Capítulo 13: Problemas.

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Por fin después de tantos días la llamada que tanto espero lo hizo despertarse del profundo sueño, se sentó en la cama abriendo lentamente sus ojos y arreglando su desordenado cabello y atendió sin saber que era esa llamada.

—Ethan— dijo a la voz de un hombre maduro.

—Leonard, por fin— dijo soltando un suspiro de alivio, escuchar la voz del hombre lo hizo despertar más rápido.

—¿me has estado llamando?, disculpa por no atenderte es que he estado muy ocupado—confesó

—si...bueno olvídalo...pero hace una semana, Peter me dijo algo, dijo que tú llamaste porque me necesitabas en Chicago, me pareció
extraño— indicó mientras se paseaba por el cuarto en ropa interior.

—una forma inteligente de presionarlo niño, porqué creo que solo estás perdiendo el tiempo por allá , aquí todo es un desastre te necesito para manejar todo esto.

—vamos, Leonard eres un hombre con experiencia, tú puedes, y bueno lo de Peter solo se retrasa pero con los Albertson vamos bien, te prometo que todo va lento pero bien— indicó tratando de convencer al hombre al teléfono.

—bien, adiós, para la próxima deja un correo—ordeno colgando la llamada.

En la secundaria durante el receso Christal tenía que oír a sus compañeros alardear sobre el alocado fin de semana que tuvieron, está harta de oír cómo despilfarran el dinero de sus padres, sin notar el más mínimo esfuerzo que esté con lleva, esta distraída, y de repente sus oscuros ojos cafés se cruzan con una profunda mirada de ojos azules, Connor Gabe la miraba a lo lejos, era difícil leer su expresión, estaba serio, y que ella notara que la espiaba no lo preocupo ni un poco, esta rodeado de sus amigos deportistas.

—me odia— aseguro Walton a su mejor amiga

—claro que no, esa es la típica mirada del chico que no supera que la persona que le guste lo allá rechazado— bromeó. —digo que le gritemos, supéralo— susurró irónicamente en el oído de la chica provocando que Gabe dejara de mirar.

—¿por qué lo odias tanto?— pregunto entre risas Walton

—no lo odio, es que no te merece— aseguro

—¿y tu que sabes de quien me merece o no?, tu te acuestas con estos tipos todos los fines de semana, y yo no digo nada— dijo ofendida volteando a ver a Black.

—Acostarme  con ellos no les da el poder de romperme el corazón, y tu con ese idiota quieres más que eso, le estarías dando ese poder— indicó confundiendo a su amiga

—¿no quieres que me rompan el corazón?—pregunto dudosa, la chica asintió.

—algún día tendrá que pasar, Harper— aseguro harta de que todos quisieran protegerla.

—Y yo estaré ahí, para decirte que jamás debiste salir con ese idiota— bromeó sacándole una tierna y hermosa sonrisa a su amiga.

Harper fijo su mirada en el chico, y lo volvió a mirar con odio mientras le decía a su amiga.

— ¿sabes cual es el problema con Connor?—insistió, Christal espero a dijera todo lo que tenía que decir respecto al chico. —que se queda ahí, esperando a que el mundo se compadezca de él, cree que mirándote detenidamente vas a correr a él, la fiesta del sábado se quedó recostado en el sofá mientras bebía sin parar, es como si viviera esperando que alguien le diga, ¿te ayudo?, ¿quieres que limpie tus lágrimas?, ¿quieres que te ayude a superar tus problemas con el alcohol?

—Harper— le dijo molesta

—es la verdad Chris— aseguro

—tiene 17 años...— dudo de sus palabras y volteo a ver al chico que estaba distraído. —o 18, no puede tener problemas con el alcohol, y todos a esta edad esperamos a alguien que se apiade de nosotros— indicó

Dulce tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora