Capítulo 35: Solo nosotros.

29 1 0
                                    


La tan esperada fiesta llegó, estaban en medio de un elegante salón, la música suave los acompañaba, todos parecían felices, todos menos la mesa que compartía Christal y su hermana, ahí el tiempo parecía correr lentamente, Maddie estaba deprimida y no se estaba esforzando para ocultarlo.

Mientras Maddison miraba a Anne tomada de la mano de su esposo, mientras reían y se besaban como si no pudieran ocultar su amor, su hermana miraba a Blackstone compartir la mesa con su invitada y con el Sr Albertson, el también parecía feliz, y eso le agradaba le gustaba verlo conversar sin temor alguno, se veía radiante en un hermoso traje de color negro.

—¿Champán?— preguntó un joven mesero interrumpiendo sus pensamientos, volteo a verlo y antes de responder pensó en la primera vez que bebió un trago de alcohol, no sabía si era correcto aceptarlo, si debía o no, pero su hermana se adelantó, le arrebató la copa al chico.

—¡si por favor!— y la bebió en cuestión de segundos, luego posicionó la copa con fuerza en la mesa provocando que Chris notara el resto, sin duda Maddie estaba fuera de control.

—¡Maddison!— la reprendió —se supone que deberías pasar desapercibida, por favor, contrólate

—a nadie le importa, estoy bien— aseguró

—no bebas más, puedes cometer alguna estupideces de la que mañana te arrepentirás, se supone que debes cuidarme— insistió

—ya eres grande, puedes cuidarte, se supone que te traje para que tú me cuidaras, sabía...sabias que esto podía suceder— indicó bebiendo otro trago

—como sea, ¿viste quien más vino?— le hizo una discreta señal hacia la mesa de Blackstone

—¡claro que lo vi!, parece que sus negocios con Hunter son más serios de lo que pensábamos— aseguró abriendo unos enormes ojos en señal de sorpresa

—y vino con la chica gruñona— agregó

—¿es ella?, se ve distinta— se inclinó para hacharle un vistazo

—lo noté, pero aún así se ve hermosa— murmuro

—como digas— rodo los ojos y se levantó tratando de no perder el equilibrio.

—¡¿Dónde vas?!

—al baño, por Dios— balbuceó dejándola sola, lo que la llenó de nervios, comenzó a mirar a todo su alrededor como si eso la hiciera sentir parte del resto, cruzó unas cuantas miradas con Ethan, lo que la hizo volver su vista al frente rápidamente, pero con el paso de los segundos comenzó a preocuparse por su hermana, lo que la llevó a ponerse de pie, y cuando estaba por abandonar el salón una mano cálida se posó en su hombro.

—¿podemos hablar?— volteo para encontrarse con el elegante novio

—¿nosotros?— preguntó con confusión, él asintió y retrocedió hasta llegar hacia a unos sillas que estaban enfrente de la pista de baile, desde ahí se podía admirar a las demás personas sentadas en sus respectivas mesas.

—te recuerdo— balbuceó confundiéndola aún más

—y yo a ti, pero no tengo recuerdos lindos— aseguró

—lo siento— frunció su rostro con vergüenza

—¿por qué?

—tú y tu hermana siempre han sido muy unidas, no finjas que no sabes todos los líos en los que yo y ella estamos.

—si hubieras sido sincero esto simplemente se hubiera quedado en el desafortunado choque que tuvimos— el chico río con ironía ante sus palabras mientras negaba repetidamente con su cabeza —¿disculpa?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 02, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dulce tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora