capítulo 23 (penúltimo capítulo)

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Los ojos de Giyuu viajaron hacia los rizados mechones pelirrojos tendidos en la almohada de su cama, ciertamente el Kamado mayor no tiene el cabello largo pero si lo suficiente como para crear tal escena de rojo brillante por el sol. Sonríe levemente mientras lo observa dormir apaciblemente cubierto por mantas gruesas, ya se hizo costumbre que Tanjirou no regrese a su habitación por la noche, más bien, se acomodó justamente en su propia habitación, incluso el lado de la cama cerca de la ventana se hizo específicamente de su propiedad, él sabe que no puede apoderarse de aquel espacio porque el menor de ojos rubie se enojaría ante tal "falta de respeto", cómo le gustaba llamarla.

No tiene corazón para despertarlo pero debe hacer tal sacrificio si desea darle una buena sorpresa.

Se inclina sobre el cuerpo del chico y la tentación de tomarle una fotografía se hace presente, la insistencia en sus pensamientos nublan el juicio y en menos de lo que espera ya se encuentra en la camara de su celular fotografiando la magnífica escena de Kamado durmiendo sin ninguna preocupación. Giyuu sonríe, sonríe porque verdaderamente le nace hacerlo, cada que tiene la oportunidad de convivir con su novio la sensación calida y creciente que se incrusta dentro de su pecho le obliga a actuar como un tonto.

Su mano derecha se posa sobre la mejilla sonrosada al mismo tiempo suave del chico sumido en sus sueños. Tanjirou siempre le pareció extremamente tierno, es verdad que es hermoso en todos sus sentidos pero la ternura sobresalta, es simplemente perfecto ver sus pecas bien acentuadas en la textura lisa de sus mejillas, además el color pelirrojo pintado en su cabello es perfecto con el contraste de sus ojos, su estatura también queda perfecto para aumentar el pensamiento de ternura. Giyuu podría medirse con el pelirrojo una y otra vez solo para sentirse satisfecho con las diferencias de alturas, bien, tal vez el pensamiento de ser la persona protectora en la relación se le había subido a la cabeza pero no pueden culparlo, ver a Tanjirou ocasiona que aquello aparezca como un instinto inquebrantable.

—Tanjirou—susurra muy cerca del oído ajeno, por supuesto que mantiene la distancia, no desea llevarse una cabezazo accidentalmente ante las reacciones que Kamado podría tener al ser despertado—. Ya amaneció y debo mostrarte algo—musita con un tono de voz empalagoso.

El chiquillo solo suspira aún ido en medio de sus sueños, sin embargo, se remueve incómodo sobre el colchón indicando que muy pronto despertaría.

Sus ojos se abren lentamente pero este parece desorientado, por lo que tarda algunos segundos en acostumbrarse a la luz del sol y a visualizar dónde esta.

—Buenos días—saluda tranquilamente. Apoya ambos codos en la cama como soporte para impulsarse hacia adelante y así quedar cara a cara del azabache, le deja un suave beso en la nariz, cautivado debido al diminuto sonrojo que aparece en las mejillas del más alto—. ¿Que me mostrarás?

Giyuu no puede evitar morderse el labio y bajar la mirada hacia los del menor, quien aún no termina de procesar que despertó. Se inclina hacia más adelante, tomando aquel par de labios entre los suyos con un beso bastante delicado a su parecer.

Tanjirou correspondió al beso mañanero, amaba cada cosas que hacía con Giyuu y mucho más si se trataba de toques tan simples para a la vez tan amorosos.

Cuando se separaron, Giyuu besó repetidamente el rostro de Kamado, desde sus mejillas hasta su frente, tomó pausas de vez en cuando, sin embargo los besos tardaron unos cuantos minutos en cesar.

—¿Qué querías mostrarme?—preguntó el chiquillo una vez los besos se repartieron a lo largo de su cuello. Lejos de sentir exitacion las cosquillas tomaron su lugar, sonrió felizmente—. Giyuuuuuuu—se quejó al no recibir repuesta, solo más besos en su lugar.

📌  ७ LOVERS  ━━━ 𝖦𝗂𝗒𝗎𝗎𝗍𝖺ꪀ   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora