XIX.- Secreto al descubierto

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Mina y Chaeyoung caminaban de regreso al pueblo en pleno atardecer, se mantenían sumergidas en su burbuja de amor, reían y hacían una que otra broma, de vez en vez volteaban a mirar hacia todos lados para poder darse algún beso fugaz.

Ellas seguían sin imaginar la tormenta que se les venía encima.

Los padres de Chaeyoung fueron a casa de Mina para ver si ellas no estaban ahí, o en todo caso para ir a buscarlas, se encontraron solo con las hermanas de Mina.

En realidad Jihyo, Momo y Sana no entendieron bien a bien cuál era la urgencia por ir a buscarlas, pero Jihyo, decidió que no era buena idea que fueran solo los padres de Chaeyoung a buscar a las chicas, ya que sobretodo la mamá de Chaeyoung se veía sumamente alterada, así que tuvo miedo que fuera a insultar o incluso hacerle daño a su hermana pequeña.

Los padres de Chaeyoung junto con su hija y Nayeon caminaban al frente rumbo al bosque, donde se encontraba aquella dichosa cabaña, atrás Jihyo, Momo y Sana, muy desconcertadas. A penas iban saliendo del poblado cuando las vieron a lo lejos.

Fueron a su encuentro, cosa que sorprendió muchísimo a las chicas, no entendían que estaba pasando, simplemente soltaron sus manos que llevaban entrelazadas, se dieron una mirada llena de confusión y miedo, y sin más continuaron caminando al encuentro de sus familiares.

De lejos pudieron notar que sobre todo la madre de Chaeyoung estaba fuera de si, ni bien las encontraron se abalanzó sobre Mina, la abofeteo y entre gritos la acusó de haber pervertido a su hija pequeña, Chaeyoung entre asustada y molesta intento alejarla de Mina mientras le decía, — No mamá, ¿que te pasa?, ¿como se te ocurre hacerle eso?.—
Chaeyoung intentó detenerla, igual que su esposo, pero entre ambos no pudieron evitar que sacudiera y maltratara a Mina, hasta que Jihyo que venía un poco atrás llegó y como toda buena hermana mayor en compañías de Sana y Momo se lanzó a defender a Mina.

Quito las manos de la madre de Chaeyoung que sacudían y estrujaban a Mina y habló severamente, — Mire señora, no sé exactamente cuál sea su problema, pero no voy a permitir que le vuelva a poner un dedo encima a mi hermana.— La madre de Chaeyoung al ver cómo uno que otro poblador pasaba por el lugar contuvo un poco sus ganas de gritarlo todo y solo dijo, — Aleja a tu asquerosa hermana de mi hija si no quieren vérselas conmigo, tú, ella y todos quienes quieran terminar con la cara rota. Esa maldita pervertida jamás volverá a pisar mi casa ni a acercarse a mi hija pequeña.— Gritaba todo esto mientras Chaeyoung y su padre la arrastraban para sepárarla más de Mina y sus hermanas.

Jihyo enojada ante tales palabras solo le respondió a la señora, — Más le vale guardarse sus nefastas palabras y no volver a hablar así de mi hermana por que soy capaz de reventarle la boca y sacarle los ojos.— La madre de Chaeyoung envalentonada se safo del agarre y dio un par de zancadas hacia donde estaba gritándole insultos y maldiciones a Jihyo.

Justo antes de llegar la volvieron a tomar por los brazos mientras Momo y Sana ya se habían puesto frente a Jihyo, dispuestas a defender a sus hermanas, Jeongyeon y Nayeon que se habían mantenido un poco alejadas de todo aquello entonces tambien quisieron hacerle segunda a la madre de Chaeyoung y empezaron a querer pelear.

Mientras el padre de Chaeyoung abrazaba con fuerza a su esposa para que no fuera a abalanzarse sobre esas chicas, Chaeyoung intentaba empujar hacia atrás a su hermana y a su amiga.

Todo se estaba saliendo de control, por que ya todas querían pelear contra todas, hasta que el padre de Chaeyoung soltó bruscamente a su esposa y gritó, — ¡Basta!, ¡ya basta!, a sido suficiente de este teatro, dejémonos de ridiculeces y cada quien para su casa.— Volteó a ver directamente a Jihyo y le dijo muy serio, — Mire señorita Jihyo, de la manera más amable le pido que su hermana jamás vuelva a acercarse a mi hija, ya que ella después le explique las razones, mire como llora y tiembla detrás de usted, por que sabe perfectamente lo que hizo, por mi parte prometo jamás dejar que mi hija tenga contacto con su hermana, por que soy razonable y sé que lo qué pasó no es solo culpa de su hermana, ya que mi hija no es ninguna niña ingenua, eso lo sé, sin embargo es la primera y la última vez que le pido de manera cortez que a su hermana en su vida se le ocurra siquiera cruzar palabra con mi hija. ¿Estamos de acuerdo?.—

120 AÑOS (MICHAENG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora