Capítulo 16: Acción.

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Los días que restaban de la semana se hicieron eternos, Maddie se aisló en su habitación esperando que llegara el día que en el que tendría que empacar sus cosas para volver a la universidad, las llamadas de Anne reemplazaron las de Hunter, y prefirió tener su teléfono apagado.

Ethan tuvo una larga conversación con Leonard sobre el siguiente paso con los Albertson, y sigue ignorando las llamadas de su psicóloga, Peter no para de romperse la cabeza haciendo recuento de los datos perdidos de la empresa, lo que lo tiene de mal humor lamentable Clarice debe soportarlo.

Christal recibió de vuelta el resto de sus artefactos electrónicos, terminó de leer el libro que Connor le dio, sigue trabajando en el proyecto de artes y aún piensa en las palabras de su consejera escolar.

Era un día frío en la cuidad, el color celeste se cubría por unas hermosas nubes grises, Ethan se despertó de un horrible sueño a eso de la 3pm, se saltó el  almuerzo familiar y sin haber comido partió al centro de la cuidad.

Golpeó un vieja puerta del apartamento de alguien a quien digamos que conocía bien, cuando la puerta se abrió se encontró con una hermosa chica de cabello negro, traía un peinado a medio hacer, su ropa interior era cubierta por una especia de bata de color blanco, lo miro confundida y trato de demostrar que estaba molesta aún y que no lo quería ahí, se podría decir que Ethan sabe manejar muy bien esos momentos, o quizás solo es su excesiva confianza la que lo hizo entrar de inmediato al pequeño apartamento e ir directo al grano.

—Te di bastantes días, me di bastantes días para calmarme y no venir hasta aquí o llamarte para demostrarte lo furioso que estaba cuando Hunter Albertson me dijo que debía elegir entre ellos o los Walton— dijo en medio de la sala tratando de parecer calmado.

—¿qué haces aquí?— pregunto ella muy relajada caminando hasta el con los brazos cruzados

—quería que supieras que lo arruinaste todo, pero de una forma o otra recuperé mi trato con tu jefe sin acabar con los Walton— le dio una sonrisa burlona demostrándole que él siempre ganaba, Alex no se resistió a hacer muecas con su rostro demostrando que toda esa conversación sobre negocios, sobre los Walton, realmente le importaba un carajo las únicas cuentas que ella sacaba en su vida eran las de hacer rendir su dinero hasta finales del mes.

—bien, ahora lárgate— ordeno señalando la puerta entre abierta.

—dije que te di los días suficientes para que tu enojo conmigo cesara— indicó acercándose más ella a pasos lentos.

—no estoy enojada Ethan, estoy dolida porque me ignoraste solo porque me preocupé por ti, y eso no cambiara dándome más tiempo sin hablar— confesó retrocediendo y apoyándose en la puerta cerrándola, mientras ya tenía lo suficientemente cerca al joven.

—olvida lo de ese día por favor, si te ignore es porqué estaba molesto conmigo mismo, estaba avergonzado y sabía que tú podías insistir con el tema— indicó posando su mano unos pocos centímetros más arriba de la cabeza de Alex, acercó lentamente su rostro hacia ella para besarla, pero la chica lo evitó poniendo sus delicados dedos sobre sus perfectos labios.

—dijiste no estoy listo para esta conversación, eso me bastaba para no insistir más— le recordó caminando hasta el sofá.

—¿podemos dejar de hablar de eso?— suplico siguiendo sus pasos.

—bien— dijo desagradablemente, viendo cómo el chico se le adelantaba a tomar asiento en el sofá.

—¿entonces ya no estás dolida conmigo?—pregunto dándole una sonrisa.

—supongo que no— rodó los ojos

—¿Por qué no me lo demuestras?—
Pregunto desafiantemente tomándola del trasero y apoyándola en sus piernas mientras la besaba, Alex apartó sus labios de él lo que lo incentivo a besar su cuello, pero Hiller se levantó, dejándolo complemente confundido.

Dulce tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora