Capítulo 7

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Después de lo que pasó el día de ayer, el hecho de haber recibido una llamada de un número privado, no volvió a suceder. Durante la noche todo transcurrió normal, incluso pude dormir en cuestión de minutos a pesar de haber tenido casi toda la tarde la sensación de estar en problemas, cuidarme la espalda en caso de ser agredido. Eso era lo que pensaba. 

La mayoría cree que el haber pertenecido a un grupo delictivo del lado norte en Sebastopol era lo único en mi vida, lo peor de todo es que no es así. Terminaba mi trabajo en la pandilla y pasaba en hacer otras cosas. Eran un poco arriesgadas, pero gracias a eso gané el dinero para arreglar por completo mi auto.

Él único que me acompañaba a hacer semejantes locuras, como siempre, fue mi inseparable amigo Johannes. También se metió en varios problemas, pero eso no le importaba con tal de seguirme. 

La noche de la fiesta, Pete y yo acordamos en ir por las chicas y asistir al evento del que todo mundo en la preparatoria estaba hablando. La verdad no sé que tenga de especial esa reunión, así que estoy ansioso por saber que pasará. Es cerca de una avenida que se llama Sunset Boulevard, a unas cuantas calles de nuestra casa en Mission Hills. Por un momento imaginé Los Ángeles, pero no, estamos en San Diego.

En cuanto llegamos y aparqué el auto me di cuenta que es totalmente cierto lo que tanto decían; el lugar está repleto de la mayoría de los estudiantes. Creo que esto será una locura y habrá un montón de novedades durante esta noche. Pienso que valdrá la pena que me desvele por completo hoy. 

—Es hora de que veas como se disfrutan las fiestas en San Diego —menciona Pete mientras me abraza por el cuello.

—Bien, estoy sorprendido. Esto está repleto de gente, así que será interesante. 

—Y espera a que entremos, esto no es nada, vamos.

Mientras caminábamos hacia la entrada noté como llegaba más y más personas. Al momento de ingresar lo primero que percibí fue la música, al parecer provenía del jardín, además del olor a marihuana que invadió al instante mis fosas nasales.

Ah, mi amigo Jo, ¿cómo estarás?

Vi sobre mi hombro y noté que Pete había desaparecido, tampoco estaba Jenni, ¿acaso me dejó solo? Bien, no es algo que me preocupe, creo que puedo pasarla bien sin su compañía. 

—Vamos por algo de beber. —Sentí una pequeña mano que tomó mi brazo y giré mi vista hacia la derecha.

Por suerte aún estaba Elena conmigo. Esto es aún mejor. 

Caminamos por la enorme sala de estar, después por la cocina y por fin salimos al jardín trasero. Si dentro de la propiedad no cabía un alma más el patio estaba peor. Nos acercamos a un grupo de chicos que saludaron a Elena, todos con camisas similares. Quiero imaginar que son los integrantes del equipo de futbol al que Pete pertenece.

Roces accidentales [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora