Giyuu se dió cuenta que tenía un serio problema, no había dejado de pensar Tanjirou durante toda la noche y sinceramente eso le estaba creando pánico. No puede tener está clase de sentimientos hacía él, ¡Por dios, ese mocoso tiene quince años!, No puede estar con él, al menos siente que por ahora no sería lo correcto.
Tampoco es como si fuese mayor de edad, pero pronto lo sería.
Tampoco es que se esté planeando un noviazgo con él nene, solo que ese pensamiento le da terror.
Suspiró con pesadez al ver que no había dormido mucho, solo unas tres horas en toda la madrugada y noche. Ya eran las ocho de la mañana y como era de costumbre, debía hacer sus quehaceres, la verdad es que prácticamente vivía en casa del señor Urokodaki, no le gustaba estar en la suya (la cual era un vago departamento en la ciudad, muy descuidado por cierto). Sabito fue muy diferente, y este cuando el señor Urokodaki le compro su propio departamento (era él hombre quien estaba a cargo de la propiedad) porque quería experimentar la adultez a su manera, Giyuu sabe que no estaría satisfecho con ello.
A la final decidió que sus pensamientos lo jodian muy temprano por la mañana y se levantó con la intención de hacer algo productivo para él señor Urokodaki. Al salir notó que él pasillo de las habitaciones estaba totalmente desolado, así que se puso dos opciones en la cabeza. Uno; que estarían dormidos, dos; que ya estarían cumpliendo con sus papeles del día.
Bajó las escaleras con suma pereza encontrando a él mayor de los Kamado preparando sandwiches para el desayuno diario, también se estaba haciendo costumbre que él muchacho tomara la iniciativa para hacer el desayuno de todos. No sabe de dónde saca tanta energía, porque sinceramente Giyuu se siente cansado todo el tiempo, tal vez vez sea algo emocional, ¿No?, Eso no es normal.
Usualmente su cuerpo se siente agotado y se ahoga en sus sentimientos, es como si se encontrará en un gran túnel oscuro del cual no puede salir. Se siente vacío.
-¡Buenos días, Giyuu!-saluda él menor de ojos rojos con mucha energía en su persona, cosa que le pareció sorprendente a él contrario-. Él señor Urokodaki ya se fue al trabajo, surgió una emergencia con una paciente, y se llevó a Nezuko consigo para darle un aventón.
-Bueno-responde, tomando asiento en la mesa.
Tanjirou noto de inmediato el pesado humor que se cargaba la persona que admiraba, porque si, Tanjirou comenzó a admirar a Giyuu desde hace un tiempo atrás. Se pregunta que estaría pasando por la cabeza de él azabache, y de inmediato sabe que está triste, porque kamado ha tenido ese pequeño talento de poseer un olfato súper dessrrollado.
