Roces accidentales [Completa ✔]

Capítulo 17

No dormí en toda la maldita noche. Apenas y cerré los ojos al menos tres horas en pausas fue demasiado para mí. 

Quería pensar que todo esto era un sueño, más bien, una maldita pesadilla. Pero no es así, es la realidad y desgraciadamente sucedió todo lo que recuerdo anoche.

Reviso mi teléfono y son casi las nueve de la mañana, cierro los ojos pero no siento algo de cansancio para dormir, así que decido levantarme. Permanezco sentado aún pensando en lo que puede suceder en los próximos días. Por el momento tratare de ignorar todo eso, hoy tengo cosas más importantes que hacer.

Durante la tarde estaremos un poco ocupados ya que hoy es el cumpleaños de Zach y vendrán algunos familiares y amigos. Casi todos en la ciudad lo conocen ya que es un excelente mecánico y reconocen su trabajo, ha estado en esto durante casi veinte años. Así que no será raro ver una gran cantidad de personas en la casa, incluyendo a nuestros amigos. 

Mientras arreglo mi cama mi celular avisa que me ha llegado un mensaje, por un segundo pensé en Elena pero no es así, es A.J., el maldito numero privado. Era obvio que se trataba de él.

Numero privado: Necesito que vengas a mi casa.

Seguido de eso me envía su ubicación, tal parece que reside en la zona mas exclusiva de San Diego, se encuentra a unos diez minutos de aquí. Apenas ayer por la noche lo vi y ya está por comenzar en darme ordenes. Este idiota no pierde el tiempo, pero tengo muchos pendientes por realizar el día de hoy, así que no puedo ir. Dudo un poco en responderle eso, ya que no le gusta que le nieguen lo que nos ordena y siempre toma medidas drásticas, pero me arriesgo. Le respondo con un: «No puedo, tengo compromiso familiar», y veré que sucede.

Tal vez me corte un dedo o quiera volver a abrir mi cicatriz, no lo sé. En cuestión de segundos me responde y acepto mi destino antes de leer:

Numero privado: De acuerdo. Te veo mañana.

Eso no me lo esperaba. Leo una y otra vez el mensaje tratando de descifrar un mensaje oculto pero no hay tal cosa, creo que en verdad me a contestado eso. Algo realmente imposible de creer. Pero no debo bajar la guardia, necesito cuidarme más de ahora en adelante. 

Termino de poner un poco en orden mi habitación y me dispongo a salir, me dirijo a la cocina y se encuentra Pete preparando el desayuno. Sin duda, la chica que se quede con él será muy afortunada, y no lo digo porque sea mi hermano, si no porque en verdad es un gran chico.

—¡Vaya! No me imagine que despertarías tan temprano. Creo que sucede algo para que te levantes de tu cama cuatro horas antes de la hora que siempre lo haces. 

Me conoce bastante bien que ya hasta sabe mis horarios de despertarme los fines de semana. Tomo lugar en uno de los taburetes que hay cerca de la encimera, pienso un poco en decirle lo que sucedió anoche.