III.- Quisiera poder verte todos los días

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Estas eran ya unas preadolescentes de 10 y 11 años, que junto con Nayeon decidieron ir a clases de pintura durante la tarde después de clases, aún cuando a Mina se le complicaba ya que su familia la necesitaba en el restaurante, sin embargo Chaeyoung decidió que si no iba Mina, ella tampoco lo haría, cosa que a Nayeon no le parecía justa, pues entonces ella tendría que ir sola.

Estas eran ya unas preadolescentes de 10 y 11 años, que junto con Nayeon decidieron ir a clases de pintura durante la tarde después de clases, aún cuando a Mina se le complicaba ya que su familia la necesitaba en el restaurante, sin embargo Chaeyo...

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(Así de ternuritas me imagino que se verían Minari y Chae, no sé de quién sea la imagen, o de qué Manga/anime, pero obviamente créditos a quien correspondan)

Chaeyoung le dijo a Mina que las clases serían gratuitas, como parte de un programa de cultura que había llegado al pueblo, pero en realidad, las clases tenían un costo, y uno bastante elevado, ya que el maestro tenía bastante renombre.

Pero Chaeyoung se las ingenió para que su padre pagara doble sin darse cuenta, ya que realmente el señor Son no podía negarle nada a la luz de sus ojos.

Y sin pensarlo le dio para que pagara 6 meses por adelantado, el dinero no sería un problema, el problema sería ahora que Mina pudiera y quisiera ir.

Sabía que estaba mintiendo, sabía que estaba mal, pero no podía verse lejos de sus dos mejores amigas, y mucho menos de Mina, de la linda y tierna Mina, mucho menos de ella.

Después de que le dijo a Mina que si ella no iba, tampoco Chaeyoung lo haría, Mina acepto, pues se  había dado cuenta que Chaeyoung era realmente buena dibujando, pintando y haciendo aquellas caricaturescas imágenes donde hacía que su maestro el señor Kim quedara como todo un ogro gritón y malo, pero a la vez gracioso, así que no quería que su pequeña y talentosa amiga se quedara sin mostrar su enorme y mágico talento. 

El problema ahora serían los padres de Mina, pues se tenían que esforzar para sacar adelante a su 6 hijos, y justo en este momento Mina era un gran apoyo atendiendo las mesas. Así que después de mucho rogar y suplicar para que le dieran permiso, por fin lo había conseguido.

Las dos amigas estaban felices despidiéndose luego de haber logrado que los padres de Mina cedieran.

Chaeyoung le dijo a Mina, — Bueno mañana es sábado, y será nuestro primer día en clases de pintura, te veré también.— Y sonrió con su peculiar y único hoyuelo, a lo que Mina respondió riendo, — Pero si ya nos vemos de lunes a viernes en clases y ahora además los martes, jueves y sábados por las tardes, en clase de pintura, terminarás por aburrirte de mi Chae.— dijo mostrando su sonrisa tan tierna y sincera.

Chaeyoung dijo tímidamente, — No Minari, jamás me canso de mirarte, es más, me hace muy feliz verte también los sábados, ya que quisiera estar contigo todos los días.— Se cohibió al escucharse decir esto último e hizo un intento por corregirse, — Bueno quiero decir, quiero estar contigo y con Nayeon siempre, pues es lo más divertido, ustedes no son como mi hermana Jeongyeon y sus amigas, unas amargadas, que solo piensan en niños feos y groseros.—

Mina solo respondió, — Lo se, somos como los personajes de el libro que me prestaste para que leeyera, los mosqueteros, ¿recuerdas?, uno para todos y todos para uno.—

A lo que Chaeyoung solo respondió tímidamente, — Claro, somos las 3 mosqueteras.— Río un poco, para luego decir con seriedad. — Aún que bueno, volviendo a lo que te decía antes, yo quisiera verte todos los días, ahora solo me falta poder hacerlo los domingos, pero a menos que mi papá decida que vayamos a comer a tu restaurante no lo haremos, ya que tú y tu familia van a la iglesia muy temprano en la mañana, mientras nosotros vamos al medio día, lo cual odio, ya que es cuando se junta toda esa gente engreida y falsa, que presumen con sus vestidos y sus trajes traídos de París, odio tener que también ponerme esos molestos y exagerados vestidos que mamá y Jeongyeon eligen para mi.— Mina tenía que ir temprano debido a que junto a su familia tenia que atender su restaurante durante todo el día.

Lo que en realidad Chaeyoung quería decir con tantas palabras, es que la extrañaba, que quería estar con ella todos los días, pero su edad y madures no dejaron que pudiera expresarse como ella quería y necesitaba.

Mina la miró tiernamente y le dio una sonrisa, para luego decirle, — no te preocupes Chae, vamos a estar juntas muchas horas más, vamos a seguir escapando de clase y haciendo travesuras, como siempre, tú, Nayeon y yo.—

Lo que Mina quería decir es que ella también quería estar con ella siempre, que las horas no se le hacían suficientes nunca, pero jamás lo decía, quizás por vergüenza, quizás por miedo, pues hasta a ella misma se decía que esos sentimientos no eran verdaderos o correctos, tampoco podía expresarse, sus 11 años en esta tierra no le habían dado aún la experiencia para hacerlo, para descubrirlo.

Y así se dijeron adiós, pero esta vez fue diferente, esta vez, por primera ocasión, se despidieron con un abrazo, uno fuerte y cálido.

Que les hizo sentir cosas, cosas que ninguna entendió, se sentía bien, se sentía cálido y especial, pero a la vez las hacía sentir tanta culpa.

Ese par de pequeñas se adoraban, todo mundo podía darse cuenta, la familia de Mina estaba feliz por esto, ya que su niña era tan frágil, tímida, sensible y vulnerable, que les alegraba que alguien con el carácter y la alegría de Chaeyoung la acompañara, cuidara y quisiera tanto, sabían que Chaeyoung jamás dejó que nadie le hiciera daño, y cuando alguien se atrevía a intentarlo Chaeyoung la defendía a capa y espada.

Por su parte la familia de Chaeyoung no opinaba lo mismo, claro que toleraban a Mina, pero más que nada por que era evidente que Chaeyoung estaba muy unida a su amiga, pero a la vez no les agradaba del todo, ya que Mina era a su parecer, y aún que no lo dijeran, alguien simple y sin mucho futuro, cosa que les disgustaba, ya que si bien aceptaban que Mina era una niña preciosa en todos los sentidos, su procedencia humilde no les terminaba de convencer, en especial al padre que siempre quiso para su niña consentida, lo mejor en todos los sentidos, y no estaba seguro que Mina lo fuera.

Prejuicios, costumbres, mente cerrada, llámenle como quieran, pero el único defecto que según los Son tenia Mina, era su pobreza.

120 AÑOS (MICHAENG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora