Roces accidentales [Completa ✔]

Capítulo 11

—¿Qué tal tu fin de semana?

Escucho a Elena mientras caminamos al salón para la clase de Matemáticas. Ambos vamos a paso lento ya que no queremos llegar, eso es más que evidente. 

El sábado fue una locura y ayer por la tarde estaba tratando mi dolor de cabeza después de lo sucedido en nuestra tarde-noche de chicos. Jamás había consumido marihuana, pero para ser la primera vez estuvo bien, aunque la verdad no lo volveré hacer. Simplemente fue algo que hice por curiosidad. 

—Fue entretenido —respondí tranquilo, tratando de no levantar sospechas—. Tuvimos una reunión Pete, Matt, Chuck y yo en casa de nuestros padres. Al menos no se salió de control.

Sonríe mientras me escucha hablar. Tener que bajar un poco la mirada para verla a los ojos mientras conversamos es algo que me gusta. Verla tan pequeña y frágil, pero descubrir que te puede dejar un ojo morado porque sabe defenderse es fascinante.

Entramos y echamos un vistazo a los asientos que se encuentran al fondo, por suerte hay dos y nos apresuramos a tomarlos, ya que no me gusta estar al frente. Me decido por el que está situado en la esquina y ella toma el que está justo al lado, así podemos conversar sin que el profesor se de cuenta.

—Nunca me había sentado en un lugar como este, siempre ha sido hasta al frente —comenta mientras empieza a sacar su cuaderno.

—Elena Abraham es una chica bastante aplicada y hoy se está revelando —hablé mientras buscaba mis pertenencias en la mochila.  

—Lo hago por ti. —Me apunta con un bolígrafo—. Además, quiero saber que se siente estar al fondo del salón. Por lo que veo es un buen lugar, aquí los profesores no pueden intimidarte con la mirada.

—En eso tienes toda la razón.

Mientras hablábamos escuchamos a lo lejos a Hayley quien acababa de entrar al salón acompañada de un grupo de chicas. En cuanto nos vio nos saludó y tomó asiento cerca de donde nos encontrábamos. 

—Hace días que no la veía, supongo que debe estar bastante ocupada últimamente —menciona Elena mientras la vemos con todo su sequito. 

—Puede ser, por cierto, esta es la única clase que compartimos los tres, supongo que eso también influye. 

—Sí, tienes razón —asiente y gira a mi dirección. 

Faltaban pocos minutos para que la clase comenzara, así que continuamos con nuestra charla de hace un momento.

Se supone que me concentraría en lo que hablaba con Elena, pero una pregunta que hizo una de las chicas a Hayley nos hizo prestar más atención a lo que sucedía a unos cuantos centímetros.  

—Pero, Hayley, ¿no crees que es algo mayor para ti ese hombre? 

Al momento de escuchar eso, nos quedamos en completo silencio para escuchar la conversación. No es que seamos entrometidos, pero se escucha hasta el lugar en donde estamos, y creo que eso suena interesante. Disimulamos mientras para prestar atención a lo que sucede.