Roces accidentales [Completa ✔]

Capítulo 18

Desde aquella noche del viernes primero de noviembre sabía que mi vida dio un vuelco total al rencontrarme con Adam. Dudo mucho que sea un encuentro de coincidencia, sería demasiado ilógico. Es más que obvio que ha venido a buscarme para arreglar lo que sucedió la noche del disturbio... o incluso lo de semanas antes. 

Esta era la primera ocasión en que no deseaba con todo mi ser desaparecer del salón de clases e irme a perder a otro sitio. No por el hecho de que quiera ser mejor alumno, tal vez si quiero serlo por los próximos planes que tengo en mente, sino porque no quiero pensar en otras cosas como mi situación actual. Al menos quiero olvidarme de eso un poco, así que decido escuchar todo lo referente a la clase. 

He estado atento a cada una de las palabras que expresa el profesor de historia, por lo regular siempre estoy a medio dormir o simplemente viajo a lugares desconocidos de mi mente. Solo por esta ocasión quiero saber qué tanto es lo que habla el señor que está al frente escribiendo un montón de palabras en la pizarra y que al mismo tiempo no deja de hablar.

Mientras escucho con atención, veo a mis compañeros y algunos están casi durmiendo. En un extremo del salón, en los últimos asientos, observo a Hayley, hace días que no la veía. Por su expresión luce tranquila, más bien aburrida, tal y como lo están los demás. Vuelvo a incorporarme a la extensa platica que tiene el señor de complexión un poco robusta frente a nosotros, Matt está sentado justo frente a mí y no hace ningún movimiento. Tal vez está dormido por la posición en la que está: sosteniéndose sobre el brazo derecho y cabizbajo.

Con un bolígrafo, comienzo a darle pequeños toques a la parte trasera de su brazo, se mueve un poco y se gira hacia mi dirección. Tal y como lo supuse, estaba cayendo en un profundo sueño.

—Sospeché que estabas dormido y decidí intervenir para que no cayeras directo al suelo —menciono mientras me ve con los ojos a punto de cerrarse.

—La clase es muy aburrida, además no dormí bien durante toda la noche. —Bosteza y comenzamos a hablar en voz baja mientras el profesor seguía hablando sin parar.

—Supongo que es por enviar solicitudes a las universidades.

—Sí, estoy un poco nervioso por todo eso. ¿Sabes? Pienso en grande con todo esto; sueño con ir a Harvard como lo hizo mi abuelo hace años.

—Eso es genial, Matt, seguro lo lograras.

—Y tú, ¿qué tal? ¿Dónde aplicarás? 

—Envié varias solicitudes, pero mi prioridad es UCLA al igual que Pete—comento—. Siempre ha sido mi sueño desde que tengo memoria.

—¿Crees que te acepten?

—Amigo, el que haya sido un delincuente no quiere decir que tenga pésimas calificaciones. Siempre fui atento a todas las clases, en su mayoría claro. Un ejemplo es esta, deberías prestar atención.