Capítulo 30

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Los días pasaban de manera normal durante esta semana, eso es lo más extraño que me ha sucedido desde que regresamos de nuestro pequeño escape de la realidad.

Puedo decir que tenía una vida algo normal como lo tendría cualquier estudiante, todo porque Adam no me ha molestado en lo absoluto durante todos estos días, incluso Chuck ha estado tranquilo al igual que yo. Eso es realmente malo.

El trabajo en el taller en ocasiones era demasiado, otros días era lo más aburrido, pero lo mejor de todo es que no me encontraba estresado como solía estarlo en días anteriores. De nuevo era fin de semana y tenía planes para el siguiente, ya que es el cumpleaños de Nina y tengo que ir a Sebastopol ya que le organizaran una fiesta. Además, he pensado que es el momento adecuado para que Elena me acompañe y pueda conocer a mi otra familia, y con suerte también a Jo. He hablado con él un par de ocasiones, al parecer el idiota la está pasando bien con la chica que conoció en rehabilitación. Es algo completamente loco, pero él es feliz, es lo que más importa.

Los fines de semana son sagrados para mí, en especial los sábados, así que hoy tengo planeado ir a casa de Elena ya que hemos planeado hacer un maratón de películas de Back to the Future. Bajo a la estancia principal para dirigirme a la cocina por un vaso de agua, ahí me encontré con Zach quien veía atento el noticiero, mas bien el clima. No sé si lo hace por la chica que sale o si en verdad le interesa el pronóstico del tiempo.

—¿Qué es lo que ves? 

—Veo el pronóstico del clima. —Señala la pequeña pantalla que hay en la cocina—. Están anunciando una tormenta eléctrica por la noche y durante la madrugada.

—Vaya, no estaba enterado de eso. 

—¿Saldrás más tarde? —asentí—. Debes de tener cuidado, si necesitas quedarte en casa de Elena puedes hacerlo, no quiero que te arriesgues en cuanto comience la tormenta.

—Por supuesto, por eso no te preocupes. —Reviso los bolsillos de mi pantalón y me doy cuenta de que no llevo mi teléfono—. Olvidé mi teléfono en mi habitación.

Él solo asiente y subo rápidamente a mi habitación para ir a su casa. En cuanto lo tomo del sitio donde lo dejé comienza a entrar una llamada, para mi mala suerte se trata de Adam. Tengo la ligera sospecha de algo malo. 

—¿Qué?

—Ven a mi casa ahora. —Como es costumbre, me da la indicación sin antes decirme «hola».

—No puedo —respondí simplemente.

—Me importa una mierda lo que tengas que hacer hoy. Me fallaste la semana pasada y te dejé descansar durante estos días. Ahora, ven a mi casa en este instante, Bennet también viene. —Justo en ese momento termina la llamada sin dejarme hablar. Está furioso.

Roces accidentales [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora