Roces accidentales [Completa ✔]

Capítulo 22

—¡Deryck! ¡Necesito tu ayuda! 

Creo que es normal que a esta hora, Pete esté como loco tratando de averiguar qué estilo de ropa le queda mejor.

Hoy es día de acción de gracias. Siempre ha sido una de mis fechas favoritas aunque en los últimos años haya sido un total fracaso. Por lo regular siempre pasaba solo unos minutos con mi familia, después volvían las discusiones y salía de mi casa sin rumbo fijo. 

Este año es completamente diferente. Siento que por primera vez, después de un par de años, por fin tendré una celebración como se debe. La familia de Elena nos ha invitado a su casa para celebrar este día importante. Sin duda esto me suena a «relación sumamente formal» desde mi punto de vista.

Desde que le confesé a Elena sobre lo que sucedió hace meses, aquella noche que quedó marcada por el resto de mi vida, me ha tratado de la misma manera. No ha cambiado su forma de ser conmigo y eso me tranquiliza. Al contrario, esa tarde las cosas casi se salen de control por la calentura que se apoderó de nosotros en ese momento, por poco y no vivo para contarlo. No niego que es algo que me hubiese gustado que sucediera en ese instante, pero si no está lista para eso no puedo obligarla. Todo a su tiempo. 

—Oye, estoy gritándote como loco y no respondes. —De pronto, Pete entra a mi habitación sin previo aviso. 

—Estoy preparándome para la cena. ¿Qué necesitas? 

—Necesito tu opinión. ¿Qué crees que deba usar? ¿Gris o azul? 

Lleva en cada mano camisas de botones: una azul y otra gris. Ese es su estilo: casual y juvenil. Observé con detenimiento las dos y me decidí por una. 

—Sin duda el gris —respondí.

—Bien, será el azul. —Lo vi confundido después de escucharlo.

—¿Qué? Entonces, ¿por qué vienes y me preguntas si vas a escoger el contrario?

—No lo sé, creo de ahora en adelante será una estrategia. —Se acerca a mi cama y se deja caer—. ¿Qué usarás?

—Algo de color oscuro, ya lo sabes, es el tono que predomina en mi armario. Además, tengo un abrigo color gris que usaré esta noche. Fue un regalo de mi tío Josh cuando cumplí diecisiete.

San Diego no es una ciudad donde haga demasiado frio. Claro que se siente un ligero cambio climático a comparación de días pasados, pero no demasiado como en otras ciudades. 

—Esta es la primera cena de acción de gracias que la pasaremos con la familia de mi mejor amiga, quien ahora es tu novia. ¿Te imaginabas esto?

—Jamás en la vida. Esto es demasiado formal, pero está bien, me gusta la idea. Espero no cometer un error durante la cena.