Capítulo 6

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El inicio del ultimo año en la preparatoria no fue tan malo después de todo. Me era increíble saber que los años habían pasado demasiado rápido y ahora estaba a punto de ir a la universidad. Bien, para eso aún faltan algunos meses, pero estaba sorprendido de solo pensar que estoy por concluir una etapa para iniciar otra.

Cuando vivía en Sebastopol me imaginaba que eso jamás lo lograría, era demasiado el caos que había a mi alrededor, que hacerme ilusión de mi vida universitaria me era imposible. A lo mucho, me decía a mí mismo, deseaba al menos concluir la preparatoria, ya lo demás llegaría de milagro o definitivamente jamás lo obtendría. 

Lo que más anhelo es estudiar ingeniería, siempre me ha interesado esa carrera aunque muchos dicen que es un poco complicado, entonces más lo deseaba. Es algo que me he propuesto y espero cumplirlo. Si hay algo en esta vida que me gusta son los retos, y que mejor este para demostrar que puedo y quiero hacerlo. No he pensado muy bien en donde quiero estudiar, pero he hablado con Pete de eso y hemos estado pensando en UCLA. Sería genial estar en la misma universidad que él. 

Entre tantas actividades que he hecho la semana casi terminaba, no puedo creer que estos días hayan pasado demasiado rápido, supongo que es por la cantidad de tarea que dejan los profesores, tal vez lo hacen por ser el inicio de clases, no lo sé. Bueno, no me quejo del todo. 

Durante estos días todo transcurría normal en la preparatoria, bueno, solo el acoso repentino de algunas chicas que querían invitarme a la famosa fiesta que se celebrará este fin de semana con la excusa de que me querían dar un tour por la ciudad, pero es obvio que terminaba por rechazarlas. 

Mi cita ya la tenía y no le iba a cancelar por el simple hecho de aprovechar que había un montón de chicas que incluso ofrecían algo más con tal de convencerme. 

Todo pasaba de maravilla, volver a esta ciudad fue lo mejor que pude hacer, incluso me encontré con un viejo amigo de la infancia: Charles Bennett, mejor conocido como Chuck. Lo conocí hace años en el mismo curso de verano en donde también Pete y yo nos encontramos. 

A pesar de vivir distanciados nos hicimos buenos amigos, cada vez que venía salíamos a jugar los tres a algún parque que estuviera cerca. Llegamos a ser el dolor de cabeza de las vecinas ya que siempre hacíamos ruido hasta altas horas de la noche por jugar futbol en plena oscuridad cuando se supone que deberíamos de estar dormidos. Lo considero uno de mis mejores amigos en San Diego, pero después de mis problemas dejé de frecuentarlo. A pesar de todo nos comunicábamos mediante Facebook e Instagram. La última vez que lo vi era un poco más delgado, ahora que nos volvimos a encontrar noté que ha recuperado un poco de peso. No es tanto, pero al menos se ve un poco de diferencia.

Nos encontrábamos en las gradas que están frente al campo de futbol, los tres sentados viendo hacia la nada, hablando un montón de idioteces como es costumbre. Es hora del almuerzo y decidimos salir del tumulto que hay en el área de cafetería, disfrutar de un momento de relajación.

Roces accidentales [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora