Capítulo N° 5.1 | Familia unida.

1K 60 7
                                    

IMPORTANTE: ESTA "REUNIÓN" TRANSCURRE CUANDO RYOUTA YA SALIO DEL HOSPITAL. ASÍ QUE PERDÓN SI RETROCEDO EN PRÓXIMOS CAPÍTULOS Y PONGO ESCENAS DONDE RYOUTA AUN ESTA EN EL HOSPITAL O ESAS COSAS, CON EL TIEMPO ME OCUPARE DE MODIFICAR SI ALGO QUEDA MAL, GOMEN. OTRA COSA QUE VOY A ACLARAR, CREO QUE EN CAPÍTULOS ANTERIORES USE EL CHAN CON LOS DONCELES, Y LA VERDAD ME ARREPENTÍ, PORQUE ES MEJOR CUANDO SE DIFERENCIAN , ES DECIR, KUROKO CON EL KUN, TAKAO CON EL CHAN, Y ASÍ.
PENSÉ EN VOLVER A USAR COMO EN REALIDAD ELLOS HABLAN, O POR LO MENOS BUSCAR DISTINTAS MANERAS PARA NO CONFUNDIR TANTO. ASÍ QUE SEGURAMENTE ESTE EDITANDO CAPÍTULOS ANTERIORES POR ESTE TEMA, PORQUE REALMENTE NO ME ACUERDO QUE HICE XD MIL DISCULPAS :V
Les dejo como llamaran a sus amigos cada uno.
Tetsuya: con el kun, algunos por el apellido y a otros por el nombre.
Tatsuya: Por el nombre a algunos y a otros por el apellido. Ningun honorifico.
Kazunari: Con el chan, a la mayoria.
Kouki: Con el san, chan o nombre.
Ryouta:  Con el chii. A los no conocidos con el san.
Taiga: Solo apellido, sin honorifico.
Atsushi: Con el chin, y en algunas situaciones por el apellido.
Shintarou: Por el apellido, (A Takao le dira: Kazunari, Kazu, Bakao, o Takao. Incluso amor :v no sera tan tsundere, sorry.) sin honorificos.
Seijuro: Por el nombre, sin honorificos.
Daiki: Nombres acortados, a algunos con apodos y a veces solo el apellido, no usa honorificos.

Tema honorificos, es obvio que si se dirigen a personas que no conocen, son cercanos o son tipo policias, doctores no conocidos de ellos usaran honorificos.
Y aclare eso solo porque hay casos como Kuroko, que llamara a algunos por su nombre-kun o Tatsuya que llamara a Takao Kazu, detalles xdxd
________________________

Habían decidido que la reunión seria en el apartamente de Kuroko y Kagami, por una cuestión de cercania, espacio y privacidad absoluta.
Los dueños de casa habían decidido comprar bocadillos, bebidas y algunos dulces o yogurts para los pequeños. Los primeros en llegar fueron Atsushi y Tatsuya. El peliceleste y el pelinegro se adentraron a la habitación a hablar y cuando llegaron los siguientes invitados volvieron a la sala.
-¡Kouki/Kouki-kun!- gritaron al unisono Kuroko y Himuro. Quienes corrieron a abrazar al castaño.
-Moo~ chicos, también existo.- dijo Takao haciendo un puchero y fingiendo estar ofendido.
-¡Kazu/Kazu-kun!- gritaron los donceles. El pelinegro no dudo en unirse al abrazo familiar, y con ellos se unieron seis brazitos más.
-¡Tíos!- gritaron todos los niños muy sonrientes, los adultos se enternecieron ante aquella escena.
Terminaron todos de saludarse y hablar cosas muy triviales y alejadas de los temas más importantes.
-Bien, niños, ¿Quieren ver tele y comer golosinas?- dijo Taiga mientras cargaba sin problemas a los tres niños y los llevaba a la habitación. Al terminar de dejarlos mirando tele y jugando volvio con sus amigos.
-Bien, Daiki acaba de decirme que ya casi llegan.- dijo el pelifresa mientras respondia un texto. Todos asintieron y siguieron hablando relajadamente hasta que el timbre sonó.
-Yo voy.- dijo Kuroko.
Volvio a la sala acompañado por el moreno y el rubio.
Los tres donceles restantes querían saltar a abrazar a Ryouta, pero fueron detenidos por el rubio con una sola mirada. -Yuuchii, son tus tíos. No tengas miedo, Ya los conoces, ¿No es cierto?- Sonrio mientras acariciaba los cabellos azules de su pequeño, que había comenzado a asustarse del exterior y las personas luego de pasar todo el shock. Aomine se puso a la altura de su pequeño y le susurro palabras tranquilizadoras, a pesar de no ser mucho el tiempo que llevaban juntos, el pequeño Yuu y Daiki tenían una increíble conexión y desde que Yuu había conocido por fin a su padre no quería despegarse.
El niño solto una sonrisa y salio de atrás de las piernas del rubio.
-Gracias.- susurro Kise, Aomine le dedico una pequeña sonrisa.
-Hola Tíos... los extrañe.- dijo el niño sonriendo, su sonrisa era igual de brillante que la que alguna vez tuvo su rubio padre.
-Yuu, tus primitos estan en la habitación mirando tele y comiendo dulces, ¿Queres ir?- pregunto Taiga. El niño miro a Ryouta quién le sonrio y asintio como dandole permiso. El pequeño Yuu dependia siempre mucho de su mami y aparte siempre hacia las cosas con su permiso, sino, no.
El niño hizo una reverencia a todos los presentes y corrio con sus primos.
-Bien... Gracias... chicos...- el rubio comenzo a llorar sin darse cuenta.
Aomine no dudo en abrazarlo, dejando a todos muy sorprendidos.
Cuando el rubio estuvo listo, comenzaron la conversación.
-Shintarou, ¿Por qué no empezamos por tu problema?- Dijo Akashi tranquilamente, el peliverde asintio.
-Mi padre me demando por abandono de persona.- Akashi sonrio con burla, pero no hacia su mejor amigo, sino hacia la estúpidez que el padre del peliverde cometio. -¿No sabe que ya estan divorciados?- Shintarou sonrio y negó. -Claro que no.- Dijo el doncel pelinegro.
-Kazu, tranquilo. No es la gran cosa.- dijo el peliverde acariciando la mejilla de su pareja. El pelifresa sonrio complacido, sabia porque el peliverde decia que no era gran cosa. Porque el era el abogado de todos en la familia. -Como dice mi amigo, no es la gran cosa. Mañana no existira esa demanda.- dijo muy seguro de sus palabras. -Aun no creo que tu padre se atreva a desafiar mis habilidades con ese bufet de abogados mediocres.- A ninguno le sorprendia aquella actitud del pelifresa, ni les molestaba. Su familia siempre se apoyaba de aquella manera, los donceles se ocupaban de mantener la tranquilidad de la familia, protegiendo con todo lo que tenían a todas sus "crías" fueran niños o mismos donceles, incluso sus parejas.
También aportaban sus profeciones. Es decir, Kouki y Tetsuya eran maestros jardineros, Kazunari enfermero, Tatsuya secretario, pero sabia hacer pasteles muy ricos y los hacia con Atsushi. Ryouta era modelo y un muy buen escritor, aunque eso pocos lo supieran.
Akashi era el mejor abogado de Tokyo, había fundado a su corta edad dos empresas y había seguido con los negocios familiares, eso si, a cambio tenía que vivir si o si en Tokyo. Su padre termino aceptando, un poco a regañadientes, pero aceptó.
Taiga era un gran bombero y daba clases de inglés particular de vez en cuando.
Atsushi era un gran pastelero, y había seguido la carrera de gastronomía. Tenía un café bastante famoso, que de noche servia tragos y daba pequeños shows.
Midorima era médico y Kazunari al ser enfermero solia ser su ayudante.
Aomime era el jefe en la policia de Tokyo, y había estado en misiones encubierto muchísimas veces.
Esa era la gran familia, se protegerian como fuera del exterior, eran diversas sus profesiones, por lo que no les faltaba casi nada.
Akashi sonrio, recibio sonrisas de todos, Shintarou le agradecio y ese problema se dio por resuelto.
-Ryouta, continua por favor.- pidio el pelifresa. Ryouta sonrio.
-Akashichii, mi problema ya esta resuelto.- dijo sonriendo debilmente.
-Akashi, entiendo a Ryo. Se que el problema al que te referis es por su evidente tristeza. Necesita tiempo y que lo apoyemos, ¿No es así, Ryo?- dijo el pelinegro del lunar, Kise asintio y sonrio.
-Lo comprendo, me pasa lo mismo cuando se trata del tema con mi padre, ustedes lo saben. Ultimamente tengo miedo, se que el va a aparecer en algún momento, así que por favor estemos atentos.- Continuo y todos asintieron.
Era obvio que odiaban a ese tipo, bueno, odiaban a muchos tipos.
Hasta el moreno odiaba a todos esos bastardos.
Había sido informado de aquel hombre a penas empezo a ser parte de la familia"oficialmente".
Para sorpresa de muchos, el moreno no se había enojado porque no le dijeran que tenía un hijo, se lo había visto dolído, pero todo enojo seguramente fue arrastrado al ver al maltratado rubio, llevandolo a ser invadido por la ira contra el peliplatiado. 
-¿Hay algún problema más que debamos resolver?- dijo Tatsuya. Todos negaron.
-Bien~~- dijo feliz.
-Atsushi y yo seremos padres, estamos esperando nuestro primer hijo.- Todos sonrieron y comenzaron a felicitar a aquella pareja, los donceles soltaban lagrimas de felicidad.
La reunión paso de ser algo que los estresaba a algo completamente maravilloso.
Se había hecho bastante tarde, así que todos comenzaron a irse.

Las bendiciones de los milagros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora