Capítulo XXI.

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—Toc, toc —escuché desde la puerta de mi habitación. La voz de Caín y el golpe suave de sus nudillos contra la madera hicieron que saque las frazadas sobre mi cabeza—. ¿No estabas durmiendo, verdad? No quiero molestarte.

—No, no. No estaba durmiendo, estaba descansando los ojos —le respondí frotándolos para quitar las lágrimas secas—. ¿Cómo estás tú? ¿Encontraron algo?

Pasaron un par de días, en realidad casi una semana, desde el funeral y la desaparición de Nikki.

Luego de despedir a mi amiga y enterrar su cuerpo, regresé a casa para vivir en mi habitación y sólo salir para comer o ir a la universidad. Muchas personas nos han dado el pésame porque a mi hermana del corazón la querían todos, era luz en la oscuridad, una persona hermosa y llena de alegría. Y no debo olvidarme de las cosas buenas que hizo, siempre ayudó a los más necesitados a su manera ya sea donando ropa o haciendo viandas con comida.

Una pregunta que escuché demasiadas veces fue cómo murió. No podíamos decirle a los humanos que un demonio con magia la mató, por eso hemos decidido decir que a Sky la atacó un animal, porque eso es Agregnan: un maldito animal.

Y después teníamos a Nikki. También preguntaban por la hija de la directora y nadie podía decir nada al respecto, porque realmente estábamos caminando en círculos.

Su desaparición fue tan... perfecta, que no dejaron rastros de nada. Ni una maldita pista. Jason, su padre, estuvo hablando con la policía de la ciudad para hacerse cargo él mismo del caso de su hija, contratando investigadores de nuestro mundo para que sea más fácil; pero aunque estuvieron buscando por cielo y tierra, hasta en el mar, no encontraron nada.

Ya estamos cansados de perder a personas. De mi parte, mi corazón ya no lo aguantará.

—Están husmeando en las cámaras de vigilancia cerca de la universidad por si ven algo, pero son horas y horas de vídeo —respondió con voz tranquila el pelirrojo haciéndome volver a la realidad. 

Siempre me sorprende su tranquilidad en los peores momentos, algunas veces me estresa. No sé cómo puede tener un buen control sobre sí mismo, pero también aprendí que cuando llega cierto tiempo: explota, y no se aguanta ni él. 

¿A quién no le sucede eso? 

Se acercó al borde de mi cama, cabizbajo, y una vez que se sentó sostuvo entre sus manos el peluche que me regaló en aquel concurso exitoso que tuve. Parece haber pasado una eternidad de esa noche tan especial para mí.

>>Debemos encontrarla Lilah, ya estoy cansado de tantas muertes corriendo por aquí.

—Ella está bien, lo estará. Muerta está Sky que nadie me la traerá de vuelta, pero Nikki tiene oportunidad —agarré su mano entrelazando nuestros dedos mientras mis ojos volvían a humedecerse—. Hay que tener paciencia, ¿si?

—Paciencia es lo que me sobra, lo que no sé si tengo es esperanzas —una gota que nació de sus ojos cayó por su pómulo lleno de pecas para terminar justo sobre mi mano. Deprisa sequé con mi pulgar ese camino y levanté su barbilla para que me mire, a la vez que él confesaba—: La extraño tanto...

—Yo también la extraño. También extraño a la abuela y a Sky, pero sé que están bien donde estén. Nikki es inteligente y sabrá cómo sobrevivir. La encontraremos.

Nos quedamos unos minutos más dándonos ánimos de alguna manera, con nuestra presencia o con lo que sea. El sufrimiento rondaba por toda la casa y las caras largas de cansancio no se iban en ninguna circunstancia, y es normal estar así cuando salimos de un infierno para metemos en otro, y peor.

>>¿Hablaste con Aaron? Hasta hace un rato estuvo con Nicolas rastreando su olor por la zona.

—Algo me comentó y es más, iba a ir con ellos, pero estoy esperando alguna noticia de los vídeos por si...

Recuerdos Encontrados ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora