de lo que es capaz?- hinata asintió rápidamente.
Cojiste una pelota más blanda y la tiraste al cielo.
- Quebrantahuesos....arma- dijiste en alto.
El perro corrió hacia la pelota y con el hocico volvió a mandarla a volar en tu dirección.
Tu la remataste pasando al otro lado de la red.
- Buen chico- dijiste sacando una galleta del bolsillo y tirándola al aire.
- Eso a sido.... IMPRESIONANTE ¿COMO LO HA HECHO? ES UN PERRO, TU PERRO SABE ARMAR- grito tirándose a abrazar al animal- ¿Quieres ser mi amigo?- quebrantahuesos ladró dos veces.
-Eso es un si- dijiste riendo.
A causa de los gritos de el chico kageyama subió su persiana para ver qué era lo que ocurría.
Al veros allí juntos jugando al voleibol una especie de molestia se formó en su interior.
Era la primera vez que te veía jugar con alguien que no era tu perro.
Y eso....le molestaba ¿Por qué estaba aquella mandarina en tu patio y jugando contigo?
¿Por qué reiais tanto?
El pelinegro negó con la cabeza y volvió a bajar la persiana.
- ¿Te apetece quedarte a dormir?- le preguntaste de la nada- Nunca había estado con alguien en mi casa y es muy divertido...por favor, solo por hoy- el chico acepto y aviso a su familia.
Seguisteis jugando y conociéndos.
Tu le dijiste que quebrantahuesos llevaba contigo desde que eras una niña.
Él te dijo que tenía una hermana pequeña y que era su viva imagen. Te mostró una foto y tu eras incapaz de creertelo, era como ver a aquel chico con coletas.
Os pusisteis a hacer la cena y de milagro no quemasteis la casa por estar viendo el partido de la tele de reojo.
Salisteis al patio para poder disfrutar de la buena noche que hacía.
- Esto es muy divertido...- dijiste por lo bajo.
-¿Comer en el patio?- pregunto incrédulo.
-No...tener un amigo...es muy divertido- sonreiste- gracias hinata.
Él chico se sonrojo a más no poder.
-Estoy...no es nada..tu también eres muy divertida...y bueno...Si- reiste ante la reacción de el chico y miraste la ventana de tu vecino.
Como siempre su persiana estaba bajada.
Os preparasteis para iros a dormir.
Pusiste a un futón para hinata a un lado de tu cama.
-¿Y como es Tokio?- pregunto cuando le contaste donde vivías antes.
- Grande...muy grande, allí tenía dos amigos- sonreiste nostalgia- la verdad es que les echo mucho de menos, ahora mismo de seguro están en algún equipo de voleibol.
- ¿También jugaban voleibol?- asentiste.
- Si...siempre obligabamos a kenma a jugar con nosotros- dijiste riendo- la primera vez que jugó y sus brazos se pusieron rojos pensó que se moriría- reíste más fuerte.
Tu ventana estaba abierta por lo que el pelinegro podía escuchar vuestras risas.
Después de un rato más hablando pagasteis la luz y os fuisteis a dormir.
Kageyama era incapaz de hacerlo sabiendo que tú y aquel pelinaranja os encontrabais en el mismo cuarto.
