¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Escucha sus ronquidos silenciosos durante un par de minutos, no tiene el corazón para despertarlo a pesar de que la hora para levantarse por fin llegó, no es que quiera faltar a clases pero ver dormir a Tanjirou valía la pena. Durante muchos días notó sus ojeras y también sus bostezos, sospechaba que el menor no dormía el tiempo estipulado, otra cosa que también le preocupa es el hecho de que su cuerpo se encuentra más delgado, Tanjirou no es de contorno robusto ni relleno, pero tampoco es de contorno extremadamente delgado.
Sus pestañas pelirrojas se encuentran quietas y su angelical rostro es aquel que podría derretir hasta el corazón más congelado. Giyuu sabía que su-ahora- novio es hermoso, no era difícil darse cuenta que los Kamado eran preciosos, porque Nezuko también posee facciones perfectas a pesar de aún no alcanzar la edad madura, después de todo, la niña aún cuenta con catorce años de edad.
Giyuu continuó con su observación sobre el dormido cuerpo del más bajo, habían pasado cerca de diez minutos desde que decidió apagar la alarma para ser él quien despierte a su amado solecito, la noche anterior se pusieron esos apodos, en realidad fue un momento bastante romántico, lo atesora en su memoria. No quiso guardar silencio por más tiempo porque de ser así llegarían tarde a clases, realmente no desea correr contra el tiempo, por lo tanto estira suavemente su mano hasta acariciar con gentileza la esponjosa mejilla de su pareja, el menor responde ante el tacto con un murmuro adormilado, entonces Giyuu quiere creer que es porque lo reconoce, lo ve bastante tierno.
-Tanjirou, despierta.
Su voz logra cometido que los pequeños párpados del menor se abran, este frunce el ceño al igual que los labios y ejecuta una queja risueña ante la idea de tener que despertar, Tanjirou fácilmente podría seguir durmiendo abrazado al cuerpo de Tomioka, en realidad no sería nada malo, pero el deber llama y debe atenderlo.
Giyuu ríe ante esa expresión, es común que reaccione de esa forma, pero aún así no evita que sea tierno.
-Quiero... faltar a clases...-susurró el pelirrojo bajo los efectos del sueño, no le dió tiempo al azabache de responder porque ya se encuentra ocultando su aniñado rostro contra el pecho ajeno. Giyuu suelta una risa baja, es reconfortante ver ese tipo de comportamiento, sinceramente le alegra ver más que un rostro sin expresión por parte del chiquillo, y es que Tanjirou le preocupa mucho.
-¿Faltar?-se lo piensan y niega-. Perdón, amor, pero eso no podrá ser.
Entonces Tanjirou saca rápidamente el rostro de su escondite, mira los ojos azules de su novio y sus mejillas ya están ruborizadas, Giyuu sabe que es por el reciente apodo, después de todo, la intención era sobresaltarlo.
-¿M-me llamaste "amor"?-pregunta, sabiendo la respuesta de antemano.
-Si, ¿No te gustó?-tras preguntar eso, el azabache nota que aquel sonrojo en las mejillas pecosas de su amado se intensifica.
