Capítulo XXV.

195 32 6
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Diciembre llegó más rápido de lo que pensé, eso quiere decir que mi cumpleaños está a la vuelta de la esquina. Y gracias a ello, poco a poco me voy sintiendo bien y entusiasmada, no como antes, pero sí relajada y con la cabeza más fría.

Pasé las últimas semanas con mucho estrés por las adversidades y la universidad, que esto último fue el resultado del brote de granos en mi espalda, y agradezco al dios del cutis que no aparecieron en mi cara. 

La universidad nunca fue una piedra en mi camino, la verdad es que disfruto ir y ser una alumna ejemplar, sin embargo, tuve que quedarme horas extras para adelantar asignaturas y rehacer exámenes que no me fueron muy bien. En conclusión: en este momento mi mente está metida entre los libros para pasar mis próximas semanas lo más libre posible, dejando de lado los problemas que se avecinan como un huracán.

En otro extremo, disfruto de poder mantenerme ocupada en diferentes situaciones: sigo ensayando dos horas por día —no cuando me necesitan para investigar—, pero cuando voy al salón dejo todo eso en la puerta de entrada y vuelvo a ser yo entre medio de tanta música. 

El trabajo avanza muy bien, y gracias al dios de los libros todavía tengo contacto con las niñas a las cuales les leí un cuento aquella vez; todos los jueves me tomo unos minutos en leerles unos cuantos párrafos y comer galletas de chocolate. 

Me hacen recordar a Sky y a mí de pequeñas.

Sin embargo, además de volver a una mínima velocidad a la "normalidad", seguimos en nuestro mundo buscando a Agregnan a través de un equipo de rastreo. Pero cada vez se complica más. Imagínense que las muertes van incrementando rápido y yo ando estudiando.

Nos hemos topado con muertes cada dos por tres, inspeccionando cosas que ya sabemos como: la succión de poderes y escenas terroríficas. Y ahora, se agregó a la lista la caza de humanos. ¿Cómo y por qué pasó esto? No tengo ni la menor idea. Como tampoco tengo idea de porqué mi hermano está tan feliz últimamente, es un enigma que no lo logro descifrar hace días. De estar en un pozo profundo, casi tocando el núcleo del planeta, ahora sonríe como si nada. 

Obvio que me alegro que haya recuperado la manera de cómo volver a sonreír, pero es extraño. 

Y luego está mi madre.

Con Samarah las cosas están mejor, y eso me asusta. Pudimos llegar a ese trato que en algún momento de nuestras vidas tuvimos y eso me pone contenta; y es más, me ayuda de una manera casi sobrenatural a utilizar correctamente mi nuevo poder junto con la pronunciación que tanto me cuesta. Pero hay algo que todavía me molesta: la muy bruja me ignora cuando quiero hablar de la relación que tengo con Aaron y cambia de tema al hablar de los sueños. También debo agregar que anda igual de feliz que mi hermano, dándome la impresión y sospecha que ambos me están ocultando algo. Me hace pensar que será algo por mi cumpleaños, pero... Ya no espero nada bueno.

Recuerdos Encontrados ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora