Capítulo 5: Predecible.

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Miro a su costado con un dolor de cabeza espantoso y a su lado vio a una bella chica en un sueño eterno, vio la hora, se levantó se vistió y salió del apartamento de Alex.

fue hasta su auto y volvió a casa de los Walton, al llegar se encontró con Christal que caminaba deprisa hacía el chofer que la llevaría a la secundaria, cerró la puerta del auto de un golpe, lo que provocó que la chica volteara a mirarlo con desagrado esa mirada que a él parecía encantarle, la chica subió al auto, y él entró a la casa subió hasta su cuarto y cuando estaba apunto de abrir la puerta la voz de una mujer lo espanto.

—¿no dormiste aquí?— pregunto con voz de madre regañona.

—no, ¿algún problema?— respondió prepotentemente mirando a la mujer a los ojos a la única mujer que no podía poner nerviosa con su fría e intimidante mirada.

—si, mi casa no es hotel, para que llegues a la hora que se te antoje, eres un pésimo ejemplo para mis hijas— aseguro dispuesta a que el chico se largara de una vez de su casa.

—sus hijas ya están grandes como para necesitar un ejemplo a seguir, y si quiere que me vaya dígalo, yo no les pedí quedarme en su casa, incomodando a su linda familia.— refutó con descaro e ironía.

—¿qué sucede?— pregunto Peter desde el otro extremo del pasillo, Ethan lo miro de reojo y posó su mirada fija en la molesta mujer que tenía enfrente.

—¿no le dirá a su marido que ocurre?— dijo con un tono desafiante provocando en la mujer unas ganas de golpearlo.

—nada mi amor, no ocurre nada— le aseguro alejándose del chico.

—¡Ethan alístate para ir a la empresa!— ordeno el hombre mientras que el chico entraba al cuarto y se quitaba la ropa para luego meterse en la ducha.

Christal llegó a la secundaria directo a su casillero a guardar unas cosas, y ahí se encontró con Harper.

—¿como estuvo tu fin de semana?— le pregunto Walton a Black.

—¿qué te imaginas si te digo que estoy castigada por una semana?— dijo mirándola por la puerta del casillero.

—me imagino que estuvo bueno para ti y desafiante para tus padres— aseguro encogiéndose de hombros.

—bueno honestamente es mucho mejor no llegar a casa muerta de borracha que llegar y despertar a todos mientras vomitas en el baño.

—¿cual de las dos hiciste?— pregunto confundida Chris.

—no llegue a casa, pero casi me ahogo con mi vomito en una casa que no era mía— confesó avergonzada pero bromeando sobre la situación.

—no quisiera ser tus padres...— bromeó su amiga

—¡Chris!— gritó una voz a los lejos provocando que la chica volteara a buscar a la persona que había gritado su apodo, entonces un chico de cabello castaño y ojos azules llegó junto a ella, lucia nervioso.

—Connor— dijo sorprendida no quería comenzar la semana discutiendo con el.

—t-te traje algo— balbuceó entregándole un objeto envuelto en un llamativo papel de regalo.

—gracias...no tenías porque molestarte—dijo algo desagradada tomando el obsequio en sus manos.

—es para que me creas cuando te digo que se que he sido un idiota contigo, y que de verdad lo siento— dijo apenado mientras que Harper miraba con desagrado al chico.

—Gracias— insistió dejando el regalo al interior del casillero.

—¿no la abrirás?, p-podrías abrirlo, para saber si te gusta— sugirió

Dulce tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora